Aragón es la única comunidad en la que los nacimientos superan en 2023 a los de antes de la pandemia

Aragón se ha convertido, en el primer trimestre del año, en el oasis nacional de los nacimientos. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y marzo de 2023, en la Comunidad han nacido 2.337 niños y niñas, frente a los 2.163 del año pasado, lo que supone un incremento del 8,07%. Además, estos datos reflejan un ascenso del 2,64% respecto a la cifras obtenidas en 2019, último periodo antes de la pandemia. Mientras, en España, han nacido un 10,26% menos de bebés que en el invierno de hace cuatro años.

Por provincias, la mayor progresión en el último año la ha experimentado Huesca, con un aumento del 12,51% en los tres primeros meses de 2023, pasando de 331 a 372 nacimientos. Le sigue Zaragoza, con un 10,1%, y un ascenso de 1.603 a 1.765. Teruel es la única que registra datos negativos, con un descenso de los alumbramientos del 12,6% en el primer trimestre del año.

A nivel nacional, las cifras son poco halagüeñas y reflejan un retroceso del 1,71% en el número de nacimientos respecto a los mismos meses del año pasado. 

De cada 100 niños y niñas que nacen actualmente en España, aproximadamente dos tercios ven la luz en solo cuatro comunidades: 19 en Andalucía, 17 en Cataluña, 16 en Madrid y 11 en la Comunidad Valenciana. Del tercio restante, cuatro nacen en Galicia, País Vasco, Murcia, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Canarias; tres en Aragón y Baleares; dos en Extremadura y uno en Asturias, Cantabria, Navarra y La Rioja.

La mitad de recién nacidos que en 1974

Los datos del INE de este año para Aragón cobran valor en un momento de claro retroceso en la natalidad. 1974 fue el año en el que se registró un mayor número de nacimientos en España durante el primer trimestre. En aquel momento llegaron al mundo 164.069 bebés, un 109% más que en la actualidad. Desde entonces, la natalidad ha descendido casi a la mitad en Zaragoza, al pasar de 3.331 bebés a los 1.765 de este año. En Teruel la disminución, en el último medio siglo, es todavía más sangrante: de 426 a 200. Huesca suaviza la tendencia negativa, con 372 alumbramientos frente a 598.

Pronto para determinar un cambio de tendencia

Vicente Pinilla, director de la Cátedra Diputación de Zaragoza sobre Despoblación y Creatividad, ha advertido que es muy complicado sacar conclusiones de estos datos tan positivos que ofrece Aragón, ya que están acotados a los tres primeros meses del año. 

Por ello, dice este experto, es pronto para determinar si existe un cambio de tendencia. Sí se aventura a afirmar que las razones de esta estadística solo pueden tener dos causalidades. Por un lado, podría ser que la decisión de tener hijos se haya reactivado tras la pandemia. La otra opción tiene que ver con los flujos migratorios y que los nuevos moradores hayan generado nuevos nacimientos a su llegada a Aragón. 

Pinilla también cree que puede que haya existido un movimiento interior de personas jóvenes de otras comunidades que, atraídas por las expectativas laborales que les ofrece Aragón, hayan optado por trasladarse a vivir a Huesca o Zaragoza.