Menos gente que cualquier sábado en la noche de la 'No Vaquilla'

Podría haber sido una noche de sábado cualquiera. Los atuendos rojos y blancos que portaban la mayoría de turolenses eran los únicos distintivos que revelaban que se trataba de una noche especial. En concreto, este sábado 10 de julio habrían comenzado las Fiestas de Vaquilla, suspendidas como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. La Policía Local de Teruel afirma que ha sido una noche tranquila, sin incidentes, aunque con una mayor presencia policial. 

En las calles, el ambiente era relajado, incluso se podía encontrar menos gente que cualquier otro fin de semana. Los turolenses han podido disfrutar de las terrazas de bares y restaurantes hasta las 23:00 horas y de los locales de ocio nocturno hasta las 00:30. Sin embargo, confiesan sentir añoranza: "Hemos recordado otras Vaquillas y hemos llorado", reconoce una mujer. 

Los controles policiales se han situado en las zonas susceptibles de producirse aglomeraciones, aunque las autoridades se han encontrado con un Teruel generalmente respetuoso con las restricciones. "Hemos cenado los amigos y nos vamos a casa", explica una joven con resignación. Otros, han apurado hasta la hora de cierre: "Nos hemos juntado con los amigos y llevamos desde el mediodía", cuenta otra mujer todavía sentada en la terraza de un bar.

Esta noche, cuentan los vecinos, los únicos que han bailado entre las copas han sido la nostalgia y los buenos recuerdos. "Pasas por cualquier rincón y dices 'hace dos años estábamos haciendo tal cosa", cuenta una chica rodeada de sus amistades. También ha sido noche de primeras veces, como la de un joven de  A Coruña que ha recorrido más de 800 kilómetros para compartir con su novia turolense la noche de la 'No Vaquilla'.