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SANIDAD

Los casos de tosferina repuntan en Aragón y ya son 134 positivos en lo que va de año

El aumento de esta enfermedad grave respiratoria comenzó en julio, coincidiendo con el fin de la alerta sanitaria y la retirada total de las mascarillas. La principal manera de prevenirla es cumplir con el calendario de vacunación de la población infantil

K. HERRÁIZ /
Un profesional sanitario auscultando a un niño. / Canva
icono foto Un profesional sanitario auscultando a un niño. / Canva

Los casos de tosferina (tos convulsiva) en Aragón se han incrementado desde el pasado mes de julio y ya son 134 los positivos acumulados en la Comunidad en lo que va de año -en 2022, hubo cinco casos hasta mediados de octubre-. El repunte de esta enfermedad respiratoria, causada por la bacteria Bordetella pertussis, coincide con el fin de la alerta sanitaria por la pandemia de COVID-19 y la retirada generalizada de las mascarillas en todos los espacios públicos. La principal manera de prevenirla tanto en bebés, como en niños, adolescentes, mujeres embarazadas y adultos, es la vacuna, incluida en el calendario de vacunación aragonés de la población infantil. 

"Este aumento de casos tiene que ver con que al inicio del verano se retiraron todas las medidas de aislamiento y el uso de mascarillas, lo que pudo provocar que volvieran a aparecer ciertas enfermedades respiratorias, ya que la mascarilla protegía de todas ellas", apunta Teresa Tolosana, presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza. Tolosana destaca también que junto a esto se suma que la vacunación contra este virus se ha "resentido" durante la pandemia "por el tema del aislamiento". 

En todo caso, la presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza señala que se trata de un incremento "relativo", que nada tiene que ver con las cifras que se registraban antes de 1965, cuando la vacuna se incluyó en el calendario de vacunación infantil, lo que se tradujo en una importante reducción en la incidencia y mortalidad por esta enfermedad, al tiempo que sostiene que más delante "se volverá a niveles más normales". 

Según detalla Verónica Sanz, neumóloga pediátrica y coordinadora del Área de Neumología Pediátrica de la Sociedad española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), se trata de una enfermedad grave en los recién nacidos: "En niños y en población adulta se presenta como una tos persistente y molesta, pero en menores de tres meses puede resultar grave. Por eso se implantó la vacunación también en las embarazadas, y desde entonces los casos en esta población son contados". 


Un bebé recibe una vacuna. / Canva

La neumóloga resalta que si se detecta precozmente se puede tratar con antibióticos, aunque resulta "difícil" de diagnosticar. "Muchas veces se detecta de forma tardía, cuando ya no hay tratamiento que corte los síntomas, ya que en muchas ocasiones es indistinguible de otras enfermedades de vías respiratorias altas. La tos puede durar bastante tiempo, de hecho los clásicos la llamaban la tos de los 100 días". 

Según el Boletín Epidemiológico de Aragón, la semana pasada, correspondiente a la número 41 del año, se detectaron en la Comunidad cinco casos de tosferina, mientras que en el acumulado del año son 134 positivos. En esa misma semana de 2022 se detectó tan solo un caso, siendo el acumulado hasta esa fecha de cinco y en todo 2021 se diagnosticaron hasta la misma fecha tres casos. 

Atendiendo a las cifras previas a la pandemia, se observa que en 2019, hasta la semana 41 del año, se habían registrado en Aragón 63 casos, mientras que en 2018, hasta la misma semana, fueron 64, uno más.

La vacuna, la mejor manera de prevenirla

La vacuna es la mejor manera de prevenir la tosferina. Actualmente se administran cuatro dosis de la vacuna en Aragón: las primeras a los dos meses y a los cuatro meses, y posteriormente otras dos de refuerzo a los 11 meses y a los seis años. "Es muy importante mantener el calendario de vacunación vigente, sobre todo en la población infantil, porque puede verse la más afectada, al igual que se debe administrar a las embarazadas, para prevenir al recién nacido", manifiesta la presidenta del Colegio de Enfermería de Zaragoza.

Las bacterias que causan esta enfermedad se propagan con facilidad de persona a persona a través del aire, ya que cuando la persona que tiene tosferina estornuda o tose, puede liberar pequeñas partículas con bacterias en ellas. El período de incubación suele ser de siete a 10 días, con un rango más amplio de cuatro a 21 días, y se puede transmitir desde el inicio de los síntomas hasta tres semanas después del inicio de los episodios de tos.

La neumóloga pediátrica Verónica Sanz admite que es "altamente contagiosa", y que gracias a la vacunación "la incidencia de las formas graves ha disminuido". En caso de tener sospechas de haber contraído la enfermedad, se puede solicitar una prueba serológica en sangre. 

La tosferina tiene varias fases. "La primera es la catarral, pero le sigue una fase de tos muy repetitiva, muy llamativa, en la que el niño casi se ahoga, puede llegar a vomitar, y le impide llevar una vida normal. Llegar a esta fase depende tanto de la cantidad de gérmenes o bacterias que han podido entrar en nuestro organismo como de nuestro sistema inmunitario", comenta Teresa Tolosana.

En todo caso, la experta aconseja a los padres cumplir con el calendario de vacunación y adoptar medidas de prevención para, en caso de contraerla, "no pasársela a personas que tengan problemas de salud, así como prevenir a la comunidad", concluye.