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50 AÑOS RECUPERANDO PATRIMONIO

Restaurado un horno de pan con el método tradicional en Allué

Es una de las infraestructuras que han recuperado los 'Amigos del Serrablo' que este año cumplen 50 años

ANA MANCHO /
Allué sigue recuperando la vida y su patrimonio.
icono foto Allué sigue recuperando la vida y su patrimonio.

Corría el año 1969 cuando Julio Gavín que entonces era vicepresidente de la Comisión de Fiestas del Ayuntamiento de Sabiñánigo le pidió a Antonio Durán, archivero de la Catedral de Huesca, que escribiera un artículo sobre las Iglesias del Serrablo. Algunas estaban tan mal que decidieron pasar de las palabras a los hechos y comenzaron a restaurarlas, primero la de Ordovés y luego la de San Juan de Busa.

"Tuvieron que comprar parte del campo para que su propietario les dejara acceder a la iglesia para repararla, recuerda Pilara Piedrafita, la presidenta de la asociación. "Eran líderes prácticos, no pensaban en lo que hay que hacer, sino en hacerlo" asegura Piedrafita. Desde entonces, han restaurado 19 iglesias, dos museos y también fuentes, puentes lavaderos, y tejados...

Horno de pan de Allué

Una de sus últimas obras es el horno de pan de Allué. Lo utilizaban los vecinos hasta hace un par de años para hacer alguna comida y asar algún cordero, pero la cubierta se estaba deteriorando y “dejaron de usarlo por miedo a que se cayera”, señala Jesús García, responsable de la restauración.

Participantes en el taller de restauración del horno de Allué.

Lo han hecho utilizando técnicas tradicionales, “ponemos una capa de barro y arena y encima las losas de piedra”, asegura García. Además, han dejado dos vertientes con dos aleros para la lluvia y han respetado el tejado preparado para protegerse de la lluvia. De esta manera sus participantes salvan el patrimonio y aprenden técnicas tradicionales.

Participantes en el taller de restauración del horno de Allué.

Lupe Gil ha participado porque la idea es ir "recuperando todo". El pueblo se deshabitó, aunque nunca se abandonó, asegura. Hace 18 años compró una casa que ha ido arreglando poco a poco.

Lupe Gil y su familia en la casa que han restaurado en Allué.

Vive allí desde hace cinco años cuando el Ayuntamiento de Sabiñánigo permitió la llegada de agua, luz y construyó un puente nuevo. Ahora hay siete personas en cuatro casas. "Allué está en un sitio muy privilegiado con la montaña y muy cerca de Sabiñánigo" señala Gil.

Vista de Allué.