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MEDIOAMBIENTE

Más de 1.500 empresas aragonesas trabajan en la economía circular por el ahorro y el cuidado del medio ambiente

En 2020, el Gobierno de Aragón puso en marcha su estrategia para fomentar una línea de producción que deje la menor huella ambiental posible

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Confecciones Oroel lleva casi medio siglo trabajando en confeccionar prendas ignífugas y de protección. / Objetivo
icono foto Confecciones Oroel lleva casi medio siglo trabajando en confeccionar prendas ignífugas y de protección. / Objetivo

En la semana aragonesa por el clima, el programa Objetivo, de Aragón TV (sábado 13:25), mira a la economía circular en Aragón. Dos palabras que podrían ser la manera de aunar desarrollo económico y la defensa del medio ambiente que surge hacia un par de años. La línea de producción se convierte en curva para aprovechar materiales y dejar la menor huella posible en el medio ambiente. 

¿Qué tienen en común unas croquetas, una chaqueta, el césped de un campo de fútbol o una bombilla del ayuntamiento de Binéfar? Son elementos de economía circular hecha en Aragón.

Alfonso Aranda, profesor del Grupo de Investigación en Socioeconomía y Sostenibilidad Universidad de Zaragoza, define este concepto: "Buscamos el beneficio tanto común como personal. Lo que tirábamos en tiempos podemos reaprovecharlo y podemos diseñar para utilizar menos cosas, podemos diseñar para que el residuo final sea valor y también para que ese residuo pueda formar parte de nuevo de nuestra cadena de valor. Que de forma sencilla, fácil y poco costosa, muy importante, se integre de nuevo en el círculo". 

Una medida de ahorro

Más de 1.500 empresas aragonesas trabajan ya en economía circular. La multinacional Mondo es una de ellas. En Aragón se fabrica césped artificial para instalaciones deportivas de todo el mundo. Ellos hacen sus propias fibras con polietileno y el plástico reciclado. Su sistema aspira las fibras que se rompen, se sueltan o sobran y se trituran, se funden y se vuelven a convertir en bolitas que se reutilizan. Un tercio de la materia prima es reciclada, lo que les permite ahorrar. "El sobrecoste es tremendo. Este año las materias primas se han disparado muchísimo, con lo cual es una ayuda para la economía y tener el producto más barato y llegar a un mercado donde la competencia es cada vez mayor", comenta Luis Cerdán, director gerente de Mondo Tufting. 

Mondo vigila que el reciclaje no afecte a la calidad. "En el laboratorio verificamos que el material que estamos reciclando se puede seguir utilizando y podemos seguir el proceso con él porque muchos ciclos de reciclaje nos llevan a un material más degenerado. Esto es un tema muy importante y que tenemos que controlar exhaustivamente", insiste Cerdán. 

La investigación es una de las claves de la economía circular. En Mondo quieren llegar ahora a hacer césped artificial que pueda reciclarse tras su vida útil. "El primer proyecto es sacar el césped termosoldado, que es 100% reciclable, del que sacamos un hilo que podríamos utilizar en las siguientes moquetas. El siguiente proyecto es intentar desviar de vertedero una superficie después de que se haya desinstalado", según explica Marian Cavero, responsable de sostenibilidad de Mondo. 

Diseño con un toque medioambiental

La economía circular comienza por el ecodiseño: "Implica una mirada muchísimo más amplia que hasta ahora como confeccionistas de equipos de protección teníamos. Tenemos que mirar la huella hídrica, la de carbono que esas prendas van a dejar. Por tanto somos responsables de pedirles a los productores de textiles esa información y también de poner luego las prendas con nuevos transportes y embalajes que sean más sostenibles desde el punto de vista medioambiental", subraya Felipe Blanco, director general de Confecciones Oroel. 

Esta empresa de casi medio siglo, con plantas en Zaragoza y Marruecos, confecciona prendas ignífugas y de protección. Entró en la economía circular por casualidad, por la propuesta de una fábrica de mantas y, a partir de allí, empezaron a desarrollar una tecnología que les permite reutilizar hasta un 50 o 60% de sus propios materiales de deshecho y convierten plástico en tejido. Luis del Corral, presidente de Confecciones Oroel, admite que no esperaba "en tan poco tiempo" llegar al punto en el cual se encuentran.

En 2020, el Gobierno de Aragón puso en marcha su estrategia de economía circular. Todos los partidos políticos de las cortes apoyaron por unanimidad esta iniciativa. Miguel Luis Lapeña, director general de Planificación y Desarrollo Económico, explica que este concepto es clave para trasladarlo a todos los sectores de la economía aragonesa como un nuevo modelo, "donde los recursos no son limitados". 

Pioneros en el mundo rural

En Binéfar, la Policía Local patrulla por las calles con gasto de combustible y emisiones cero. Varios vehículos municipales se cargan de la electricidad que obtienen de plantas fotovoltaicas ubicadas en edificios públicos. Y quieren instalar cuatro más de aquí a final de año. Dicen que han conseguido ahorrar entre el 50 y el 70% de su consumo y que ayudan a los ciudadanos que optan por las energías limpias. "En el próximo pleno hay siete particulares que han presentado solicitudes de bonificación del 95% del impuesto de construcción y que luego le acarrea el 50% de bonificación en el IBI durante 5 años. Yo creo que apostando y facilitándoles a los vecinos que puedan invertir en temas sostenibles tanto ellos se benefician como el medio ambiente", comenta Alfonso Adán, alcalde de Binéfar. 

Estadilla y Binéfar son los únicos ayuntamientos aragoneses que acaban de obtener el sello de economía circular. Su proyecto sólo ha sido superado por Madrid en un concurso nacional en el que han quedado finalistas. 

Mientras, la antigua mina de carbón abierta de Ariño ha vuelto a la actividad, pero ahora para un uso muy distinto. Thermowaste ha decidido instalarse en sus hangares de gran maquinaria para llevar a cabo su ambiciosa misión: quieren que dejen de existir los vertederos en todo el mundo. Oscar Ribas, el director gerente, indica que es el punto de partida: "Tenemos cerca de 80 proyectos internacionales que están pendientes de la inauguración de Ariño para poder visitar nuestras instalaciones. Son empresas que desean aplicar en sus regiones esta tecnología". 

Desarrollan un proceso que se llama limpulación, que limpia los residuos, para que los materiales puedan reutilizarse mejor. Para Ribas, hay dos retos importantes: "La energía y los materiales. La economía circular es eso, que consumamos los menos recursos de la tierra, porque lo estamos destruyendo todo".