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SOCIEDAD

Las sectas del siglo XXI: grupos manipuladores y coercitivos que están presentes en toda la sociedad

"Hay una secta que se adapta a cada persona, todos podemos caer", advierte el psicólogo y miembro de RedUNE, la red de prevención del sectarismo y del abuso de debilidad

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Los retiros son una de las herramientas más comunes de los grupos que captan personas.

Las sectas de los años 60 se han reconvertido en grupos coercitivos que dominan a las personas y hacen que les sea casi imposible salir. Es lo que dicen los psicólogos que trabajan con personas que han sido captadas por estos grupos, sobre los que avisan: "Cualquiera podemos caer, porque hay una secta que se adapta a cada persona". Según datos de la Asociación Iberoamericana para la Investigación del Abuso Psicológico, en España trabajan más de 250 grupos coercitivos de los que 40 podrían estar presentes en Aragón. La Policía Nacional ha desarrollado el primer Plan Operativo de actuación y coordinación policial frente a sectas destructivas que potenciará las capacidades de los agentes para perseguir los delitos penales o administrativos de estos grupos, y protegerá y atenderá de manera integral a las víctimas.

El concepto secta ha cambiado. "Ya no es el típico gurú que ofrece seguirle para mejorar nuestra vida, ahora son grupos que trabajan en varios niveles en busca de un lucro económico, interés sexual o simplemente lograr la manipulación de la voluntad del individuo". Así ha definido el psicólogo Carlos Sanz lo que en la actualidad es una secta en el programa Buenos Días de Aragón TV. El también miembro de RedUNE, la red de prevención del sectarismo y del abuso de debilidad, ha advertido que todavía existe una noción de la secta "de los años 60". "Es un tema ya de salud pública porque estos grupos juegan con el origen emocional de una enfermedad, por ejemplo el cáncer, para que esa persona no haga caso de los tratamientos médicos sino de la pseudoterapia que ofrece un gurú", ha detallado. Es un ejempl del porqué estos grupos "están en todos los sitios, en las universidades, en las empresas, en los retiros...".

Los expertos consideran que es complicado saber con certeza el número de grupos que actúan en nuestro país y de la cifra de personas atrapadas en ellos. Según ese informe de la Asociación Iberoamericana, 500.000 personas en España podrían formar parte de uno de estos grupos que tienen "asociaciones civiles como fachadas". "Primero vas al retiro, compras el libro y haces lo que quieren que hagas. Son muy complejos, por eso es importante que la policía, las instituciones e incluso los jueces sepan cómo funcionan los grupos coercitivos", ha explicado Sanz.

"Lo importante del sectarismo es que se cuece a fuego lento. Primero hay un proceso de seducción y luego un convencimiento progresivo, envolvente que hace que la víctima se sienta elegida. Es una dinámica de la que cada vez es más difícil salirse porque hay lazos emocionales y un adoctrinamiento muy fuerte", ha asegurado el psicólogo y especialista en sectas Miguel Perlado. Ha señalado que "librarse" de estos grupos "no es fácil" y que hace falta un proceso "largo porque hay vínculos adictivos de los que esa persona necesita desprenderse a nivel emocional". "Por lo general, son víctimas que han estado 10 ó 15 años vinculadas y eso deja secuelas y daños variables que afectan a la autoestima, a la identidad e incluso daños traumáticos por episodios de violencia", ha dicho.

Perlado ha subrayado que "es importante" que en el proceso de salida de la secta la víctima esté acompañada. "Una persona no se da cuenta de que está dentro del grupo y no percibe la realidad de lo que está pasando a su alrededor", ha contado el psicólogo Carlos Sanz. "Los familiares no deben abordar el tema de forma directa ni decirles que están en una secta. Es muy importante mantener la conexión y una vía de comunicación constante para no perder a la víctima". 

Sobre este proceso, Miguel Perlado ha relatado que se puede tardar más un año en dejar estos grupos. Ante el riesgo de volver a ser captado, insiste también en que la desconexión debe ser "absoluta, una ruptura total". Una salida que si no se hace correctamente, avisa este experto, puede provocar que las personas terminen en otros grupos de pseudoterapias, en relaciones tóxicas de pareja e incluso "en otras adicciones como las drogas o el alcohol".

La Policía Nacional ha creado un nuevo grupo de investigación multidisciplinar para poner cerco a estas asociaciones que "desde la coerción, las coacciones, o la manipulación" consiguen que la gente haga cosas en contra de su voluntad. "Esto atenta contra los derechos más importantes de la persona, como puede ser su integridad. Las conductas asociadas a esos casos son delictivas y es ahí donde debemos trabajar", ha explicado la portavoz de la Policía Nacional, Beatriz Gambón.