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SOCIEDAD

El éxodo vacional de agosto o cómo disfrutar de la ciudad en verano

Las calles, comercios y transportes públicos semivacíos animan a muchos a quedarse en las ciudades más grandes, como Zaragoza, y optar por descansar en septiembre

ARAGÓN NOTICIAS /
El cartel 'cerrado por vacaciones' puede observarse en muchos negocios en Zaragoza
icono foto El cartel 'cerrado por vacaciones' puede observarse en muchos negocios en Zaragoza

En agosto, el ritmo de las ciudades relaja su intensidad diaria en todos los ámbitos y sectores. Las actividades de comercio y la hostelería no se libran de una fuerte caída en sus ingresos, que se pierden entre las vacaciones y las fiestas de los pueblos, pero este éxodo se traduce en ventajas para quienes optan, cada vez más, por quedarse en la ciudad. Según indica el psicólogo clínico José Francisco Mendi, "agosto ya no es el mes predilecto de vacaciones".

Hay quienes definen como un "auténtico horror" quedarse en una urbe como Zaragoza en agosto, pero no todos son inconvenientes. Por ejemplo, circular en coche por la ciudad es más relajado, pues el tráfico disminuye; llegando incluso a aparcar en el centro "sin ningún problema", apunta un joven zaragozano, porque "en verano es cuando la gente se va y se nota, se nota", insiste. 

Los motivos de los que se quedan responden a causas económicas, laborales y, cada vez más, razones sociales, como indica José Francisco Mendi. "Existe una tendencia mayor a huir de la masificación, de lo grupal y evitar aglomeraciones, pero no visto como una fobia, sino como una mayor autonomía personal que refuerza individualmente la autoestima al no hacer lo que hace la masa". Además, afirma que la pandemia ha traído "una adaptación cultural a la realidad vacacional y nos ha cambiado los ritmos".

En general, apunta Mendi, "se ve que los hábitos están cambiando y cada vez más se naturaliza la costumbre europea de diversificar los días de descanso a lo largo del año".

Para Valeria Espinosa, originiaria de Toledo, este verano es el tercer que se queda en Zaragoza por motivos profesionales, mientras el resto de sus compañeros se va de vacaciones en agosto. Cuando ha podido elegir disfrutar de unos días de descanso ha optado por septiembre, "cuando todo el mundo vuelva a sus trabajos yo estaré disfrutando de una playa paradisíaca", dice. 

"Manejarse por la ciudad es más sencillo"

Otro ejemplo es el de Marta García. Esta joven zaragozana lleva dos veranos sin salir de la capital. El primero, por un cambio de trabajo que la dejó sin días que poder disfrutar de vacaciones y el segundo porque, en estas fechas, con la ausencia de compañeros y coordinadores, se puede ganar algo más de dinero haciendo horas extra y supliendo funciones. "No está tan mal. Manejarse por la ciudad es más sencillo: hay menos gente en los supermercados, el transporte público y es más fácil coger mesa en algunos sitios. Si te paras a pensar, tiene sus ventajas", explica García. "Además, cada vez son más los que guardan días libres para disfrutar en periodos más baratos como septiembre y octubre, por lo que es más fácil coincidir con alguien con el que viajar en otras fechas menos demandadas", añade.

Una opción que comparte la turolense Cristina Manzano. Llegó a Zaragoza en el verano del año 2010 para realizar sustituciones de verano. "Desde entonces me he acostumbrado a descansar fuera de las fechas de temporada alta y se ha convertido en una costumbre que ahora intento primar siempre que puedo", afirma Manzano. Entre las razones, destaca principalmente "la tranquilidad de caminar por las calles de la ciudad y el descenso del tráfico, tanto desde el punto de vista de peatón como de conductora", subraya. 

El dinamismo en los centros comerciales también se tranquiliza y el cine es una de las alternativas de ocio más elegidas por quienes se quedan. Este año, debido al estreno de películas tan esperadas como 'Barbie' y 'Oppenheimer', "el plan de venir al cine y a cenar a Gran Casa se ha convertido en una de las opciones favoritas para el entretenimiento de este verano", afirma Susana Betrán, directora de este centro comercial.

