Los forenses niegan que la acusada de apuñalar mortalmente a su novio hubiera recibido una "paliza" previa

Los forenses han negado que las lesiones que presentaba la acusada de apuñalar mortalmente a su novio en un piso okupado de la avenida de Madrid de la capital aragonesa fueran compatibles con una "paliza". De hecho, han señalado durante su declaración este miércoles en la Audiencia de Zaragoza que las 20 heridas analizadas eran leves, de naturaleza contusiva-erosiva, y que solo ocho de ellas, algunas imperceptibles, se habían producido en las 72 horas previas a la muerte de su pareja. Esta ha sido la tercera sesión del juicio.

Los expertos también han descartado que la muerte de la víctima fuera un accidente o un suicidio. Hay varias razones que lo explican: la postura del cadáver, la trayectoria de la herida e, incluso, que el arma no estuviera al lado del cuerpo. Fue una muerte violenta, han dicho al jurado popular, y la víctima presentaba múltiples arañazos y hematomas leves. La causa de la muerte fue una única puñalada en el corazón.  

Además, los forenses han señalado que la herida que presentaba el fallecido medía algo más de dos centímetros y era limpia, con los bordes muy rectos, perteneciente a un arma blanca de filo bicortante o monocortante. Una afirmación que descarta la versión de su pareja, que señaló que se había producido con un patinete.

En su explicación el día de los hechos, la acusada alegó que había recibido golpes por parte del fallecido desde las 2:30 de la madrugada hasta las 8:30 de la mañana, y que este le había llegado a agarrar del pelo y amenazar poniendo un cuchillo en su cuello.