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SALUD MENTAL

Los escollos de la salud mental: 'infoxicación', falta de profesionales y listas de espera de hasta 20 meses

La salud mental es cada vez menos tabú. Salen a la luz más casos, pero también se producen más suicidios

ARAGÓN NOTICIAS /
En España hay 11 psiquiatras y 3 psicólogos por cada 100.000 habitantes.
icono foto En España hay 11 psiquiatras y 3 psicólogos por cada 100.000 habitantes.

Se habla más que nunca de salud mental y, al mismo tiempo, aumentan los casos registrados de personas que sufren estas enfermedades. Una y otra realidad están relacionadas. Las generaciones más jóvenes tratan de romper el tabú de la salud mental, lo que ha sacado a la luz numerosos casos que antes quedaban ocultos. Se verbaliza más el problema y eso permite poner sobre la mesa una solución. "No es la generación de cristal, es la generación que está poniendo nombre a una realidad que ya existía, que es el sufrimiento emocional", expresa Ana López, gerente de la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (ASAPME) en Aragón. 

Aun así, crecieron los suicidios el año pasado. En 2022, según el INE, fallecieron en España 4.097 personas por esta causa. Un 2% más que el año anterior, cuando se alcanzaron cifras históricas, superando los 4.000 suicidios por primera vez desde que hay registros. 

La 'infoxicación', detrás de los problemas de salud mental 

Detrás de esas pérdidas humanas podría estar, según ASAPME, el cambio social sin precedentes que sufrimos. Para esta profesional vivimos en la época de la 'infoxicación', algo que afecta especialmente a los jóvenes: "Recibimos información desmedida y sin filtros, basada muchas veces en bulos e imágenes estereotipadas que no se ajustan a la realidad. Los jóvenes no tienen otros referentes. Esto en los adultos tiene menor impacto, porque saben discernir cuándo algo es real o falso". López lo relaciona también con una hipersensibilidad hacia lo que ocurre en el planeta: "Tenemos un número muy elevado de jóvenes altamente sensibles al cambio climático, a los conflictos bélicos o a la precariedad. Esto también les genera sufrimiento". 

11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes, siete menos que en Europa

Uno de los mayores desafíos al que se enfrenta la sanidad española es, apuntan los expertos, ofrecer a los pacientes que sufren enfermedades mentales una cobertura de calidad. El sector demanda más dotación de personal especializado en los centros y se basan para ello en las cifras: en España hay 11 psiquiatras y tres psicólogos por cada 100.000 habitantes, en Europa son 18 psiquiatras y unos seis psicólogos. "Una de las propuestas es dotar de personal y de espacios de atención especializados, sobre todo, en el área infantojuvenil. El punto de atención y detección precoz de la conducta suicida está funcionando bien, hay una buena coordinación. Ahora hay que afianzarlo, dotar más las consultas ambulatorias y los dispositivos de atención infantojuvenil para que, dando una atención preferente a los pacientes de más riesgo, no se tensione el sistema", señala Manuel Corbera, director general de Salud Mental. 

Hasta 20 meses para recibir atención psicológica 

Dotar de más personal permitirá mejorar los tiempos de espera. Actualmente un joven que necesita atención de un psiquiatra podría tardar de tres a seis meses en acceder a la unidad de salud mental infantojuvenil; y de dos a diez si es en Psicología. 

Los tiempos pueden llegar a ser todavía más largos para los adultos: entre uno y ocho meses en las unidades de salud mental para atención de Psiquiatría (se priorizan los preferentes, que pueden tardar una o dos semanas); y entre dos y veinte meses puede esperar un paciente adulto para recibir atención de Psicología. En ambos casos, depende del sector sanitario y de la unidad. 

Un paciente adulto puede esperar entre dos y veinte meses en recibir atención de Psicología.

¿Cómo y cuándo actuar ante un problema de salud mental?

Según la OMS, el 50% de los problemas de salud mental en adultos comienzan antes de los 14 años. Partiendo de esta base, el director general de Salud Mental insiste en que la estrategia debe ser la prevención: "Hay que elaborar programas de prevención, tiene que ver con cuestiones médicas, pero sobre todo sociales. También hay que trabajar la detección precoz, ahí entran las familias, el sistema educativo y especialidades como la pediatría. Cuando esa detección precoz se consigue, la unidad infantojuvenil debe responder con rapidez y para ello debe estar suficientemente dotada".

Desde la Asociación Pro Salud Mental explican que las manifestaciones hacia el exterior en menores, cuando sufre un problema de salud mental, no son iguales que en adultos. Hay cambios que puedan producirse en la conducta del joven como el fracaso escolar, una mayor irritabilidad, insomnio, pérdida de apetito o aislamiento, que deben ser tomados por los padres y el entorno educativo como señales de alarma. 

Sobre cómo actuar en esos casos: "La escucha es fundamental, la comprensión y comunicación, tener contacto con los orientadores y el profesorado del colegio. En caso de que la sintomatología sea marcada, hay que buscar ayuda profesional", recomienda López. Y recuerda que desde ASAPME ofrecen información y programas para que las familias afectadas adquieran pautas y herramientas que mejoren la convivencia en el hogar y que sirvan para crear espacios seguros de diálogo.