Inundaciones en Zaragoza: un fenómeno que puede pasar "una vez cada 20 años"

Ha pasado casi una semana desde que Zaragoza se viera sorprendida por una tormenta inusual. Un volumen de precipitaciones que asoló barrios por completo y cuyas secuelas aún se pueden apreciar en la ciudad. El golpe tumbó viviendas, negocios y vehículos en un duro golpe que los afectados aún están intentando digerir. Días después, y con la calma tras la tempestad, los expertos formulan las preguntas que expliquen este fenómeno y ayuden a evitar en un futuro que su impacto tenga la magnitud que ha tenido este. 

El Colegio de Geólogos de Aragón ya ha comenzado a responder algunas de esas cuestiones. Su portavoz, Jesús Mateo, ha atendido este miércoles al programa 'Despierta Aragón', de Aragón Radio. Ha explicado que eel caudal alcanzado por el barranco de la Muerte durante la tromba de agua, alcanzó unos "65 metros cúbicos por segundo", asegura Mateo. Todo ello equivale a un valor inusual que "se produciría una vez cada mil años", según los modelos hidrológicos españoles que, a su juicio "tienen muchos sesgos". Frente a ello, asegura: "Si aplicamos los modelos hidrológicos estándar, esto podría pasar una vez cada 20 años".

El portavoz de los geólogos aragoneses realizaba un dibujo de las características del río, a las que se sumaron esas inusuales condiciones: "Esta cuenca tiene nueve kilómetros cuadrados y un cauce de siete kilómetros y medio, además de una pendiente del 2,5%, la cual imprime mucha velocidad al agua. Lo que ocurrió ese día en cuestión fue una precipitación, según los pluviómetros, de entre 35 y 55 litros por metro cuadrado en cuestión de media hora o 40 minutos". 

El Valle del Ebro está formado en su mayoría por "rocas de origen salino y las capas, aunque se trate de grava, se hunden enseguida con el paso del agua, formando lo que denominamos como dolinas". Destaca el geólogo aragonés que en Zaragoza hay "otros casos similares e igualmente llamativos, situados en zonas de riesgo, como puede ser el recinto de la Feria de Zaragoza, ubicado en otra confluencia de cauces".

"Lo lógico sería cambiar el colegio de sitio"

En el punto de mira se encuentra estos días el barrio de Parque Venecia. Las condiciones de su terreno, desnivel y la especial incidencia de la lluvia sobre la zona dejaron imágenes asoladoras, fiel reflejo de los estragos causados por una catástrofe que aún podría haber sido mayor. Y, entre los más afectados, su colegio público. "Yo tomaría medidas porque ahora mismo hay un peligro muy grande, y más si hay niños de por medio. Es complicado arreglar el problema dejando ahí el colegio porque hay una confluencia de cauces. Lo más lógico sería cambiarlo de sitio", aconseja.

Advierte Mateo que se trata de una mezcla de factores naturales y artificiales: "Hablamos de un barranco por el que actualmente circula la Z-30 sin dejar espacio específico para las crecidas del barranco". En ese sentido, su propuesta pasa por revisar la normativa y plantear "un espacio para que circule el agua de las crecidas en la zona de la carretera, buscar un encauzamiento o desvío porque si no se repetirá este suceso".

Aprovecha el geólogo, experto en incidencia hidráulica, para hacer un llamamiento sobre la relevancia de los profesionales de su sector ante fenómenos como el del pasado jueves: "La profesión, el colectivo geólogo, creo que está infrautilizado, y cada vez que se recurre a él ahorra mucho dinero. Aquí en Zaragoza tenemos problemas de inundaciones e incidencias en las que ha quedado claro que son muy necesarios".