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MEDIO RURAL

El club social de Villarroya del Campo encuentra nuevos gerentes entre medio centenar de solicitudes

Las condiciones de la oferta publicada recientemente en redes sociales por el ayuntamiento de la localidad, que incluye alojamiento con gastos pagados, ha atraído a un gran número de candidatos

L. B. /
El club social de Villarroya del Campo ya cuenta con nuevos gerentes.
icono foto El club social de Villarroya del Campo ya cuenta con nuevos gerentes.

La gestión del club social, alojamiento con gastos pagados, una vivienda de uso turístico para explotar y el pago de la cuota de autónomos. Estas eran las condiciones de la oferta de trabajo publicada recientemente en las redes sociales por el Ayuntamiento de Villarroya del Campo, en Zaragoza, que ha atraído el interés de más de medio centenar de candidatos. Los elegidos han sido la pareja formada por Luis Moreno y Sandra Mustafa, quienes se mudarán junto a sus dos hijos, Carmen e Itzan, de 14 y 4 años, respectivamente. "Vimos la oferta, conocemos la zona, sabemos que tiene unas posibilidades tremendas y tenemos un nombre avalado por nuestro trabajo. Vamos a intentarlo", remarca el nuevo gerente. La firma del acuerdo tendrá lugar este lunes.

"Llevamos muchos años dedicados a la hostelería. Actualmente regentamos el restaurante de Fuendetodos y queremos descansar un poco de este ritmo tan frenético", cuenta Moreno, quien tiene previsto celebrar la reapertura de este negocio el primer fin de semana de mayo con un ágape para todos aquellos que se acerquen a conocerlos

Toledano de nacimiento, él, y proveniente de Turquía, ella, ambos han pasado el último lustro afincados en Aragón, donde han encontrado su hogar. "Empezamos en Monreal de Ariza, lugar en el que trabajamos muy bien, y luego llevamos el bar de Moros. El pueblo respondió", cuenta Moreno.

Tras un breve periplo por tierras segovianas, la familia Moreno Mustafa regresó a la Comunidad, y, de nuevo, a la provincia de Zaragoza. "Volvimos a Aragón porque aquí nos sentimos arropados -indica Moreno-. La gente es maja y abierta". Después de su paso por Fuendetodos, ahora se instalan en el municipio de la comarca de Campo de Daroca con la intención de compaginar su vida profesional con la personal: "Queremos algo más tranquilo. Conciliar. Poder educar a nuestros hijos y pasar tiempo con ellos".

Fiestas temáticas, actuaciones con gente de la zona o menús basados en los productos autóctonos son algunas de las novedades que tienen previsto implantar durante su gestión del club social. "Un pueblo pequeño no tiene por qué estar aislado", sentencia Moreno. 

Gran expectación

Una treintena de 'e-mails' en la bandeja de entrada del correo habilitado por el ayuntamiento, más de una decena de contactos a través del portal RuralJob y varias visitas al pueblo. Esta es la expectación que ha generado la propuesta laboral, difundida a través de las redes sociales y los medios de comunicación, entre demandantes de empleo de todo el territorio nacional y también de fuera de las fronteras.

"El perfil de quienes se han inscrito en la oferta es el de personas con mucha relación con la hostelería de zonas de Cataluña, Valencia, Guadalajara y Aragón", explica Silvia Benedí, miembro de la Asociación para el Desarrollo Rural Integral de las tierras del Jiloca y Gallocanta y encargada de recibir a los candidatos a través de RuralJob. Benedí subraya la buena acogida de esta propuesta: "Se nota mucho el efecto de la difusión. Tenemos otros pueblos sin asistencia en el bar en los que está costando encontrar candidatos".

"Es más importante tener abierto el club social que hacer las calles más bonitas"

Para José Carlos Franco, alcalde de Villarroya del Campo, disponer de un club social abierto es una prioridad para mantener vivo el municipio. "La gente nos dice que por qué somos tan generosos. Es más importante destinar el dinero a esto que a tener calles más bonitas", afirma el regidor. Por eso, desde el consistorio, han puesto todos los medios económicos disponibles al alcance de los nuevos gerentes. "El invierno aquí es muy duro y durante esos meses los ingresos son escasos. Queremos gente con un proyecto a largo plazo que nos ayude a dinamizar el pueblo", indica. 

Aunque durante el periodo estival Villarroya del Campo llega a acoger hasta unos 250 vecinos, en invierno apenas son 15 los que transitan diariamente por las calles de la localidad. "Tenemos comprobado que cada vez que organizamos un evento los vecinos vuelven al pueblo. Por eso hemos buscado gente con iniciativa", subraya el alcalde.