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TECNOLOGÍA

Vivir sin internet y sin móvil todavía es posible pese a que casi la mitad de la población ya no lo concibe

El programa 'Objetivo' de Aragón TV descubre a algunas personas que se resisten al uso generalizado del móvil e internet, al mismo tiempo que inciden en las consecuencias de su abuso

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El móvil se ha convertido en un artículo imprescindible para casi todo el mundo. / Aragón TV

La desconexión tecnológica gana adeptos conforme avanza la cada vez mayor dependencia del teléfono móvil. Vivir sin internet es complicado. La mayoría de los trámites se hacen a través de la red y la sociedad nos empuja a usarlo como vía de comunicación. Aún así, todavía hay quienes buscan desconectar de esa realidad virtual y pasarse, aunque sea por un tiempo, al modo avión. El programa 'Objetivo' se ha acercado este sábado a aquellos que forman parte de esta resistencia analógica, así como  los riesgos y perjuicios de vivir hiperconectados

Nicolás Hernández, profesor de guitarra en Zaragoza está haciendo una perdida para avisar de que sale de casa. Seguramente, muchos se acuerden de cuando hacían lo mismo pero hoy día, la herramienta habitual es el WhatsApp, al que Nicolás se resiste: "Cuando todo el mundo dice: 'Ponte WhatsApp, ponte WhatsApp'. Pues yo sigo diciendo: 'Llámame'". Y añade: "Los grupos son unos generadores de ruido tremendo y de pérdida de tiempo. Ya tenía bastante con internet, bastante 'matavidas'”. Y lo dice después de experimentarlo por insistencia de su entorno: “Vi que no era para tanto y si lo atendía, perdía más el tiempo”.

El teléfono fijo, cada vez más en desuso. / Aragón TV

Francisco Ruiz, también vive ajeno a las redes sociales e incluso no tiene móvil: “No uso redes sociales porque a mí no de momento no me sirven, pero es verdad que tampoco me gusta estar localizado ni que cualquiera sepa de mí". Cree que no es necesario para su trabajo ni para comunicarse con sus amigos y, de momento, sigue sin ceder a la presión de su entorno: “Hay gente que quiera que tenga móvil pero yo prefiero no tener móvil porque si no, me estarían machacando a información todo el rato, información que no va conmigo. Hay gente que estamos en un grupo y manda todo a todo el grupo aunque no tenga que ver".      

Tanto Nicolás como Francisco quieren huir de la hiperconexión actual. El experto en comunicación digital, Viriato Monterde, reconoce los efectos negativos de un vida dependiente de Internet: "Esa sobreinformación está limitando nuestra capacidad de atención y retenemos menos". La conexión a lo digital implica la conexión a la realidad”. 

La necesidad de un estímulo permanente

Mucha gente puede pasar horas y horas en internet, consultado páginas y redes sociales, gracias lo que se conoce como el 'scroll' infinito. Daniela Restrepo da clases de yoga en Zaragoza y en sus sesiones, "el móvil se queda en la puerta", señala. El objetivo, dice, es "conectar con nuestro interior a través de la respiración, nuestra herramienta más poderosa conectar con nosotros y procesar la información que nos llega todo el día, y así poder filtrarla”.

Sesión de yoga en la que el móvil se queda en la puerta / Aragón TV

Elena Espeitx, profesora de Psicología la Universidad de Zaragoza recuerda, que los teléfonos móviles están diseñados para captar nuestra atención y distraernos, y añade: "Nos estamos acostumbrando a estar constantemente estimulados, con cosas que nos resultan atractivas. Constantemente se está metiendo de por medio el móvil que introduce ruido, no estás prestando atención ni a la comida ni a los comensales" 

El 60% de los encuestados por la Universidad de Zaragoza no puede evitar dejar el móvil sobre la mesa mientras come / Aragón TV

Según un estudio de la Universidad de Zaragoza, ocho de cada diez personas están pendientes del móvil mientras comen. De estos, un 60% deja el teléfono sobre la mesa, la mayoría con sonido. Viriato Monterde cree que todo ello tiene que ver "con que la sociedad es más acelerada, más consumo en general, en muchos sentidos. Esa velocidad cada vez más alta, provoca esa necesidad de más y más”.

Las consecuencias del abuso de internet

Casi la mitad de la población española no se plantea vivir sin internet, según un estudio de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), pero si no se hace un buen uso, puede generar problemas. La psicóloga Rosana Bellosta, recuerda que "es un entretenimiento que genera cierto placer", por lo que "con el uso continuado el cerebro se puede hacer adicto, sin darte cuenta". Y cuando uno pasa el tiempo mirando redes sociales, recuerda la psicóloga, "cuando uno se da cuenta han pasado una hora, hora y media, y has dejado de hacer otras actividades que son de autocuidado". Y todo ello tienes sus consecuencias: Más aislamiento, más sensación de soledad cuando se apaga la pantalla. "Estamos conectados al móvil, Instagram, TikTok, y cuando se desconecta lo que hay da mucho miedo”, advierte Bellosta.

A día de hoy existen aplicaciones que ayudan a limitar el tiempo que se pasa en la red. Lo cierto es que la adicción al móvil ya tiene nombre: la 'nomofobia' o miedo irracional a estar incomunicado. Rosana Bellosta resume los síntomas: “Si no lo tengo conmigo (el móvil), siento que algo no funciona bien que me voy a  perder cosas, que no me voy a enterar de los mensajes de los grupos. Y eso me puede producir estado de irritabilidad, de ansiedad”. Por eso, los expertos apuntan a hacer un buen uso de internet e insisten en la educación digital para todas las edades.

El peligro de la huella digital

Todo lo que hacemos en la red deja rastro. Es lo que se conoce como la huella digital. Si se no controla la privacidad y se aceptan los términos de las plataformas, uno puede imaginar la cantidad de información que han dejado los años que lleva usando en internet. Pueden multiplicarlo por la cantidad de horas que pasan allí al día.

Ricardo J. Rodríguez, Profesor de Informática y Sistemas Universidad de Zaragoza recuerda que cuando se sube algo a internet "eso ya no es tuyo porque escapa de tu control". "Tú no manejas TikTok, Facebook no es tuya. Entonces, tú subes algo ahí y dices: 'Es que la imagen es mía' .Pero no, la imagen está en un servidor en EE. UU. o Europa”. 

Es práctimamente imposible controlar la información que se vierte a redes. / Aragón TV

Y no se sabe dónde puede acabar. Por eso, hay quienes deciden borrar su rastro. Daniel Torres Burriel, CEO de la asesoría TorresBuriel Estudio, ofrece entre otros servicios, borrar la huella digital de los usuarios. Recuerda que cuando se da un 'me gusta, se sube una foto o se deja un comentario, al final se pierde la noción de toda la información que se vierte a la red. 

Antes, se hacía para preservar la reputación laboral y, ahora, por si las opiniones vertidas hoy nos pueden pasar factura en un futuro. Dniel Torres Burriel recuerda que hay ejemplos en mundos como el deporte, la política, y en todos los aspectos de la vida en general, en los que "alguien está pagando un pecado de juventud como quien dice. A medida que pasa el tiempo hay situaciones distintas y hay razones diferentes para abordar el borrado de la huella".