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ECONOMÍA

Aragón perdió casi 1.200 autónomos el pasado año por el envejecimiento y la falta de relevo generacional

El exceso de burocracia y la falta de digitalización son, según Cepyme Aragón, otros dos factores determinantes en el descenso de trabajadores por cuenta propia

T. P. / C. A. / L. B. /
A nivel regional, hay más autónomos de entre 50 y 54 años, que entre 20 y 34.
icono foto A nivel regional, hay más autónomos de entre 50 y 54 años, que entre 20 y 34.

El colectivo de autónomos se ha reducido en el último año y afronta su envejecimiento sin reemplazo. Aragón cerró 2022 con 99.443 trabajadores por cuenta propia, lo que supone una pérdida de 1.199, según datos del Instituto Aragonés de Estadística (Iaest). Esto supone un 1,2% menos respecto a 2021, una cifra que desde la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) les ha llevado a calificar a 2022 como un “mal año” para el colectivo. Para la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) en Aragón, la falta de emprendedores jóvenes es "un verdadero drama" y asegura que el exceso de burocracia y la falta de digitalización son algunos de los factores que determinan el descenso de este tipo de trabajadores. 

El total nacional, según los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el colectivo de autónomos terminó el año con apenas cinco trabajadores más inscritos. Una situación que está relacionada con la actual coyuntura económica, pero muy estrechamente ligada con la edad media de los profesionales por cuenta propia. En la Comunidad, la franja comprendida entre los 50 y los 54 años es la más numerosa (16.139), mientras que los grupos de población que comprenden desde los 20 hasta los 34 años suman 12.388 autónomos. 

Además, el grupo de menores de 40 años ha bajado, una tendencia que se ha repetido en los últimos seis años. El número de emprendedores de entre 40 y 44 años es, en toda España, el que más se ha reducido, un 3,4%, frente al de más de 64 años, que es el que más ha subido, un 7,2%. 

Estas cifras implican que los jóvenes no apuestan por el emprendimiento, que en muchos casos deja sin relevo a comercios y pequeñas empresas tradicionales, con generaciones de historia. "No hay emprendedores jóvenes. Son los grandes ausentes y eso es un verdadero drama", lamenta la presidenta de Cepyme Aragón, María Jesús Lorente. 

Ejemplo de lo anterior es el cierre en 2022 de la pastelería oscense Tricas, que puso fin a 103 años de puertas abiertas al no encontrar un sucesor. Lo mismo que la tienda especializada en ropa laboral Vifer, en Zaragoza, que no encontró relevo después de tres generaciones.

El colectivo, por sectores

Por sectores, el de servicios es en Aragón el que aglutina al mayor número de autónomos, con 63.577, que supone un 64% del total. El siguiente más numeroso es el de agricultura, ganadería y pesca (con 17.943) y el de construcción, con 11.541.

La pregunta que surge es ¿por qué no quieren emprender los menores de 35? "Porque ven más atrayente entrar en la Administración Pública, que entienden que es más seguro", indica la presidenta de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa Aragón. 

Aunque no es la única causa. La carga burocrática y el desconocimiento de las obligaciones fiscales, laborales y legislativas están detrás de la falta de entusiasmo de las nuevas generaciones, aseguran desde Cepyme. 

Aunque las políticas públicas apuestan por incentivar la iniciativa emprendedora con ayudas y subvenciones, los pequeños empresarios creen que la respuesta para salvar el futuro incierto del comercio minorista se esconde en la educación básica. "Hay que explicar a los niños, a los adolescentes en los colegios qué es el emprendimiento, cómo funciona la economía de un negocio. Eso es lo que debería incluir el Plan Integral de Emprendimiento. Nos encontramos con gente que monta una tienda sin un plan de rentabilidad. Eso no puede ser. El negocio sobrevive por ser rentable, no por las ayudas que recibe", mantiene Lorente.

Otra asignatura pendiente de la Administración, señalan desde Cepyme Aragón, es la digitalización. "No podemos esperar que los jóvenes que crean una 'startup' tecnológica vayan a una oficina cargados de documentos para gestionar cualquier cosa o abrir un expediente para cada consulta", critican. Una situación que tiene su reflejo en el número de pequeños comercios que cuentan con presencia 'online'. "A más edad, menos manejo de las nuevas tecnologías", apunta la presidenta de la organización.

A eso se suma una tercera lectura, correspondiente a la coyuntura económica del país. El incremento en los costes de producción, materias primas y suministros hacen que la rentabilidad de los negocios se esté viendo mermada. Si a eso se añade la morosidad, talón de Aquiles en la Comunidad, que ronda el 42% según Cepyme, el resultado es que casi la mitad de los empresarios cobran a los cien días de emitir una factura.