Un año de la ley de la eutanasia: en Aragón se han aprobado seis solicitudes de las 27 recibidas

Desde la aprobación de la ley de la eutanasia el 25 de junio del pasado año, en Aragón, la Comisión de Garantías para la Eutanasia ha recibido 27 solicitudes. De ellas, se han aprobado seis, tres han sido denegadas y diez personas han fallecido esperando el dictamen. En este momento, otras 8 solicitudes están a la espera de deliberación. El presidente en funciones de esta comisión, Javier Olivera, ha declarado este viernes en Buenos Días Aragón, de Aragón TV, que la ley tiene sus ventajas e inconvenientes. "Es una ley garantista pero el problema son los plazos, ya que es un procedimiento que tarda de 35 a 40 días que garantiza que las cosas se hagan de forma pensada y reglada, es un tema serio", ha explicado. 

De las solicitudes recibidas, 14 provenían de pacientes oncológicos, siete neurológicos, tres osteoarticulares y otros tres de tipo psiquiátrico. Olivera ha recordado que hay mayoría de pacientes oncológicos porque uno de los requisitos de la ley es que se pueda solicitar solo si se encuentran en un "padecimiento grave crónico e incapacitante o grave e incurable". Además, Olivera ha puntualizado que la solicitud solo puede presentarla un familiar o allegado si hay un documento de voluntad anticipada.

La norma se acaba de perfilar con la publicación del registro de profesionales sanitarios objetores de conciencia. En Aragón, hay más de 1.000. Aunque ejerzan su derecho, Olivera ha puntualizado que no pueden "abandonar al paciente en el procedimiento". 

Desde la asociación Derecho a Morir Dignamente reclaman más información y agilidad en los procesos. José Luis Trasobares, su presidente, ha destacado que la eutanasia es para personas que tiene un sufrimiento insoportable pero tiene perspectiva de vida de meses o años, no para personas que están en la recta final". Además, ha incidido en que se ofrezca más información a la sociedad y no solo a los médicos: "Hay que hablar de la muerte, hay que hablar sin tabúes o sesgos ideológicos. Es algo que la sociedad tiene que conocer, es un derecho inalienable", ha añadido.