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SUCESOS

Localizado el cuerpo de una montañera francesa desaparecida en octubre en el pico Balaitus

El dispositivo conjunto de búsqueda formado por agentes de la Guardia Civil de Panticosa y la Gendarmería francesa se reactivó el 14 de agosto, tras localizarse una prenda de vestir de la víctima

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto El equipo de rescate esta formado por agentes del GREIM de Panticosa y miembros de la Gendarmería francesa. | Guardia Civil

El GREIM de la Guardia Civil de Panticosa ha rescatado el cuerpo sin vida de una montañera francesa desaparecida desde octubre de 2021, a falta de la confirmación de la pruebas de ADN. El cadáver se encontraba en las inmediaciones del pico Balaitus, en el macizo del mismo nombre, ubicado en la frontera entre España y Francia, en una zona de muy difícil acceso y apenas transitada, según informa el instituto armado en un comunicado.

Los hechos se remontan al 24 de octubre del año pasado, cuando los familiares de esta montañera, de 50 años y vecina de Burdeos, denunciaron que no tenían noticia de ella desde que les comunicó que tenía intención de realizar una ruta partiendo del país galo hacia la zona española del macizo de Balaitus, en el término municipal de Sallent de Gállego.

La Gendarmería Nacional Francesa solicitó ayuda para la localización de esta mujer a las autoridades españolas el 1 de noviembre de 2021, y desde ese día, especialistas del GREIM de Panticosa y el helicóptero de la Unidad Aérea de Huesca realizaron diversas búsquedas por la zona, con resultado negativo, hasta que tuvieron que suspenderlas por las complicadas condiciones meteorológicas de nieve. Pero no cesaron en la búsqueda de esta persona, y cuando las condiciones volvieron a ser favorables continuaron con la búsqueda por las inmediaciones de la Gran Diagonal.

Este pasado mes de julio, se recibió una nueva solicitud de colaboración por parte de Francia después de que un guía de montaña francés que ascendía a la Creta de Palas divisara un objeto, que resultó ser, finalmente, cordaje de montaña. Pero el 14 de agosto, un montañero dio aviso de que había encontrado una prenda de vestir que podría pertenecer a la víctima. Al día siguiente se puso en marcha un nuevo dispositivo de búsqueda formado por miembros de la Gendarmería francesa y de la Guardia Civil, intensificando la búsqueda por debajo de la Gran Diagonal hacia el glaciar de las Fondiellas. 

Tras varias horas de búsqueda, un especialista del GREIM de Panticosa divisó con unos prismáticos un bulto de color azul, descendiendo junto con un gendarme al lugar, una zona no transitada habitualmente por personas y de muy difícil acceso. Finalmente localizaron una mochila y junto a ella restos de un cuerpo sin vida y  enseres personales.

Tras autorización Judicial del Juzgado de Instrucción de Guardia de Jaca se procedió al levantamiento del cadáver por parte de personal del los agentes de la Guardia Civil y a trasladarlo, con apoyo de personal de la Gendarmería, hasta un lugar accesible para la evacuación  por el helicóptero del cuerpo galo que en ese momento se encontraba más próximo al lugar de los hechos, hasta el acuartelamiento de Panticosa, y después, hasta el depósito de cadáveres de Jaca.

Una vez realizada la autopsia, y a la espera de confirmación positiva de las pruebas de ADN realizadas, todo apunta a que se trataría de la montañera francesa desaparecida.