El 11,3% de los aragoneses prestan voluntariado: las personas entre 35 y 44 años, quienes menos participan

Alrededor de 145.000 personas realizan labores de voluntariado en Aragón, lo que supone el 11,3% de la población. Aunque participa gente de todas las edades, los que menos se involucran son quienes rondan entre los 35 y 44 años, colectivo en el que las organizaciones que gestionan este movimiento quieren hacer mayor hincapié.

Así lo han puesto de manifiesto los presidentes de la Coordinadora y Plataforma del Voluntariado, María Ríos y Juan Hidalgo, respectivamente, durante la presentación de un estudio para conocer la acción voluntaria en Aragón y que se ha hecho público este lunes con motivo de la celebración del Día Internacional del Voluntariado el 5 de diciembre.

De acuerdo con el resultado de esta encuesta, en la que han participado 1.000 personas, el 44% de la población aragonesa colabora con entidades sociales, principalmente mediante aportaciones económicas y el resto, "en especie", como ha explicado la coordinadora del estudio, Marga Lambán.

De las 145.000 personas voluntarias, unas 100.000 lo hacen en programas estables y duraderos. Un 60% de este colectivo son mujeres, el 60% mayor de 45 años, con una situación económica cómoda y estudios superiores, y un 27% del total son jóvenes de entre 14 y 17 años hasta los 34.

Es la franja de entre 35 y 44 años donde más cuesta introducirse en el voluntariado, lo que se atribuye a cargas familiares, cuidado de menores y actividad laboral, pero también, como han reconocido en la encuesta, por falta de conocimiento del mismo y de sus organizaciones.

La voluntaria de Cruz Roja, Carmen Lacadena, atiende cada día a los que van a buscar ayuda a esta entidad. "Yo soy una persona que vive sola. Y la verdad, me ha encantado siempre ayudar a los demás, ha sido una vocación que he tenido desde siempre. Es muy gratificante también para mí poder ayudar a la gente necesitada y más en los tiempos que corren”, subraya. 

Otro ejemplo de esta labor es la que realiza en el Banco de Alimentos de Zaragoza Rosa María Moreno: “Utilizo el tiempo para ayudar a las personas más desfavorecidas y eso me parece muy importante".

Además de ellas, otro 22% de la población hace voluntariado informal, un aspecto que tuvo un crecimiento durante la pandemia y que ha derivado en algunos casos en nuevas asociaciones. No obstante, se ha constatado que otro 14% de la población no tiene ninguna inclinación hacia el voluntariado.

El ámbito social, sociosanitario y el tiempo libre copan el 85% de las acciones del voluntariado, pero quienes no participan están más predispuestos en cuestiones relacionadas con el medioambiente y las emergencias.

El estudio ha puesto de manifiesto que la población aragonesa es solidaria y empática. Consideran el voluntariado como un instrumento para resolver problemáticas de la sociedad. Los principales valores por los que ejercen esta labor son la solidaridad o la justicia social.

En este sentido, María Ríos ha incidido en el impacto que tiene este trabajo. Según algunos estudios, equivale a la mitad de las horas que realizan los trabajadores de la factoría de Stellantis en Figueruelas, el doble que los de la Saica y las mismas que los de la fábrica Balay, por lo que se trata de "un valor importante que hay que dar a conocer".

Hidalgo ha precisado que la encuesta les va a permitir "hablar de cosas muy concretas y conocer los nichos donde no están teniendo incidencia y cómo llegar hasta ellos", ya sea a través de los colegios o institutos o, como ha anunciado la consejera de Bienestar y Familia, Carmen Susín, mediante la obtención del título de monitor de tiempo libre antes de la mayoría de edad. “Para fomentarlo, desde el Instituto Aragonés de la Juventud vamos  a modificar la normativa relativa a los monitores de tiempo libre adelantándolo a los 17 años. aAmos a impulsar los cursos de premonitores para que los niños a partir de 14 años puedan ya tener ese aliciente”, ha destacado.

Para Susín, el reto es que esos 145.000 voluntarios "se conviertan en muchos más”. “Necesitamos que los valores del voluntariado, de la solidaridad y la empatía, de la preocupación por los otros, dejen su impronta en toda la sociedad aragonesa; que ese impulso de ayudar llegue cada vez más lejos y surja en edades más tempranas”, ha sentenciado.