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REPUNTE COVID-19

Portugal recupera el toque de queda para frenar el avance del coronavirus

El país vecino retoma esta medida en las principales ciudades del país como Lisboa, Oporto, Braga o Faro, donde la población tendrá prohibido circular por la calle entre las 23:00 y las 05:00 horas

ARAGÓN NOTICIAS / AGENCIAS /
Una pareja pasea por la Rua Augusta de Lisboa.
icono foto Una pareja pasea por la Rua Augusta de Lisboa.

Portugal ha retomado el toque de queda entre las 23:00 horas y las 05:00 horas en las principales ciudades del país, debido a la alta incidencia de COVID-19 provocada por el predominio de la variante delta. Esta medida entró en vigor en la noche de este viernes -a las 23:00 horas- y afecta a alrededor de cuatro millones de ciudadanos procedentes de ciudades como Lisboa, Oporto, Braga o Faro. En total, la restricción afecta a 45 de las 278 comarcas del país y la medida abarca a todo el área metropolitana de Lisboa, la región lusa con mayor incidencia de coronavirus en esta cuarta ola que vive el país. 

Todas las personas -incluso las vacunadas o con certificado COVID-19- tendrán el deber de permanecer en casa confinadas en esa franja de seis horas. El objetivo, insisten en el Ejecutivo luso, es evitar masificaciones y reuniones con muchas personas, especialmente por la noche. Por el momento, los archipiélagos portugueses de Madeira y Azores se libran de estas restricciones.

Además, sigue vigente la medida adoptada, hace tres semanas, por el Gobierno con la que se prohíbe la entrada y salida de personas en el área metropolitana de Lisboa, de 15:30 horas del viernes a las 05:00 horas del lunes. En este caso, sí hay algunas excepciones, entre ellas las personas que justifiquen alguna causa de fuerza mayor o las que estén vacunadas o tengan el certificado digital.

"Estamos hartos y queremos salir"

Los portugueses encaran este retroceso con resignación y confían en que las restricciones sean eficaces para contener la expansión del virus, aunque reconocen que están fatigados después de tanto tiempo de prohibiciones. "Estamos todos hartos de esto y queremos salir", reconoce Raquel Clemente, una estudiante de Lisboa. Otros, como Carlos Vaz, gerente de un estanco en Lisboa, explica que las restricciones afectarán "a todas las actividades económicas" y que su negocio arrastra pérdidas superiores al 70%.

Portugal ha notificado 2.436 nuevos contagios por COVID-19 en la jornada del viernes en todo el país, de los que el 56% se registraron en la región de Lisboa y el 22,7% en la zona norte del país. El número de ingresados ha aumentado en las últimas 24 horas en 23 personas, hasta los 532 hospitalizados, de los que 118 (cinco más que el jueves) permanecen en cuidados intensivos. La incidencia a 14 días ha subido hasta los 189,4 casos por cada 100.000 habitantes.