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INCENDIOS

La sequía, las altas temperaturas y el viento obligan a crear un nuevo nivel de alerta de incendios: 'rojo plus'

Es un nivel de riesgo extremo que determina el Plan Especial de Protección Civil de Emergencias por Incendios Forestales (PROCINFO). Por encima del nivel rojo se limitan algunas actividades

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Efectivo de bomberos sofocando un incendio.

Aragón incorpora este martes a su Nivel de Alerta por Riesgo de Incendios Forestales el 'rojo plus' para las situaciones de 'riesgo extremo' y establece limitaciones en actividades. La situación sufrida en España el pasado verano ha obligado a modificar la Ley de Montes.

El nivel de alerta 'rojo plus' se declarará cuando las condiciones sean extremas, la humedad o las temperaturas alcancen percentiles atípicos y/o el viento se sitúe en el entorno de los 30 kilómetros por hora. En ese caso, se prohibirán actividades agrícolas, ganaderas o deportivas, aunque esa declaración se puede llevar a cabo por zonas y se puede regular, dependiendo de las circunstancias. Tanto el nivel de alerta rojo, como la situación declarada de alerta rojo plus, serán determinadas por término municipal, publicándose diariamente en la página web del Gobierno de Aragón el listado de municipios afectados junto con el boletín del Nivel de Alerta por Incendio Forestal.

Hasta ahora, el Plan Especial de Protección Civil de Emergencias por Incendios Forestales (PROCINFO) definía cuatro niveles distintos de alerta: verde, amarillo, naranja y rojo, siendo este último el que se corresponde con un nivel de riesgo “muy alto”. 

Prohibiciones

Tal y como establece la Ley de Montes estatal, cuando el nivel de alerta sea rojo queda prohibido:

  • Encender fuego en todo tipo de espacios abiertos.
  • La suspensión temporal de todas las autorizaciones concedidas de quema de rastrojos, de pastos permanentes, de restos de poda, y de restos selvícolas.
  • Encender fuego en las áreas de descanso de la red de carreteras, así como en zonas recreativas y de acampada, incluidas las zonas habilitadas para ello.
  • La utilización de maquinaria y equipos en los montes y en las áreas rurales situadas en una franja de 400 metros alrededor de aquellos, cuyo funcionamiento genere deflagración, chispas o descargas eléctricas, salvo cuando resulten necesarias para la extinción de incendios.
  • La introducción y uso de material pirotécnico.
  • Arrojar o abandonar objetos en combustión o cualquier clase de material susceptible de originar un incendio.

Además, quedarán en suspensión temporal todas las autorizaciones que pudieran haberse concedido para uso del fuego en espacios abiertos, quedando asimismo prohibidos los usos del fuego sometidos exclusivamente a comunicación previa. Lo mismo sucederá con las autorizaciones de pruebas deportivas y actos públicos que se desarrollen en un entorno forestal, siempre y cuando la resolución que las autorice no haya previsto de forma expresa las condiciones concretas para su celebración en dicho nivel de alerta.

Cuando el nivel de alerta sea rojo plus, además de las limitaciones previstas en el punto anterior, quedarán suspendidas las pruebas deportivas, espectáculos pirotécnicos y otros eventos que puedan generar situaciones que favorezcan el inicio de un incendio forestal, salvo que dispongan de un plan específico de prevención y extinción de incendios forestales aprobado por el Departamento competente en materia de Protección Civil. En este sentido, la orden prevé que se pueda limitar incluso el acceso a las masas forestales de personas ajenas a la vigilancia, extinción y gestión.

Una inversión de 57 millones de euros

El Gobierno de Aragón destina 57 millones de euros para la prevención y extinción de incendios forestales en 2023. Esta es una de las grandes novedades del dispositivo de incendios, tras adaptar el ejecutivo la norma autonómica a la estatal. Se invertirán 57 millones para que 1.300 personas trabajen en prevención y extinción de las 9.500 hectáreas que hay que vigilar. 

Balance de la primera parte del año

En Aragón se han producido 173 incendios en los cuatro primeros meses del año, un número de siniestros moderadamente superior a la media histórica. La superficie forestal afectada es muy superior a la media histórica: la superficie quemada es 3,4 veces más que el promedio histórico y 2023 es el segundo año con más zona afectada entre enero y abril, solo superado por el año 2012 en el que se calcinaron 3.162,66 hectáreas forestales, de las cuales 2.730 se quemaron en el incendio de Montanuy del 8 de marzo de 2012.

El 71,09 % de los siniestros se han quedado en conatos (menos de 1 ha) y tan solo el 4,6% de los siniestros han superado las 5 hectáreas, siendo el incendio registrado en San Agustín (23/3/2023) el mayor de todos los registrados en el periodo. De los 173 siniestros, 41 correspondieron a la provincia de Huesca; 109 a Zaragoza y 23 a Teruel. De estos, un 99,42% se debieron a causas humanas (55,23%, a negligencias y 34,30%, intencionados).