Menos galerías, más protocolos, pero la misma expectación de cada año. 'ARCO Madrid 2021' pone en marcha este miércoles su edición más especial, la de la pandemia. Abre sus puertas con una imagen nueva y con incertidumbre e inquietud entre los galeristas y artistas. Los que no faltan a la cita son los creadores aragoneses, entre ellos Eugenio Ampudia, Fernando Sinaga, Néstor Sanmiguel o el Arlequín de Gargallo.

En esta edición, la feria nacional por excelencia del sector ha adaptado sus espacios a la situación sanitaria. Fruto de ello es la ampliación de los pasillos para ayudar a cumplir las distancias de seguridad y la obligatoriedad de llevar mascarilla en todo momento. Todo ello va a influir en que la imagen de la feria, que abre sus puertas hasta el domingo, sea muy diferente a la de febrero del año pasado.

En la muestra de este 2021 participan 130 galerías, una cifra que dista de la del 2020, cuando 209 expositores -nacionales e internacionales- acudieron a ARCO. Aunque casi todas las veteranas españolas se mantienen y el peso internacional es casi la mitad de la nómina, faltan algunos grandes nombres nacionales, como Nogueras Blanchard, e internacionales, como Hauser & Wirht. Con todo, los 'pesos pesados' del panorama nacional no van a perderse esta cita. Juana de Aizpuru, Malborough, Elvira González, Fernández-Braso, Leandro Navarro, Guillermo de Osma o los internacionales Perrotin y Lelong, cuentan con su propio stand en la feria. 

Para muchos galeristas esta cita supone un revulsivo en un momento complicado para el mundo del arte y esperan que la llegada de coleccionistas nacionales e internacionales den un vuelco a las cuentas del año. 

Menos expositores y más artistas nacionales

Las sensaciones entre los galeristas varían mucho. Entre los más optimistas está la madrileña Galería José de la Mano, que ha doblado espacio este año y presenta una versión del 'Guernica' de Picasso, pintada por Agustín Ibarrola de casi diez metros de largo, acompañada por una exposición de pintura geométrica en blanco y negro de autores españoles. “Hemos querido apostar fuerte y poner toda la carne en el asador”, dice el galerista madrileño, que quería apoyar con su doble presencia el hecho de que la feria se pueda celebrar. 

El artista oscense Alejandro Monge asegura:"No conozco a nadie que no quiera estar en ARCO"

Con buenas sensaciones repite un año más en ARCO la galería 'The Goma'. En esta ocasión mantienen las dimensiones de su stand -entre 50 y 60 metros cuadrados- y siguen apostando por artistas portugueses y nacionales, entre ellos el zaragozano Enrique Radigales. "ARCO es un lugar de difusión y promoción del arte contemporáneo en España, y es la feria más importante aquí", señala desde la galería Borja Mengotti.

Su clientela es eminentemente europea y nacional, por lo que la bajada en la presencia de galeristas y público internacional no condiciona las posibles ventas que puedan realizarse en este marco. "El mercado del arte se ha resentido con la pandemia, pero tampoco tanto", señala. 

Para las galerías, estar presentes en ferias del tamaño de ARCO supone un importante desembolso económico. Las muestras más pequeñas pueden tener un coste de 8.000 euros por estand y las más grandes y conocidas pueden estar por encima de los 40.000 euros. Una inversión que, normalmente, se rentabiliza con la venta de las obras que se presentan. 

En total, la feria acoge la obra de unos 1.500 artistas. Para ellos la presencia en ARCO es un "escaparate, un sello de calidad porque te ven a nivel nacional e internacional", tal y como señala la artista zaragozana Gema Rupérez, que este año acude a la muestra para participar en la mesa redonda organizada por el Gobierno de Aragón y que tendrá lugar el jueves.

"Siempre estamos en la cuerda floja"

La aragonesa tiene experiencia en muestras de alto nivel. En 2019 participó en ARCO Lisboa, aunque comenta que le gustaría participar también en su homóloga nacional. "Una de mis metas es exponer en ARCO Madrid, aunque este año, con la pandemia, todo ha evolucionado muy poco a poco y no ha sido posible", apunta.

"Nuestro sector, como toda la cultura, tiene muchas debilidades y siempre estamos en la cuerda floja. Es un tópico, pero es verdad", explica Rupérez, al tiempo que señala: "Tenemos que remontar como sea y los que vivimos del arte contemporáneo lo sabemos bien, porque es nuestra batalla del día a día". Una situación que podría paliarse con "apoyos y muletas" para poder seguir trabajando a nivel nacional e internacional.

Por primera vez, ARCO dedica 25 espacios dedicados a creaciones de mujeres 

A diferencia de otros años, y en parte por el retraso en las fechas de celebración de la feria, eventos artísticos como 'Art Madrid' o 'Stampa' no han coincido en esta ocasión con ARCO. En ambas ferias participa el artista oscense Alejandro Monge, para el que esta feria nacional supone "un referente" y añade: "No conozco a nadie que no quiera estar en ARCO". "En el mundo del arte las ferias son casi más importantes que los concursos o las exposiciones" y -apostilla- "Nuestro motor, tanto económico como de publicidad, son las ferias, no son las exposiciones individuales, ni las colectivas, ni los museos", asegura. 

"Acudir a estos eventos siempre es un riesgo para los galeristas, pero, hoy en día, es necesario y compensa", indica Monge, quien admite que le gustaría exponer su obra artística en ARCO. "Todo el mundo lo identifica. Atraes a un público al que en una galería convencional quizá  no llegarías", reflexiona. 

Este año se incrementa el número de artistas femeninas. Por primera vez, una de las secciones de la feria, los "Proyectos de Artista" -exposiciones en solitario de artistas-, está dedicada a creaciones de mujeres. Son 25 espacios enfocados a obras de veteranas españolas como Isabel Villar o Mari Chorda, y grandes nombres internacionales como Dominique Gonzalez Foerster o Beth Moysés.

La tres primeras jornadas de ARCO, comenzando este miércoles, serán para el público profesional, y el fin de semana estará dedicado a todos los públicos.