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DÍA DE LAS LIBRERÍAS

Javier Sierra, Antón Castro y José Luis Melero: ¿por qué aman las librerías?

Los tres escritores son clientes habituales de unos establecimientos que califican como "paraísos"

LOURDES SAAVEDRA /
José Luis Melero, Antón Castro y Javier Sierra.
icono foto José Luis Melero, Antón Castro y Javier Sierra.

Los libros son pequeños tesoros que nos permiten vivir muchas vidas en una sola. Encierran entre sus páginas historias, secretos e, incluso, olores inconfundibles. Y de todos es sabido que las cosas valiosas deben tener un lugar privilegiado donde reposar y, como si de dinero bien custodiado en un banco se tratase, los libros han encontrado su sitio en espacios tan especiales como son las librerías.

"Una librería es una farmacia para el alma", asegura Javier Sierra. El escritor y periodista turolense, dice que "acudes a ellas en busca de esa medicina que te consuele, te emocione, te haga volar o te revele quién eres de verdad". 

En su caso, Antón Castro se vale del escritor de cuentos José Luis Borges para describirlas: "Como decía Borges, es uno de los paraísos de la tierra". "Me he pasado muchas horas en ellas y para mí son espacios fascinantes". Una de las cosas que más le gusta a Antón Castro en su visita a las librerías es cuando el azar y la casualidad se dan la mano y coincide en estos espacios con alguno de los escritores que admira. "No sabes las satisfacciones que me llevo cuando me encuentro a grandes escritores", asegura. Y añade que incluso tiene "libros firmados de los encuentros con ellos en librerías".


Antón Castro: "Una de las cosas que más me gusta es encontrarme en las librerías con escritores a los que admiro y que me firmen un libro" 


José Luis Melero coincide con Castro e, incluso, con Borges al definir estos espacios como "paraísos donde surtirse de los placeres intelectuales más importantes". "El caladero para los amantes de los libros, donde pescar todo lo que queramos", define. 

Tirar la caña una y otra vez es lo que hacen estos tres escritores aragoneses que se confiesan fieles compradores de las librerías de proximidad. "He comprado en casi todas las librerías de Zaragoza", añade Melero, que enumera una lista de sus habituales, entre las que encontramos "Antígona, Cálamo, París, Portadores de Sueños o la Librería General, entre otras". El autor del libro 'Lecturas y Pasiones' también describe sus largas jornadas en las 'librerías de viejo' de Inocencio Ruiz, Abel Pérez, Hermanos Vidal o Hesperia.

Para Antón Castro la librería de su vida, como él mismo la califica, es Muriel. La antesala de Antígona. También confirma que ha traspasado innumerables veces las puertas de Cálamo y la librería el Pórtico, "donde he encontrado auténticas joyas". "Pero me gustan todas, incluso las generalistas como FNAC", relata, asegurando también que es un "amante incondicional de las librerías de cómics". 


Javier Sierra: "Quizá la librería más especial sea Senda, en Teruel. Fue la primera en la que me atreví a entrar de niño y todavía recuerdo su olor" 


Para responder a esta pregunta, Javier Sierra ha buceado en sus recuerdos: "quizá la librería más especial sea Senda (en Teruel)".  "Fue la primera en la que me atreví a entrar de niño y la primera que me embriagó con el olor a libro nuevo", un olor que no ha olvidado: "Cada vez que me encuentro con ese perfume, la recuerdo en el acto, con su escaparate en una esquina de la Plaza del Torico... hoy, ya no está ahí".

Por eso precisamente, por el olor, es por lo que este turolense ganador del Premio Planeta se decanta sin lugar a dudas por el papel frente al libro digital: "Los libros electrónicos no huelen". Una idea que también comparte Antón Castro, que añade, además, que lo que le hace decantarse por el papel frente a la pantalla es "la emoción con la que se crea y se cuida un libro". "Solo de pensar el trabajo que hay detrás de cada uno de ellos... Siempre he creído que el libro es una de las esculturas más bellas y emocionantes que existen". 

Como recoge el dicho de 'no hay dos sin tres',  José Luis Melero coincide con sus compañeros al inclinar la balanza hacia el papel, y por ende, hacia las librerías. Pero, sin embargo, en su descripción muestra un símil difícil de olvidar. "Es como si te gusta una muñeca hinchable en lugar de una mujer de verdad... Dónde esté el olor, el tacto... No hay comparación", enfatiza de forma divertida.


José Luis Melero: "Comparar el libro en papel con el libro digital es como si te gustara una muñeca hinchable en lugar de una mujer de verdad" 


Estos tres escritores tienen muchas cosas en común. Además de su pasión por las librerías y la predilección por los libros de papel, también cuentan con bibliotecas personales de generosas proporciones y que suman miles de ejemplares. Antón Castro dice que se acerca a los 20.000 ejemplares y bromea al destacar que "si alguna vez vienen los ladrones a casa, mi mujer les pediría por favor que se llevaran los libros".

Como no podía ser de otra forma, estos amantes de los libros tienen una cita con el Día de las Librerías. Javier Sierra lo pasará "visitando alguna con mis hijos y comprando algunos libros, claro". "No trabajo, así que me daré una buena ronda por librerías y me dejaré arrastrar", dice Antón Castro. Mientras que José Luis Melero hará lo propio, "me pasaré por las librerías, siempre hay que comprar", asegura lanzando un mensaje de positividad hacia el sector y hacia una profesión que califica como "hermosa". "Los libreros nos ponen en contacto con la cultura. Hay que ayudarles, procurar comprar en pequeñas librerías para que sigan abiertas...".

Estos lugares, estos guardianes de libros, celebran el 11 de noviembre su Día y lo hacen con el apoyo de escritores famosos y personas anónimas que esperan seguir traspasando esas puertas y adentrarse en estos auténticos cofres, que son las librerías, donde se esconden algunos de los mejores tesoros del mundo.