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GASTRONOMÍA

Absténganse congeladas o con salsa de bote: se busca la mejor patata brava de Zaragoza

El primer concurso de patatas bravas de Zaragoza, en el que participan más de 30 bares de la capital aragonesa, se celebra hasta el 18 de febrero

ENRIQUE SÁNCHEZ /
Uno de los platos de patatas bravas que participa en este primer concurso.
icono foto Uno de los platos de patatas bravas que participa en este primer concurso.

El primer concurso para elegir las mejores patatas bravas de Zaragoza encara su recta final. Desde el pasado día 8 de febrero y hasta el 18 de este mes, más de 30 bares y cafeterías trabajan para ser los mejores en preparar un clásico de la cocina española: las patatas bravas. Una iniciativa que llega desde 'El Gastrónomo', que tras cinco ediciones organizando el concurso de croquetas han decidido crear uno similar con otro de los productos estrella de los bares.

Lo explica su creador Miguel Ángel Vicente: "Hemos organizado este concurso porque queremos una gastronomía de calidad. Queremos estimular a la gente y al hostelero para que haga las cosas bien. No se trata de comprar patatas congeladas y una salsa de bote y ya está, queremos conseguir una cocina de calidad que sirva para atraer al turista de fuera". Y por otro lado, Vicente añade que se trata también de animar al público local "a salir a la calle y hacer una ruta con los amigos probando las patatas de varios lugares".

Las votaciones se hacen de forma digital. "Una vez que pides unas patatas recibes un código QR que te lleva a la página zaragozabrava.com. Allí pueden votar y ver los establecimientos que están en cabeza". Hay establecidas tres categorías. Una para valorar el sabor, la textura y la cocción de las patatas, porque "es importantísimo que la patata esté bien cocida y crujiente", subraya Vicente. "Una segunda categoría evalúa la salsa. Es muy importante que sea rica y esté bien elaborada. Y por último, la presentación". Después se hace una media aritmética y los finalistas cocinarán en la gran final que tendrá lugar el próximo día 26 en el restaurante Aura de la capital aragonesa.  

Cuando los ingredientes son "patatas, ilusión y cariño"

Uno de los bares que participa es el Caballo Blanco en la plaza de San Miguel de Zaragoza. "Vino el organizador y nos dijo que como hacíamos todo casero no nos iba a ir mal, y por eso nos apuntamos a la primera edición del concurso", explica Ana Cris Mayayo, propietaria del establecimiento. Esta asegura que lo importante "es participar, con ilusión y cariño", y que hay que hacerlo "con una patata de calidad, como la que compramos nosotros a un mayorista de Mercazaragoza". 


Patatas bravas del Caballo Blanco. / C.B.

Mayayo detalla que su receta no es muy diferente a la de cualquier otro participante, pero hay dos cosas imprescindibles: "Una buena patata y la salsa". "Lo importante es la patata, que al freírla quede hecha por dentro y crujiente por fuera". Tiene las patatas bravas desde siempre en su carta habitual. "Nos distingue que la salsa y el picante lo hacemos nosotros: mayonesa casera y salsa Sriracha. No somos de echar tabasco por encima de la mayonesa", relata Mayayo. También es muy importante la presentación en este concurso: "Las presentamos en una bandeja blanca y la salsa la ponemos en una copa de coñac con una cucharita para que cada uno se ponga la que quiera".

Patatas bravas del O Fogar. / A.L.

A pocos metros de ese local, muy cerca de la plaza San Miguel, está la calle Heroísmo, una parada para saborear tapas cualquier día de la semana. Allí está el O Fogar, un pequeño bar que desde hace casi un año abrieron Adrián Llucía y su socio. "Desde que abrimos siempre hemos tenido la idea de que estos concursos de hostelería sirven para mejorar la calidad del servicio a los clientes. Por eso nos hemos apuntado. Ya lo hicimos con la croqueta y con las tapas. Así que cuando nos enteramos del concurso de las patatas dijimos que sí", comenta el dueño.

Llucía explica que el reto empieza desde que se juntan los dos socios para hacer una tormenta de ideas "para encontrar un producto novedoso". Las patatas bravas ya las tenían en carta desde el principio, pero para el concurso han hecho "algo más innovador". La salsa la han elaborado con una reducción de caldo de pollo casero con pimentón picante y sobre esa salsa han elaborado una crema concentrada de huevo frito. "No lleva mahonesa, ni alioli, ni tomate, ni ketchup, ni nada de eso", destaca. Como la mayoría de las recetas, emplean la patata agria "cortada y pelada a mano". "Después presentamos el plato sobre un mármol negro y blanco un poco más original", detalla.

La mayoría de los bares que participan en la primera edición del concurso ven con buenos ojos estas iniciativas porque los meses de enero y febrero "suelen ser más flojos". "Es un aliciente más para que la gente se mueva, venga por la patatas pero a la vez conozca también otros productos que tenemos en nuestra carta", valora Llucía.