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CIENCIA

Investigadores de Aragón desarrollan tres proyectos biomédicos sin animales

Para la consejera de Ciencia y Universidad, Maru Díaz, esto demuestra que el avance de la ciencia y de la medicina "puede ser respetuoso con el bienestar animal"

ARAGÓN NOTICIAS / AGENCIAS /
Un momento de la visita a la facultad de Medicina de Zaragoza. / Foto: EFE.
icono foto Un momento de la visita a la facultad de Medicina de Zaragoza. / Foto: EFE.

Investigadores de la Universidad de Zaragoza avanzan en el desarrollo de proyectos punteros en biomedicina para el tratamiento de la COVID-19, el diagnóstico no invasivo de tumores y el diseño de antibióticos contra la tuberculosis sin servirse del uso de animales para la experimentación.

Así lo han constatado el director general de Derechos de los Animales del Gobierno central, Sergio García, y la consejera aragonesa de Ciencia y Universidad, Maru Díaz, durante una visita a la facultad de Medicina de Zaragoza para conocer el estado actual de estos proyectos.

Unos proyectos, ha asegurado la consejera, que se sirven de modelos alternativos a la utilización de cobayas y que demuestran que "el avance de la ciencia y de la medicina puede ser respetuoso con el bienestar animal".

Se trata de tres investigaciones biomédicas que se desarrollan en el campus público aragonés y en el Centro de Investigación Biomédica de Aragón a cargo de tres investigadores de la Fundación Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (ARAID).

Dos de ellos, Pedro Baptista y Alberto Schuhmacher, trabajan con órganos generados por bioingeniería, a partir de células pluripotenciales tanto de pulmón (para investigar nuevos tratamientos contra la COVID-19) como de hígado (para su uso en trasplantes) o de cerebro (para diseñar nuevas estrategias de detección de tumores cerebrales).

Por otra parte, el doctor Santiago Ramón y la investigadora senior de la Universidad de Zaragoza Ainhoa Lucía Quintana utilizan un sistema farmacológico de biorreactores de fibra hueca para el tratamiento de la tuberculosis.

Alternativas "más éticas"

Tanto la consejera como el director general, que han estado acompañados por la vicerrectora de Política Científica, Rosa Bolea, han reconocido que los modelos animales han sido en las últimas décadas "herramientas vitales para el avance científico, ayudando a los múltiples logros que la investigación biomédica y farmacéutica han aportado a la salud y el bienestar de la sociedad".

Pero han abogado a renglón seguido por ir adoptando alternativas "más éticas" a la experimentación animal, tal y como la propia comunidad investigadora promociona a través de las denominadas 'Tres Erres: Reemplazo, Reducción y Refinamiento' respecto al uso de animales en investigación.

En este sentido, han reclamado al Ministerio de Ciencia que se comprometa con la financiación directa de estas alternativas, como ya se hace en otros países europeos.

La única convocatoria existente en la actualidad para apoyar la investigación sin animales ha partido de la propia Dirección General de Derechos de los Animales por un importe de 100.000 euros, mientras que en países como Reino Unido o Suecia se destinan hasta 2,5 y 1,4 millones de euros, respectivamente.

Ambos han señalado que el uso de animales en experimentación presenta "problemas éticos", a pesar de los esfuerzos por reducir el sufrimiento y dolor infringidos.

Se emplean principalmente roedores

En España, según los últimos datos oficiales disponibles, se usaron en 2020 animales en experimentación y para otros fines científicos en más de 760.000 ocasiones, más de la mitad de ellos roedores, aunque en una "lenta pero continuada" senda a la baja (un 9 % menos en dos años).

Por ello, han abogado por el desarrollo de modelos de reemplazo como los utilizados en las referidas investigaciones biomédicas que, además, presentan una mejor traslación de resultados a humanos en cuanto al desarrollo de nuevos medicamentos y terapias. 

De esta forma, han puesto a la Universidad de Zaragoza y al Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, como ejemplos de que "sí se puede" avanzar en biomedicina sin animales de experimentación.