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ENTREVISTA EN BUENOS DÍAS

Las altas temperaturas adelantan la aparición de procesionaria

La especialista en control biológico Laura Escuer explica el ciclo de vida de estos insectos y por qué es importante evitar el contacto, sobre todo para las mascotas

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Las altas temperaturas aceleran la llegada de la procesionaria. / Canva

Las altas temperaturas registradas las últimas semanas están acelerando los procesos biológicos de ciertas especies y también los de algunas plagas, como los de la procesionaria. "Años atrás, cuando teníamos unos inviernos más fríos, el descenso de las orugas a tierra se producía en el mes de marzo. Ahora han comenzado a bajar en febrero e, incluso, en enero", ha explicado Lorena Escuer, especialista en control biológico, en el programa Buenos Días, de Aragón TV. 

Sin embargo, el adelanto de las primeras fases de vida de estos insectos no afecta a su desarrollo adulto, que se produce en verano. "Se llama procesionaria porque descienden de los árboles en procesión hasta poder enterrarse y hacer allí su crisálida, durante su fase mariposa, que es en la que se va a producir la metamorfosis y que tiene lugar entre mayo y julio", ha señalado Escuer.

La bióloga Lorena Escuer durante su intervención en el programa Buenos Días Aragón.

"No todas las que se entierran eclosionan ese verano, a veces lo hacen al año siguiente. Por eso hay ejercicios en los que la población de procesionaria desciende y otros en los que alcanza su pico. No se sabe por qué, pero tienen un mecanismo por el que se quedan latentes, vivas pero dormidas", ha comentado la experta.

El adelanto de la bajada de la procesionaria también hace necesario anticipar las precauciones. Por eso, la experta ha señalado: "Hay que tener mucho cuidado, sobre todo con las mascotas. A partir del tercer estado larvario desarrollan pelos urticantes, por lo que se recomienda que no haya interacción con las orugas. No solo se trata de no tocarlas, ya que cuando se sienten amenazadas disparan sus pelos que producen irritaciones".

A pesar de estos inconvenientes, la bióloga ha remarcado: "Todos tenemos una función en el ecosistema. Este insecto forma parte de las redes tróficas de otros animales, como los carboneros o los herrerillos".

Conscientes de este problema, desde el Ayuntamiento de Zaragoza ya han puesto en marcha medidas para evitar afectaciones. "Nos centramos en la eliminación de nidos, que es lo más eficaz", ha apuntado José Arrieta, técnico del servicio de parques y jardines. "En lugares en los que sabemos que hay mucha presencia de este insecto utilizamos anillos que recubren el perímetro del tronco y los llenamos de tierra. También, en verano, instalamos trampas de feromonas para reducir la población".

Además, con el propósito de disminuir la utilización de productos químicos, también hacen uso de los enemigos naturales de la procesionaria, como los murciélagos. "Solo utilizamos endoterapia en centros públicos con presencia de población vulnerable", ha apuntado Arrieta.