El cambio de la convocatoria extraordinaria a julio llena las bibliotecas con las vacaciones ya empezadas

Este curso, los estudiantes universitarios no pasarán el verano estudiando para los exámenes de recuperación de septiembre. Es el primer año en el que la prueba pasa a julio. Ese cambio en las fechas tiene su reflejo en las bibliotecas, que estos días vuelven a tener más movimiento del habitual. 

"Yo estoy estudiando Geografía y Ordenación del Territorio, y me han caído siete", lamenta un estudiante en un descanso de su estudio. "Acabo el 7 de julio y me vale con aprobar dos", apunta otro.

No es el mejor plan ni el que esperaban hacer con el verano casi empezado, pero los jóvenes que apuran estos días las horas de estudio lo llevan con resignación. "Es duro. Ves a las otras personas en la piscina y ya cansa. Hace calor y se hace duro, pero aquí estamos", comenta un chico en el campus San Francisco de la Universidad de Zaragoza. 

"Es fatal estudiar otra vez. Es como otro cuatrimestre más, pero hay que intentar salvar alguna asignatura", indica una joven en la puerta de una biblioteca en Zaragoza. 

Entre los que estrenan la convocatoria extraordinaria de julio, las opiniones son diversas: "Yo prefiero en julio porque al final si te toca en septiembre tienes que pegarte parte del verano estudiando y cuesta más. Ahora ya estás habituada", reflexiona una zaragozana. "Mejor en septiembre. Ahora ves a todo el mundo disfrutando del verano y nosotras aquí, no gusta", justifica otra. 

Sea como sea, los exámenes vuelven a estar a la vuelta de la esquina.