¿Cómo afecta a nuestro cerebro la palabra 'rebajas'?

Estamos acostumbrados a ver la palabra 'rebajas' en casi todos los escaparates durante, al menos, dos temporadas al año: invierno y verano. Un término que irremediablemente nos llama la atención y nos atrae la mirada. En ocasiones, funciona como la manzana que esconde algo prohibido, que nos lleva a caer en la tentación y a comprar productos innecesarios. Pero, ¿por qué caemos en las redes de los descuentos? Desde la neurociencia hablan del 'efecto escasez' y los psicólogos alertan de que comprar compulsivamente puede ser un "problema real". 

La especialista en neurociencia y socia fundadora de BitBrain, María López, explica esta atracción como una condición del cerebro, que es común en todos los seres humanos. "Nuestro cerebro percibe que hay un momento acotado en el tiempo. Sabemos que nuestro cerebro está sesgado, y hay un sesgo que se llama el 'efecto escasez': hay una oportunidad y va a durar poco. Eso es para lo que sirven las rebajas, para activar este sesgo. La gente piensa que hay rebajas, que se pueden aprovechar, pero que va a durar poco tiempo y tienen que hacerlo ya. La rebajas apelan a este sesgo cognitivo que tenemos todos los seres humanos", cuenta López.

María López también advierte de que el número de estímulos que recibe nuestro cerebro durante estas fechas es muy elevado y eso hace que, al final, nos acabemos "perdiendo" en esta vorágine. "Cuando tienes demasiada información, el cerebro no quiere percibir más cosas. Es algo que se nos ha ido de las manos a consumidores y empresas, y al final, estas últimas son las que acaban perdiendo", indica. Y nos deja una recomendación: "Haz una lista y no te dejes llevar por los impulsos".

El psicólogo Antonio José Rodellar, miembro del Colegio Oficial de Psicólogos de Aragón (COPA), afirma que el cartel de descuento se relaciona con "la oportunidad", mensaje por el que el ser humano se siente instintivamente atraído. "Estamos diseñados para sentir que tenemos que coger las cosas ventajosas", añade. Además, opina que el periodo de tiempo en el que se ubican las rebajas no es casual: "Las personas salimos de Navidad con un nivel de estimulación muy alto y queremos mantener esos niveles. Queremos rellenar ciertos espacios para hacernos sentir importantes. Esto es algo que conocen las empresas, por lo que buscan aprovecharse de esto", apunta.

Compradores compulsivos

Darte ese capricho que llevabas tiempo deseando o comprar un producto que no pensabas pero que está sorprendentemente barato es algo aceptado durante las rebajas. Sin embargo, los expertos señalan que no todo vale y alertan de que, en ocasiones, comprar puede ser una manifestación de un problema mayor. Según Rodellar, los compradores compulsivos son personas que tratan de "suplantar una situación de control y rellenar un vacío, que no saben rellenar de otra manera". Para ello, adquieren productos que no necesitan y gastan excesivo dinero en establecimientos comerciales.

El comprador compulsivo no tiene género, suele ser de mediana edad y dispone de un poder adquisitivo medio o medio-alto. A nivel psicológico, Rodellar dice que hay dos perfiles: personas que sienten que no tienen un sentido claro en su vida, que todos los días son iguales, y sienten hastío y aburrimiento, o personas que tiene un nivel de estrés muy alto y que lo canalizan a través de las compras. "Las compras le permiten crear pequeñas burbujas de lo que está saturado", matiza.

Para los compradores compulsivos, las rebajas pueden ser un momento del año que justifique sus compras. Por eso, Antonio José Rodellar alerta de la importancia de aprovecharlas "de una manera equilibrada" y pedir ayuda a un profesional si no se saben gestionar. "Comprar compulsivamente es algo muy real, con una base igual que otros trastornos, como puede ser el juego", especifica el psicólogo, para terminar diciendo que la gente que compra compulsivamente también devuelve compulsivamente. "Solamente quieren la adrenalina del momento de la compra, luego sienten culpabilidad y terminan devolviendo la compra. La mayoría son conscientes de que tienen un problema", concluye.

Decálogo para evitar problemas en las rebajas

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha preparado un listado con 10 consejos para sacar partido a los buenos precios de las rebajas. Aconsejan tener claros cuáles son tus derechos como cliente antes de ir a comprar y ante cualquier conflicto, intentar llegar a un arreglo en el propio comercio, pedir la hoja de reclamaciones o reclamar en la propia asociación.

1. Las normas establecen que los productos deben haber formado parte de la oferta habitual del establecimiento durante, al menos, un mes.

2. Los objetos deben mostrar, junto al rebajado, su precio original, o bien indicar de forma clara el porcentaje de la rebaja.

3. La calidad de los productos rebajados no puede diferenciarse en nada de la que tenían antes de estar rebajados.

4. La garantía y servicio postventa es igual, independientemente de que compres el producto durante las rebajas o fuera de ese periodo.

5. En caso de que se establezcan condiciones especiales para el periodo de rebajas (limitaciones en el medio de pago o en las devoluciones), los establecimientos están obligados a indicarlo expresamente.

6. Conserva el tique o justificante de compra, que es indispensable para cualquier posible reclamación, cambio, devolución etc.

7. Aunque el producto está en perfecto estado, el establecimiento no está obligado a reembolsarlo (salvo si así lo anuncia o publicita expresamente). Pueden cambiarlo por otro artículo o un vale.

8. En las compras 'online', el consumidor está especialmente protegido: tienes 14 días naturales para devolver tu compra si no te convence.

9. En lo posible, procura elegir establecimientos adheridos al sistema arbitral de consumo, que ofrecen más garantías al comprador (en caso de desacuerdo se prestarán a resolver sus diferencias con el cliente de una manera rápida y gratuita).

10. Evita caer en la trampa del consumo excesivo: aprovecha para equiparte tú, equipar a tu familia o tu hogar con mejores precios sin dejarte llevar por compras impulsivas.