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MOVIMIENTOS SÍSMICOS

Aragón registra unos 30 terremotos al año, la mayoría en los Pirineos y el Moncayo

El seísmo de la pasada semana en Purujosa (Zaragoza) es el de mayor magnitud de los registrados en la Comunidad en los últimos 200 años

ARAGÓN NOTICIAS /
Imagen de archivo de una fachada dañada por un terremoto. / Canva
icono foto Imagen de archivo de una fachada dañada por un terremoto. / Canva

Aragón es una zona sísmica de baja intensidad, lo que quiere decir que no se suelen producir terremotos importantes. Con todo, la Comunidad registra unos 30 movimientos cada año, según recoge el Instituto Geográfico Nacional (IGN). El registrado hace una semana en Purujosa (Zaragoza) es el más importante del que se tiene constancia, con una magnitud de 4,1. Los geólogos estiman que cada cinco o seis años se produce un terremoto de cierta intensidad en Aragón, lo que supone que la población puede sentirlo, aunque no se den daños materiales

"La Cordillera Ibérica tiene, comparada con el Pirineo o con la Cordillera Bética, relativa baja sismicidad. Eso no quiere decir que no haya movimientos. Aquí tenemos fallas, que son las que provocan los terremotos, que atraviesan zonas a unos 30 kilómetros de profundidad", explica el profesor de Geología del Departamento de Ciencias de la Tierra en la Faculta de Ciencias Geológicas de la Universidad de Zaragoza, Antonio Casas.

El de Purujosa es el último seísmo de cierta intensidad registrado en la Comunidad, pero esta misma semana se han registrado tres réplicas próximas a la localidad: una en Beratón, de magnitud 2,5; otra en Añón de Moncayo, de 1,9; y un último movimiento en Purujosa, de 1,5, según el IGN.

El Pirineo, la zona más activa de Aragón

La falla norpirenaica es la que más actividad sísmica concentra, con una peligrosidad baja-media. Bajo esa amenaza está el 9% de la población aragonesa, aunque "el epicentro de la mayoría de terremotos se localiza en Sarrance, Francia, justo al cruzar el paso fronterizo del Somport". La proximidad de esta zona a los pueblos aragoneses del Pirineo hace que los temblores puedan ser percibidos por la población. El último, el pasado 28 de agosto, de intensidad 4,2, con epicentro en Vielha, en pleno Valle de Arán, que pudo sentirse en las localidades aragonesas de Cerler y Benasque. 

"En la Cordillera Ibérica, en la que estamos, hay terremotos de cierta magnitud cada cinco años. Puede que el siguiente no se produzca hasta dentro de 10 o 15 años, pero no podemos predecirlo con seguridad. No sabemos bien cómo funcionan ni tenemos modelos claros. Tenemos que seguir estudiando", comenta Casas. 

En la historia más reciente, desde 1800 -año desde el que hay registros confiables-, se han producido varios terremotos importantes. El más destructivo tuvo lugar en 1923 en la Canal de Berdún (Huesca), que provocó el derrumbe de varias casas, especialmente en la localidad de Martes

A nivel nacional, el seísmo más fuerte, de magnitud 5,1 e intensidad VII -medición de los efectos que provoca-, fue el de Lorca (Murcia), en 2011, que dejó nueve muertos y afectó al 5% de los edificios, con daño estructural grave, y el 13% con daño estructural moderado.

Qué hacer durante un terremoto

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) establece una serie de pasos que deben seguirse en caso de sentir un terremoto. El primer paso, y más importante, es protegerse debajo de un mueble, como puede ser una mesa y agarrarse a ella. Mantenerse en calma, alejarse de ventanas, que pueden romperse, y de muebles u objetos que puedan caer. En caso de estar en el exterior, es esencial alejarse de edificios, que pueden derrumbarse, y de postes eléctricos.

Si el seísmo sucede mientras se está conduciendo, hay que señalizar con las luces de emergencia, parar en una zona segura y abierta, y mantenerse en el interior del vehículo.