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DEMOGRAFÍA

Hogares unipersonales: tres de cada diez aragoneses viven solos

En 15 años, habrá 195.011 casas de este tipo, un 32,1% de la población con la que cuenta la Comunidad

ALEJANDRO LÓPEZ /
Hogar unipersonal. / Pixabay
icono foto Hogar unipersonal. / Pixabay

Que la vida está hecha para vivir en pareja es un hecho probado con datos. Por ejemplo, los que aporta el Instituto Aragonés de Estadística en su balance sobre la economía doméstica, que asegura que vivir solo supone un 60% más de gasto en vivienda, un 80% en los viajes en solitario... A pesar de las cifras, en Aragón el número de solteros -que hoy celebran su día- ha aumentado en la última década. Actualmente suponen un 44% de la población, lo que equivale a cerca de 575.000 personas. Un dato al alza que va ligado al de gente que vive solo en la Comunidad. Ahora mismo son un 28,8% de los aragoneses, pero el porcentaje va 'in crescendo'.

Según la última proyección de población publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), Aragón es la sexta comunidad autónoma con más viviendas ocupadas por un único inquilino. El estudio entiende que, si la tendencia se mantiene, en el año 2037 será un 32,1% de la población la que disponga un hogar unipersonal, lo que equivaldría a más de 195.000 personas en toda la Comunidad. Aunque hay casos más evidentes de soledad doméstica, como son las familias monoparentales o las situaciones de viudedad, hay quienes deciden no compartir vivienda por otras cuestiones. 

Es el caso de la zaragozana Andrea Rodríguez. Tiene 29 años y lleva los cuatro últimos viviendo sola. Se independizó en 2018 del hogar familiar en el que convivía con sus padres porque "buscaba prosperar como persona y siempre he sido alguien muy independiente". Dio el paso tras acabar su formación y después de un tiempo en el mercado laboral. Aunque en un primer momento la idea era compartir espacio con una amiga, "a día de hoy no cambiaría por nada el vivir sola", asegura.

En cuanto a las ventajas, esta joven empresaria cree que si convives con alguien "se tiene que llegar a muchos acuerdos del día a día, y viviendo solo no hace falta dar explicaciones". Aunque reconoce que tiene puntos no tan buenos: "Lo malo es que hasta que no te acostumbras, echas de menos tener a alguien. También pagas más en la luz, la hipoteca o la calefacción, porque cuesta lo mismo calentar la casa para que la aproveche una persona que para dos o más". Sin embargo, concluye que disfrutar de la soledad "te vuelve muy fuerte mentalmente".

Vivienda unipersonal. / Pixabay

Hay personas que tienen claro que no quieren compartir con nadie sus despertares o dejar en manos de una segunda opinión eso de cambiar el color de las paredes. Otras, como Jorge Álvarez, descubrieron, en base a las experiencias, que la convivencia no estaba hecha para él. Este asturiano de 31 años vive en el zaragozano barrio de Jesús desde hace apenas año y medio. Pasó por Madrid, donde convivió con otros estudiantes de Química durante su etapa universitaria, vivió en Barcelona, donde compartió vida con la que era su pareja mientras trabajaba en la Ciudad Condal y, después de no muy buenas experiencias, solicitó un traslado a la capital aragonesa. "Creo que nunca me había descubierto a mí mismo del todo", dice. "La verdad que verte solo en determinados momentos te vuelve un poco loco (comenta entre risas), pero es que por mi forma de ser impulsiva creo que necesitaba tomar distancia social". 

Son apenas dos de las más de 150.000 personas que viven solas en Aragón. Una situación cuyo estándar se ha aceptado socialmente y que a veces no se lleva a cabo por la valentía de dar el primer paso o por la enorme barrera económica que, cada vez más, supone una distancia insalvable que lleva a compartir techo.