La presión hospitalaria aumenta en la Comunidad y obliga a reorganizar recursos

La presión hospitalaria sigue aumentando en Aragón, con más de 800 pacientes contagiados de COVID-19. Una situación que obliga a reorganizar recursos. A partir de este martes, la Comunidad activa el mando único en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). Los centros hospitalarios Miguel Servet, Clínico Universitario Lozano Blesa, Royo Villanova y Provincial se alternarán en la coordinación. Cada semana uno de estos hospitales centralizará todas las camas públicas de críticos.

Un ejemplo de la tensión que sufren estos días los centros médicos es el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde en estos momentos hay 12 camas ocupadas por personas con coronavirus. "El número de pacientes ingresados en esta ola es mayor ya que en otras", afirma el gerente del centro, Luis Callén, para añadir que en este hospital se están posponiendo "en torno al 40% de las intervenciones" que normalmente estarían realizando. De hecho, en el Miguel Servet solo se practican cirugías oncológicas, cardiacas y urgentes.

En total, en las UCI de la Comunidad hay 166 camas, de las cuales 63 están ocupadas por pacientes con coronavirus y 71 por personas con otras patologías. Si fuera necesario podrían ampliarse hasta las 211, la máxima capacidad. "Iremos adaptando la capacidad a las necesidades que tengamos de presión sobre el sistema asistencial", señala ante esta situación el director general de Salud Pública, Francisco Javier Falo. 

Pero en los centros hospitalarios la preocupación continua porque, cuentan, aunque una veintena de profesionales sanitarios jubilados se han apuntado a la bolsa, hay más de 1200 de baja. Por ello, ya han tenido que modificar turnos y suspender libranzas, y creen que aun no se ha llegado al pico máximo de contagios. 

Se mantienen las restricciones

Aragón ha notificado 5.406 nuevos contagios este lunes, 2.289 más que hace una semana, de los cuales el 60% se ha diagnosticado por autotest. Con la curva de contagios disparada, la consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha avanzado que las restricciones seguirán, al menos, hasta finales de este mes de enero.

Esto supone que seguirá siendo obligatorio presentar el certificado COVID en ocio nocturno y eventos multitudinarios, las mesas continuarán limitadas a diez personas y la hostelería tendrá que cerrar a las 00.00 y las discotecas a las 2.00 horas. "Previsiblemente con estas medidas vamos a estar un tiempo. Probablemente, hasta final de mes: mientras la curva esté subiendo y veamos que está estabilizado", ha indicado Repollés.