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CINE

Pilar Palomero, premio Málaga Talent: "Tenemos que celebrar a la gente buena"

La cineasta zaragozana, que ya recibió la Biznaga de Oro con su ópera prima, 'Las niñas', está a punto de terminar su tercera película

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Pilar Palomero, junto a su madre, que sujeta el premio, en el escenario del Festival de Málaga.

La directora de cine aragonesa Pilar Palomero ha recibido este domingo el premio Málaga Talent de la 27 edición del Festival de Málaga, con el que este certamen reconoce a los jóvenes talentos del cine español.

Al recoger el galardón, rodeada de compañeros y parte de su familia, ha señalado que cuando estudió, se encontró una profesión todavía un poco "chapada a la antigua". Un hecho con el que se encontró también cuando empezó a trabajar. "Parecía que para ganarse el respeto del equipo había que ejercer una autoridad un tanto cuestionable; y no hace tanto tiempo", ha señalado.

Por todo esto, ha seguido relatando, se enfrentó al reto de hacer una película con dudas. "Pero la clave es el equipo del que me rodeé", ha prosesguido. H sido determinante formar equipos, ha añadido, con personas a las que admiraba "no sólo por su talento, sino sobre todo por su bondad". Una cualidad a la que no siempre se presta la atención que se merece, ha dicho.

 "Quiero seguir haciendo películas con personas buenas, porque gracias a ellas he aprendido que el cine no tiene por qué ser un proceso traumático, sino que, al contrario, puede, y debe ser un espacio de crecimiento. Y es nuestra responsabilidad crear espacios seguros, sanos y enriquecedores", ha añadido la cineasta. "Tenemos que celebrar a la gente buena", ha concluido.

Pasión por el cine, y suerte

El director de la cita, Juan Antonio Vigar, ha señalado que se trata de una "palmadita en la espalda" y un "gesto de confianza" en su futuro. En un coloquio que se ha celebrado en la tarde de este domingo, en presencia de numerosos estudiantes de cine, Palomero ha compartido que se siente "muy conforme" con la nueva mirada femenina que los y las cineastas más jóvenes están imprimiendo al cine español, una manera diferente, ha dicho, y, también, "más sana para todos".

La directora de 'Las niñas', con la que ganó la Biznaga de Oro en 2020, ha hecho un repaso a su historia desde que se graduó en Filología para contentar a sus padres y cómo el amor por el cine se impuso a todo lo demás. Una pasión, ha dicho, "que vino muy de la mano de la literatura". "Me encantaba escribir, pero yo no era consciente, o no me creía, que ser cineasta era posible para ganarse la vida", ha confesado.

Por una carambola -"la suerte es muy importante, y me parece poco humilde no reconocerlo", dice la zaragozana-, la crisis de 2008 desembocó en que Pilar acabase dando clases y uno de sus alumnos le hablase de que Bela Tarr (al que ella veneraba) preparaba unos talleres para hacer cine en comunidad con estudiantes del mundo.

Pilar Palomero, en el coloquio previo a la entrega del galardón. (EFE/Daniel Pérez)

"Me presenté y recibí un mensaje del propio Bela Tarr. Lo dejé todo y me fui a Sarajevo. Allí sentí que era cineasta y que esto es algo que va más allá de qué películas hagas o cómo las hagas", cuenta la directora de 'La maternal' (2022), que se quedó con el cineasta húngaro cuatro años y medio. Hoy, dice, "sigo dedicándome a la formación y sigo trasladando muchos mensajes de él".

Docente y pausada, Palomero ha regalado multitud de consejos a los alumnos que la escuchaban en el salón Rossini del Teatro Cervantes de Málaga: que nunca se enfrenten a un guion en soledad, que formen cuanto antes un equipo de su confianza, que vean mucho cine o que participen en todos los rodajes que puedan. Y que no se desanimen si el primer rodaje es muy duro: "Luego mejora", ha asegurado.

Y ha vuelto a citar a Tarr: "Ser cineasta o dirigir no se puede enseñar, tiene más que ver con estar seguro de lo que quieres decir y hacerlo de una manera que tenga mucho que ver con quién eres".

En muy poco tiempo tendrá terminada su tercera película, 'Los destellos', que ha rodado en el pueblo de su familia, Orta de Sant Joan, haciendo suyos unos relatos de Eider Rodríguez para llevarlos a sus recuerdos y sus vivencias. "He volcado en ella todos los temas que me han obsesionado sobremanera, como el paso del tiempo o lo que perdura", explica.

"Soy consciente del privilegio que es rodar películas (...) Pero hay que estar siempre con los pies en la tierra y ser consciente de lo difícil que es que confíen en ti. Yo quiero hacer mi quinta o mi décima película con el mismo esfuerzo y la misma ilusión que la primera", ha afirmado.