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METEOROLOGÍA

Tres meses de la crecida del barranco La Clamor en Pomar de Cinca: "No me puedo borrar la imagen"

Los vecinos del municipio oscense no olvidan la inundación que sufrieron el 25 de mayo y quieren saber si sus casas están en una zona segura

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Una fuerte crecida del barranco La Clamor inundó las calles de Pomar de Cinca (Huesca) hace tres meses.

Los vecinos de Pomar de Cinca (Huesca) no olvidan la inundación que sufrieron el 25 de mayo. Ese día las fuertes lluvias aumentaron notablemente el caudal del barranco de La Clamor, que pasa por la localidad. La Confederación Hidrográfica del Ebro trabaja para limpiarlo, pero los vecinos quieren saber si sus casas están en una zona segura.

Han pasado ya tres meses desde que el barranco de La Clamor se desbordó sobre el municipio oscense. "La imagen la tengo en la cabeza.  No me la puedo borrar", afirma María, una de las vecinas que vivieron en primera persona el momento. Ella es propietaria de una de las seis casas afectadas y recuerda ese momento como una noche traumática. "Llevamos más de un mes y medio con las obras. Una empresa que se ha ocupado de limpiar de sacar los escombros, arreglar las paredes, y aún falta", explica.

Unas obras que están pagando con el dinero que ha recibido del consorcio de seguros. De los seis vecinos, hay dos que todavía no han podido regresar a su casa. Jesús es uno de ellos. Ahora quieren saber si esta zona próxima al cauce es segura y piden mejoras en el barranco: "Lo que pedimos es que se realicen en el cauce todas las obras que sean necesarias para garantizar que son seguras", afirma Jesús. 

Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) aseguran que se están tomando medidas. "Por parte de la Confederación se está limpiando una parte del barranco hasta llegar a la desembocadura del río Cinca y, nos consta también que por parte del Ayuntamiento se está actuando en la parte urbana del barranco", explican desde la Confederación.

Además, los 160 litros por metro cuadrado que cayeron en apenas dos horas destrozaron más de 5.000 hectáreas de campo.