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Guardar la caravana en un espacio vigilado: una opción al alza en Aragón y con lista de espera

Aragón dispone de unos 50 espacios de estacionamiento aptos para autocaravanas pero los lugares a cubierto para los meses de menor actividad escasean ante la gran demanda existente

ARAGÓN NOTICIAS /
Una autocaravana aparcada al aire libre en Zaragoza.
icono foto Una autocaravana aparcada al aire libre en Zaragoza.

El buen tiempo y la cercanía de las vacaciones hace que muchos aragoneses pongan a punto sus caravanas y autocaravanas. En Aragón hay espacios, como las naves industriales, en los que poder guardar este tipo de vehículos entre temporadas y usos esporádicos. Muchos de ellos cuentan con una clientela fija e incluso tienen lista de espera

En la Comunidad hay espacios acotados para la pernocta, ya que en la mayoría de localidades está prohibido estacionar en la vía pública para ese fin.  Basta con una búsqueda rápida en internet para contabilizar unos 50 espacios para autocaravanas que incluyen desagüe, toma eléctrica o toma de agua, aunque no todos ellos gozan de la totalidad de los servicios ni son espacios de aparcamiento a tiempo completo, fuera de los meses estivales.

La llegada del buen tiempo incrementa los movimientos de autocaravanas en los párquines de las grandes ciudades. José Calzón es propietario de uno de ellos, en el polígono Centrovía de Zaragoza. La nave está abierta las 24 horas del día. En su caso no hay plazas libres para nuevos clientes. Con la llegada del buen tiempo el trasiego de vehículos se incrementa.

Algo similar le ocurre a José Ramón Gracia Serrano. La nave que montó su padre en San Juan de Mozarrifar, a principios de los 70, nunca ha dejado de albergar caravanas o carros tienda, siempre con el cartel de lleno colgado.

"La gente se suele llevar la 'roulotte' en estas fechas y la devuelve en septiembre", señala José Ramón. Todo ello a pesar de que tienen que pagar su plaza de garaje en los meses de verano, para no perder su derecho. La situación en el polígono de Centrovía no difiere de la que se da en el barrio rural de Zaragoza. Raro es el día que su encargado no reciba una o dos llamadas de usuarios preguntando si queda alguna plaza libre. De momento, tienen que conformarse con la lista de espera.

Clientes de lejos de Aragón

La privilegiada ubicación de Aragón y el precio de los aparcamientos sirven de reclamo para que los asiduos al fenómeno de la caravanas instalen su campamento base en la Comunidad. "Hay una pareja que viene de Tenerife de vez en cuando y se lleva la autocaravana", dice Calzón: “Durante esos días dejan el coche en su plaza y se van a escalar y a hacer alpinismo al Pirineo”. Más exótico es otro de sus clientes, que llega "una vez cada seis meses" desde Israel para recorrer la península. Los propietarios de fuera reconocen que los precios en Aragón son más baratos que en Madrid y Barcelona.

A pesar de que la adquisición de estos vehículos se ha disparado tras la pandemia, la afición suele heredarse de padres a hijos. Lo atestigua Gracia Serrano, que lo ha vivido de cerca: “Desde 1971 han pasado muchas familias que han ido dejando a las futuras generaciones las caravanas y el aparcamiento de las mismas”. Al final, concluye, es gente que lleva esta actividad en los genes.