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INVESTIGACIÓN

Investigación en condiciones extremas: así apoyan los militares españoles a los científicos en la Antártida

La base Gabriel de Castilla, en isla Decepción, es el lugar donde los científicos españoles desarrollan su trabajo. Los militares, varios de ellos aragoneses, son un apoyo clave para que puedan investigar en un medio muy hostil

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Base española 'Gabriel de Castilla' en isla Decepción. / Aragón TV

A 13.000 kilómetros de tierras aragonesas, justo en la otra punta del mundo, hay una isla volcánica llamada Decepción. Su historia está marcada por piratas, balleneros y cazadores de focas. Desde hace casi 40 años, también por científicos y militares españoles. La Campaña Antártica del Ejército de Tierra es la más antigua fuera de España. Su objetivo, y en colaboración con el Ministerio de Ciencia, es dar apoyo a los investigadores que viajan hasta allí. Desde el mantenimiento de las instalaciones hasta la protección del personal, que trabaja en condiciones extremas. El programa 'Objetivo' (Aragón TV, 13:25), se acerca hasta allí este sábado 16.

Durante tres meses al año, de diciembre a marzo y coincidiendo con su verano austral, la base 'Gabriel de Castilla' se llena de vida. Está preparada para acoger a 27 personas, aunque han llegado a dormir 57. Pensada para que científicos españoles puedan desarrollar distintos proyectos sin preocuparse de otra cosa que no sea la investigación. Y lo consiguen gracias al personal militar del ejército de tierra.

La base está preparada para acoger a 27 personas. / Aragón TV

Rafael Abella, técnico del Instituto Geográfico Nacional se prepara para hacer la instalación de una las estaciones símicas. Para ello, tiene  que ir al otro lado de la bahía, coger una zodiac, un material y hacer unos sondeos. Es un lugar inhóspito donde no puede hacerlo solo. Para ello, cuenta con el apoyo de 13 militares, dos de ellos aragoneses. El teniente coronel, Ángel Prado, jefe de la campaña explica que "es un lugar muy aislado, muy agresivo, temperaturas bajas, mucho viento". Añade que los científicos se tienen que mover en este entorno por la montaña, por el mar o por glaciares, etc. y no siempre están preparados: "Pueden estarlo, pero habitualmente no están preparados para moverse por este terreno y esa es nuestra misión darles seguridad en los puntos donde desarrollan sus proyectos".

En invierno la isla ronda los 20 grados bajo cero. Pero el mayor castigo de la isla Decepción es el viento. Las rachas pueden alcanzar los 100 km/h. Y en ese ambiente es en el que se desarrollan la veintena de proyectos científicos que hay en esta campaña.  Antonio Alcamí, científico del Departamento de Biología Molecular del CSIC, explica el trabajo que están realizando: "Hemos venido a monitorizar la presencia de la gripe en pingüinos y mamíferos marinos en la Antártida". Se piensa que si entra en la Antártida puede tener efectos devastadores. Puede matar incluso al 30 o al 40% de los pingüinos o de las focas 

Actualmente hay más de 100.000 pingüinos en la isla. Incluso se puede adoptar uno gracias a una campaña de sensibilización que lleva a cabo todos los años el Ejército. Los distintos proyectos científicos atienden a esta variedad de fauna, pero también a la flora, al medio ambiente, a la sismografía, etc. Es un tesoro protegido. Rafael Abella habla del sondeo que han hecho, de un metro ochenta de profundidad: "Dentro de este tubo va a estar el sensor sísmico, tiene una base de hormigón y vamos a conseguir quitar gran parte de la perturbación que tenemos por los vientos y los efectos meteorológicos. 

Ya de vuelta a la base es momento de mandar los datos recabados durante el día a España. El capitán de Comunicaciones, Pablo Álvarez, explica que no hay ninguna empresa que le provea un servicio de comunicaciones. "La única que tenemos es montar nosotros nuestras propios sistemas para poder emitir y enviar una señal y comunicarnos. Todo el mundo tiene ya costumbre de poder acceder a internet, de buscar información de acceder a bases de datos", explica. "Aquí es muy importante mantener eso", dice, porque "el satélite es muy dependiente del tiempo atmosférico, así que hay veces que se cae un poco el servicio, pero por lo general es bueno, es estable y podemos hablar con nuestra familias tranquilamente", concluye.    

La instalación de la nueva sonda sísmica se estudia en Madrid. Con ella en el Instituto Geográfico Nacional podrán monitorizar a tiempo real terremotos y actividad volcánica. Cuentan con diez en toda la isla. Juan Rueda, jefe de servicio de detección sísmica del IGN explica que reciben la distribución de las estaciones sísmicas que tenemos en Isla Decepción en tiempo real, lo que les permite hacer detecciones automáticas de la actividad sísmica que está ocurriendo en Isla Decepción. "Nos encontramos en España con islas volcánicas activas parecidas a Decepción así que es un laboratorio de mucha importancia", asegura Rueda.    

Comunicación con España desde la base. / Aragón TV

Conseguir un entorno confortable para el ser humano donde no habita ningún otro mamífero es cosa del Ejército. Son ellos los encargados de la alimentación, las instalaciones, la energía. Una vez allí, nada puede fallar. El comandante de Logística, David Liarte, explica que la clave es la experiencia de la dotación militar, a falta de cualquier establecimiento para abastecerse: "El proceso de la logística comienza en España, con la determinación de las necesidades. Cada una de las áreas determina lo necesario para venir aquí a la Antártida y tener todo el abastecimiento de los productos necesarios".

La labor del Ejército permite que en la bases se pueda vivir y trabajar con las principales comodidades. / Aragón TV

El subteniente Francisco José Allueva explica algunas de las cuestiones que deben tener en cuenta para poder tener luz, agua y calefacción: "Para suministrar la energía contamos con dos grupos electrógenos combinados con energías renovables, dos aerogeneradores y una pequeña planta fotovoltaica. Para el agua, un calentador y para la calefacción un depósito de gasoil. Si algo se estropea tratamos de solucionar la avería, si tenemos el repuesto sin problemas. Si no, ya empezamos a inventar a investigar". El teniente coronel Ángel Alberto Prado, jefe de campaña, destaca la capacidad del equipo: "El personal elegido la verdad tiene un nivel técnico y personal enorme y lo hacen todo fácil y todo va sobre ruedas. Es gente muy profesional, todos saben lo que tienen que hacer. y lo más importante es la integración humana del equipo".

Además, las instalaciones cuentan con un módulo sanitario, fundamental cuando se vive en aislamiento. En un entorno rocoso como una isla volcánica, las caídas son frecuentes, y también las hipotermias si no se está bien equipado. Así lo explica la teniente médico Elena Montes de Oca, quien añade que el entorno hostil puede complicar cualquier situación: "Cualquier cosa por leve que sea puede agravarse muchísimo por no tener los medios que tenemos en casa o porque no podemos hacer una evacuación instantánea". Montes de Oca, recuerda que para hacer una evacuación "tienen que darse unas condiciones excepcionales" por lo que es necesario "tener lo suficiente para poder estabilizar a una persona hasta poder evacuarle", concluye.

La base cerrará sus puertas con el fin del verano austral. Pero el trabajo no cesa y la siguiente campaña antártica comenzará su preparación inmediatamente. Durante nueve meses se entrenarán al límite para poner de nuevo rumbo a la isla Decepción.