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DÍA DE ARAGÓN (Y V)

Momentos estelares de la historia y retos futuros de la Comunidad

Repasados algunos de los rasgos identitarios de Aragón, los historiadores y juristas consultados por Aragón Noticias fechan sus hitos históricos predilectos y dibujan el horizonte hacia el que, a su juicio, debe encaminarse la sociedad aragonesa

ARAGÓN NOTICIAS /
Aragón, en el mapa de España
icono foto Aragón, en el mapa de España

Aragón y los aragoneses celebran hoy su día. Una ocasión para reflexionar sobre qué Aragón tenemos y qué Aragón queremos. En la serie que termina este 23 de abril en Aragón Noticias, reconocidos historiadores y juristas han contribuido a definir rasgos identitarios de la Comunidad: su idiosincrasia, su organización territorial, su Derecho Civil y su Estatuto, que dan forma y sentido a un pueblo cuyas raíces se hunden en aquellas aldeas cristianas que, en el siglo VIII, se asentaron en el Sobrarbe huyendo de la invasión musulmana.

A sus moradores se les atribuye ya la capacidad de resolver sus problemas mediante pactos, tradiciones y costumbres, una virtud que se sigue ligando al Aragón de hoy y que, de un modo u otro, ha presidido el devenir histórico de la Comunidad.

Pero, ¿hacia dónde se dirige Aragón?, ¿qué lecciones ha aprendido de esa historia en la que han cabido mitos, leyendas y personalidades de la talla mundial, y que atraviesa, en 2021, por una de las etapas más difíciles de su historia?

Los aragonoesólogos que se han prestado a compartir sus impresiones, reparan antes en momentos del pasado, que, a su juicio, han resultado determinantes para lo que es hoy Aragón. Algunos, como Antonio Embid, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza y primer presidente de las Cortes de Aragón en democracia, fijan su mirada en la historia reciente. “La constitución de las Cortes elegidas democráticamente en 1983, en la Lonja, es el comienzo de un camino hecho con ilusión y la conjunción de las fuerzas políticas del momento”, asegura, para añadir que, mucho antes, “el reinado de Fernando el Católico fue el momento culminante del peso de Aragón”.

También Carlos Forcadell, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y director de la Institución Fernando el Católico, se detiene en ese tiempo: “Si hubiera que elegir un hito significativo habría que referirse a la unión personal de La Corona de Castilla y de La Corona de Aragón en las personas de Isabel y de Fernando. A esas alturas el territorio del Reino de Aragón medieval, cuyos límites geográficos no han cambiado hasta hoy, ya estaba definido, pero la nueva monarquía sancionó definitivamente su existencia”. Forcadell también apunta a la Constitución de 1812 y a la de 1978.

Mientras, para la exletrada mayor de las Cortes de Aragón, Vega Estella, es “el momento que vivimos ahora” el más determinante “en lo positivo” y deja para “los decretos de nueva planta de Felipe V” la etapa “más negativa”.

Por su parte, el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Zaragoza Guillermo Fatás apela a “una preferencia muy peculiar: la primera mitad del siglo XIV”, en la que “se prohíbe el tormento y queda reservado solo para casos muy excepcionales”, convirtiéndose en “ley ordinaria, a diferencia de lo que ocurría en otros territorios”.

Retos futuros de la sociedad aragonesa

Pero, ¿y el futuro? Para Julián Casanova, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza y flamante premio de las Letras Aragonesas, el reto está claro: “una mejor distribución no solo de la riqueza, sino también de la cultura y la educación”. Para Casanova y además del problema demográfico, “muy difícil de revertir”, “ahora tenemos mucha ignorancia voluntaria, gente que no quiere admitir que el conocimiento está por encima de los sentimientos, de las identidades… o que niega la ciencia”, prosigue. “Me gustaría un acceso a una enseñanza mejor cada vez”, lo que, a su juicio, evitaría, en tiempos de pandemia, la existencia de negacionistas de la ciencia.

Sobre el reto demográfico insiste Embid: “Aragón es un lugar donde se vive bien. Hay buenas condiciones de calidad de vida. Pero tiene un problema tremendo, que es la despoblación”. “Un camino cuesta abajo, que se ha acrecentado en los últimos 10 o 12 años, en un territorio completamente desequilibrado”, añade. Y lamenta que, desde su punto de vista, se trata de “la constatación de un fracaso radical”. “No hay una política que haya podido revertir –apunta- el fenómeno” y no hay “el más mínimo signo de que esto pueda tener un camino contrario”.

Entre las tareas pendientes de la sociedad aragonesa, el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Zaragoza Alberto Sabio centra su atención en tres ámbitos. En primer lugar, en el de la igualdad económica: “Necesitamos ir avanzando hacia un ingreso mínimo garantizado, que cada vez haga menos necesaria la caridad”, clama. Y reivindica la necesidad de “gente competente, que sepa reducir la desigualdad rampante”.

El también director del Instituto de Estudios Altoaragoneses se fija igualmente en las relaciones comerciales, especialmente con Cataluña: “Hemos de defender todas las opciones políticas que incentiven los intercambios, también los culturales, emocionales y afectivos, pues nada de lo que sucede en esa Comunidad nos resulta ajeno”. Por último, Sabio aboga asimismo por “valorar lo que la cultura significa como industria, lo que aporta al empleo y cómo desde el sector público se puede favorecer esta senda”.