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PUENTE DE AÑO NUEVO

La ocupación de casas rurales para Nochevieja roza el lleno en el Pirineo y alcanza el 70% en Teruel

En Zaragoza, las cifras son dispares, aunque hay hoteles con el 80% reservado. El cliente más común es el familiar y la estancia media es de una noche

ARAGÓN NOTICIAS /
'El géiser de Pozuelo' es la única casa rural que hay en Pozuelo de Aragón. / Ana Blanca Jarreta
icono foto 'El géiser de Pozuelo' es la única casa rural que hay en Pozuelo de Aragón. / Ana Blanca Jarreta

Pasar la Nochevieja en una casa rural es una opción que gana adeptos año tras año. El Pirineo oscense es una de las zonas por excelencia de Aragón, lo que explica que la ocupación para el día 31 de diciembre ronde el 100%. "Estamos contentos, prácticamente todo está al completo", confirma el presidente de la Federación Aragonesa de Turismo Rural (Faratur), Jesús Marco.

En la provincia de Teruel también se están animando las reservas, especialmente las de última hora, aunque todavía no recuperan las cifras prepandemia. "De media, en la provincia estaremos en un 70% de ocupación. Este año será parecido al pasado", asegura Roche Murciano, presidente de la patronal hostelera de Teruel. 

Las localidades próximas a las estaciones de esquí son las que primero cuelgan el cartel de completo. La nieve y el pasar una Nochevieja de película rodeado de montañas contribuyen a ello. Aun así, los propietarios de casas rurales notan que este año los clientes se lo han pensando dos veces antes de reservar, algo que creen que viene heredado de la situación de incertidumbre que se ha vivido durante la pandemia. 

"El goteo de llamadas es constante"

"Hay muchas reservas, pero muy lentas. La gente se lo piensa mucho antes de decidirse", recalca Marco, quien matiza que en el caso de los grupos grandes, la decisión se toma rápido: "Los que necesitan o quieren un lugar concreto o una casa con unas características determinadas van con tiempo". 

El perfil más común entre los que eligen el Pirineo para despedir el año es el de grupos de amigos de entre 12 y 16 personas. A esos se suman las familias que, teniendo una casa en un pueblo, no disponen de espacio suficiente para albergar a todos y optan por pernoctar en establecimientos rurales. 

El goteo de llamadas es constante, pero los hosteleros apuntan a que el fin de semana será el punto álgido con las reservas de última hora, "que ayudarán también a cubrir las cancelaciones que se puedan dar", señala el presidente de la Asociación Turismo Verde, Paco Parra. Este recuerda que una buena parte de los beneficios de los establecimientos de la provincia de Huesca depende de la ocupación de las fiestas navideñas y de la Semana Santa.

Albarracín y el Matarraña a la cabeza

Las reservas para el puente de Año Nuevo son dispares en la provincia de Teruel. En Albarracín y Teruel capital, los hoteles rondan el 100%. La comarca del Matarraña es otro de los puntos neurálgicos del turismo estos días. "Son zonas que pueden alcanzar el 80% o el 85% de ocupación", apunta Roche Murciano. 

En la otra cara de la moneda se encuentra este año la comarca de Gúdar-Javalambre, que nota la escasez de nieve, lo que reduce el número de reservas en los alojamientos de la zona. "Este año pasaremos del 100% de otros años, al 60% o 70% como mucho", comenta el presidente de la Asociación Provincial Teruel. 

Murciano cree que detrás de esas cifras se encuentra también el buen tiempo, que juega en contra de Teruel y anima a los vecinos de la Comunidad Valenciana a elegir destinos de costa para la última noche del año, por encima de la tradicional nieve. "Hay menos alegría en lo que se refiere a ocupación, sin embargo está siendo una Navidad muy buena en la restauración", añade.

Más gasto y mayor ocupación en Zaragoza

"Estamos con niveles de ocupación mejores que en 2019 y con un precio medio más alto", comenta José Antonio Palau, director del Hotel Ilunion Romareda. En su establecimiento están ya al 80% para despedir al año, aunque Palau matiza que su situación no es la misma que la de otros hoteles de Zaragoza, de los que no han trascendido cifras.

Su clientela en Nochevieja es mayoritariamente familiar y pasa una noche o, máximo, un fin de semana. "Optan por pasar la noche aquí en lugar de en casa de familiares. Así pueden estar más cómodos y con más espacio", añade Palau. 

A pesar de que las cifras son buenas, el director del hotel asegura que la rentabilidad económica es peor que la de 2019. "Los costes son más elevados. A la subida de los suministros se suma también la de los precios de los alimentos, por ejemplo. En el bufet, ahora es un 30% más caro el café que servimos que antes de la pandemia", explica el directivo.