Las administraciones preparan más restricciones ante la situación de sequía y las bajas reservas de los embalses
Varias zonas están en riesgo de entrar en emergencia y algunos caudales ecológicos se podrían reducir a la mitad. La CHE no cree que vaya a suponer un impacto ambiental severo y trabaja en el nuevo plan de sequía para coordinar las acciones
Las lluvias no llegan y los embalses de la cuenca del Ebro están al 53% de su capacidad, 23 puntos menos que la media de la última década en esta misma semana. Con esta evolución, en los próximos días la CHE analizará si más zonas entran en situación de emergencia por sequía, ya declarada en la cuenca del Segre, y se reducen incluso algunos caudales ecológicos que no están dentro de la Red Natura. Un extremo que, asegura el organismo de cuenca, “no tendrá un impacto ambiental severo”. Las administraciones preparan más restricciones ante la sequía, mientras ayuntamientos como el de Zaragoza y Huesca piden a los vecinos reducir el uso de agua.
“Cuando entramos en situación de emergencia hay que plantear restricciones, medidas más severas”, ha explicado el jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHE, Miguel Ángel García Vera. De momento, esta declaración solo afecta a la zona del Segre, pero cuando se actualicen los datos no descartan que la sequía prolongada se extienda al eje del Ebro, del bajo Ebro, a las cuencas del río Aragón, del río Arba y del Huerva, e incluso a los grandes sistemas de regadío del Alto Aragón y al canal de Aragón y Cataluña.
Según ha explicado la CHE, una vez declarada la emergencia el plan de sequía establece la posibilidad de reducir a la mitad los caudales ecológicos de algunas masas de agua, aquellas que no están dentro de la Red Natura, un 40% aproximadamente. “Hay que analizar en qué momento estamos y qué tipo de medidas aplicar. Llega un punto en que son duras y convivimos con ellas todos los países de clima semiárido”, ha argumentado García Vera.
En este momento, ese protocolo de actuación que marca el plan de sequía está en exposición pública para su renovación. La CHE ha organizado este miércoles unas jornadas para explicar los cambios propuestos ante más de 200 asistentes. La mayoría de las novedades tienen que ver con aspectos técnicos y con la actualización de volúmenes de agua. “En España sufrimos una sequía cada cinco años y este plan es un apoyo para actuar ante esta situación difícil que ahora debemos afrontar”, ha dicho el jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHE, quien ha añadido que el cambio climático puede aumentar la probabilidad de estos episodios y que pase de un 20% a un 25%.
Los municipios también toman medidas
Las consecuencias de la sequía las notan también en algunas pequeñas localidades de la provincia de Huesca. Es el caso de Aguinalíu, una pedanía de Graus, a la que este miércoles han tenido que volver los bomberos de la Diputación de Huesca para abastecer con agua su depósito que está seco desde hace casi un mes. Hasta la localidad han llevado por segunda vez 6.000 litros de agua para suministrar a los vecinos de la parte alta. Una situación que habitualmente se producía en agosto, cuando el agua empezaba a escasear en el manantial y el consumo se disparaba por el aumento de población.
En la capital oscense, el Ayuntamiento también ha tomado las primeras medidas de ahorro. En un bando el alcalde ha pedido a los vecinos que hagan un uso responsable y moderado del agua, regando los jardines por la noche, minimizando el baldeo y llenando las piscinas particulares también en horario nocturno. El propio consistorio va a reducir el riego en algunas zonas verdes y a llenar las piscinas públicas de noche y de forma escalonada. “El ayuntamiento puede hacer mucho en materia de ahorro de agua con sus riegos, en zonas verdes, en rotondas, en praderas, etc. Pero si no cuenta con la colaboración de los ciudadanos esas medidas se quedan cortas. Afortunadamente hemos vivido ya una experiencia y esa experiencia fue muy positiva.”, ha dicho el alcalde de Huesca, Luis Felipe.
Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza ha lanzado una campaña de sensibilización para reducir el consumo de agua, ‘Cuidemos cada gota’. Con ella busca fomentar el ahorro en el contexto actual de sequía.
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