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SALUD

El 13% de la población tomó el último año ansiolíticos o tranquilizantes, la cifra más alta desde 2005

La principal causa, según los expertos, es el aumento de pacientes con cuadros de ansiedad. Estas sustancias psicoactivas comienzan habitualmente a consumirse a partir de los 35 años, pero se centra especialmente entre los 55 y 64 años

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Varios blíster con pastillas.

El 13% de la población tomó durante 2022 ansiolíticos o tranquilizantes, lo que representa la cifra más alta desde 2005. Año tras año aumenta el consumo de estas sustancias psicoactivas, que comienzan habitualmente a administrarse a partir de los 35 años, pero se centra especialmente entre quienes tienen 55 y 64 años. 

La principal causa, según los expertos, es el aumento de pacientes con cuadros de ansiedad. "Hablamos de una enfermedad grave, importante, incapacitante, que produce unas sensaciones somáticas muy intensas, un malestar psíquico muy intenso con sensación de pérdida del control, de volverse loco o de morirse. Y en esos casos hay que dar ansiolíticos", explica el psiquiatra Carlos Fuertes.

"Estamos sometidos a un sistema de hiperproducción, de hiperreproducción, de 'hiper' todo y el cuerpo humano tiene unas limitaciones", indica una mujer a los micrófonos de Aragón TV, mientras que un hombre detalla: "Cuando perdemos la ilusión se nos cae el mundo encima y recurrimos a estas cosas médicas".

Lorazepam es el medicamento con receta más vendido, pero en las farmacias también aumenta la demanda de alternativas más naturales y de productos sin prescripción. "Podríamos decir que es un primer paso de contacto para tratar estas crisis. En un principio cabría pensar que, al no necesitar receta, o al ser productos que derivan de plantas naturales, podrían ser más saludables o que podría llevar menos riesgo, y realmente podría conllevar el mismo riesgo. Son algo menos potentes, pero pueden generar el mismo tipo de tolerancias o dependencias", afirma el farmacéutico Javier Sánchez. 

Por eso se recomienda contar siempre con el consejo de los profesionales médicos, quienes advierten de que, con receta o sin ella, los ansiolíticos son una ayuda momentánea que siempre hay que complementar con una vida sana y social.