El 40% de los universitarios aragoneses duerme mal y muestra cansancio por el uso de las redes sociales

“Nuestros alumnos están mal dormidos, es algo común en todas las titulaciones. Es un factor predictor de mala salud mental y, posiblemente, también física”. Así de tajante se ha mostrado la coordinadora del grado de Psicología de la Universidad de Zaragoza, Adriana Jiménez-Muro, y una de las investigadoras que participa en el estudio que está elaborando la institución sobre la salud mental y el uso de las redes sociales. Los primeros datos preliminares muestran que el 40% de los universitarios duerme mal y el 43% se encuentra cansado siempre o frecuentemente debido al uso de aplicaciones como Instagram o TikTok.

Cómo gestionar el uso de las redes sociales es uno de los retos que afrontamos como sociedad. La Universidad de Zaragoza ha querido analizar cómo afecta a los estudiantes a través de una encuesta en la que, de momento, han participado más de 1.300 personas. A priori, se puede concluir que existe un abuso que está afectando a la salud de los universitarios.

Los problemas de sueño que provocan las redes sociales al 40% de los encuestados tienen también otras consecuencias. “A veces también comienzan a automedicarse con psicofármacos porque duermen mal”, asegura Jiménez-Muro. “Están enganchados hasta altas horas de la noche, la 1:30 ó 2:00 de la madrugada, y luego su cerebro tiene que desconectar y dormir. Cuando vienen a las 8:00 de la mañana a clase es imposible estar con un nivel de atención adecuado, están mal dormidos”, advierte.

La red social más popular entre los estudiantes es Instagram, que usa el 90%. Uno de cada tres admite que interfiere en su vida y no es de extrañar si se tiene en cuenta que el 69% le dedica entre una y tres horas al día. 

Menos usado pero más adictivo es TikTok. Solo lo utiliza un 56%, pero el 75% reconoce que le dedica más tiempo del que le gustaría y a casi un 40% le interfiere en su día a día.

¿Por qué abusan de las redes sociales?

Uno de los principales motivos para abrir continuamente estas redes es que los jóvenes las utilizan como un mecanismo de evasión. Así lo afirman el 38% de los estudiantes.

A la Universidad de Zaragoza le preocupa las consecuencias del abuso de esta tecnología. Casi la mitad no se logra integrar en la vida universitaria y además, con el móvil en la mano, no se relacionan con el entorno. “Cada vez son más individualistas, cada vez utilizan más el móvil, pero necesitamos del otro. El problema es que no contactan con su compañero de clase, con la persona que tienen al lado", lamenta la vicerrectora de Estudiantes y Empleo, Ángela Alcalá.

Otro dato que llama la atención del estudio es que un 27% asegura padecer algún trastorno psicológico, sobre todo ansiedad y depresión. Una cifra que podría ser mayor, ya que un 18% responde “no sabe no contesta”.

Además, las redes tampoco sirven para mejorar su día a día. Solo el 10% dicen que su estado mejora siempre o frecuentemente cuando se conectan, frente al 16% que asegura que empeoran una vez abren las aplicaciones.

Todos estos datos se analizarán más detalladamente cuando cierren el estudio a finales de este mes.