Otro espacio muy demandado, en este caso por las familias, es "el Playground, que en agosto cuenta con monitores de lunes a domingo. De esta manera, los padres pueden disfrutar de su tiempo de compras y entretenimiento con total tranquilidad", incluye.

Los usuarios del tranvía y autobús bajan más del 20%

Y agosto no es solo sinómimo de encontrar aparcamiento en el centro. La salida de la pobalción hace que desaparezcan también los empujones en las horas punta en autobuses y tranvías. En la parte central del mes de agosto se pierde del 50% al 60% de viajeros en relación con un día lectivo, según indica el Ayuntamiento de Zaragoza. Unas cifras que han empezado ya a desplomarse la primera semana de julio. Así el día 3 de julio el autobús registró alrededor de 270.000 validaciones, mientras que este jueves 3 de agosto han sido 207.000, es decir, un 23% menos. En el tranvía, en esas mismas fechas, se ha pasado de 78.000 viajeros a 59.000, un 24% menos.

Menos autobuses en las calles y menos taxistas. La falta de estudiantes, trabajadores, incluso los pacientes de operaciones que se posponen tras la época estival obligan a reducir la flota de taxis a alrededor de 880 coches.

"Una semana salen las licencias pares y otra las licencias impares, así trabajamos siete días y descansamos otros siete para poder trabajar todos en agosto", explica Miguel Ángel Perdiguero, presidente de Asociación Provincial de Autotaxi. La actividad en este sector llega a bajar hasta el 60% en las semanas centrales de agosto, especifica Perdiguero.

Clase de ciclo indoor en agosto en el gimnasio Davis Lloyd de Zaragoza.

Los gimnasios también ofrecen una fotografía menos concurrida que durante el resto del año. Son más los usuarios que optan por la piscina y a la hora de reservar en las clases no se requiere mucha antelación. Ángel Fuertes, monitor del gimnasio Davis Lloyd señala que: "En agosto, incluso el mismo día seguramente tengan plaza para poder reservar  en cualquier clase". Menos usuarios en las clases dirigidas, se traduce en una atención por parte los monitores más individualizada. "Prestas más atención, aunque siempre lo hacemos, pero es verdad que tienes un trato más personalizado con los alumnos que vienen a tu clase", dice Susana Fuertes, monitora de este gimnasio zaragozano.

Tras una sesión de actividad y para recuperar fuerzas, este mes es sinónimo de facilidad a la hora de buscar sitio para tomar algo o cenar, incluso una terraza en pleno centro de la ciudad. También quienes han decido quedarse lo están teniendo más fácil para encontrar mesa los fines de semana o a última hora de la tarde, sin necesidad de llamar previamente. "Ahora que es verano y está todo el mundo en Salou, está esto que siempre hay hueco y puedes venir y te vamos a encontrar una mesa", afirma un camarero del Café Bar Mombasa.

Mercados con menos colas y más turistas

Con el éxodo vacacional, el pulso comercial modifica su rutina. Muchos negocios aprovechan las semanas centrales de agosto para bajar la persiana de establecimiento, pero no todos. Los negocios abiertos conviven con aquellos que han decidido tomarse ese descanso. Aunque el descenso de clientes ya se nota en los pasillos de los mercados, en el de San Vicente de Paúl algunos establecimientos deciden permanecer operativos para poder seguir ofreciendo servicio a sus clientes y también a visitantes.

En el mercado de San Vicente de Paúl en Zaragoza los puestos se turnan para que estén presentes todos los gremios.

La experiencia de compra es "más rápida y tranquila", define Mariano Escartín, propietario de una frutería y presidente de la comunidad de usuarios del Mercado de San Vicente de Paúl. "Los puestos nos vamos turnando para que siempre esté abierto al menos uno de cada gremio, ahora estamos cuatro". En este mes están notando una mayor afluencia de turistas, "vienen a comprar fruta y verdura, y preguntan mucho por nuestros productos", destaca. 

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