La sequía reduce la venta de fertilizantes un 30% en el último año

La sequía de esta primavera ha hecho que muchos agricultores aragoneses hayan dejado de sembrar buena parte del cereal que se recoge en verano. Si no hay cultivo, tampoco se fertiliza la tierra, como argumentan los propietarios de los campos. "En la campaña de arroz estamos utilizando en torno a un 30% de fertilizante menos que en 2021", asegura Miguel Aso, de la Cooperativa Osca de Agricultores Arroceros de Alcolea de Cinca (Huesca).

El fertilizante se ha quedado sin vender y, por otra parte, a eso se suma que el producto ha tenido mucho vaivén de precios por el incremento del coste de la energía, las materias primas o el conflicto de Ucrania. Por ejemplo, los productores de abono calculan que un saco de 1.000 kilos de fertilizante se vendía el año pasado por estas fechas a 1.000 euros y ahora a unos 500€.

"El problema de este producto es que es muy estacional, lo que no sacas en primavera tienes que aguantarlo hasta finales de año y no sabemos si en septiembre va a venir un año normal de lluvias y el agricultor se va a volver a animar", lamenta Agustín Polo, director ejecutivo de Campo Jalón, empresa especializada en productos fitosanitarios de La Almunia De Doña Godina.

Además, a los costes anteriores se suma el gasto por almacenaje, que se duplica. En una campaña normal, en Campo Jalón, una parte del producto va directo del puerto al consumidor final. Ahora, hay que dejarlo almacenado.

"Son entre 1,80 y 2 euros al mes, pero a partir del tercer mes son cinco euros por tonelada y mes. Si tienes 2.000 toneladas allí es muchísimo dinero", indica Daniel Morata, responsable de fertilizantes en Agrogaia y Campo Jalón. 

Algunas empresas están capeando la situación con regulaciones temporales de empleo.