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ADICCIONES

Enganchados a las pantallas: uno de cada tres adolescentes hace un uso problemático de las tecnologías

Además, el 60% de los jóvenes afirma dormir con el móvil y uno de cada cinco está enganchado a los videojuegos

ARAGÓN NOTICIAS /
icono foto Más de la mitad de los jóvenes utiliza juegos no aptos para su edad.

Vivimos pegados a una pantalla, la del móvil, el ordenador, la tablet... Cada vez estamos más conectados, especialmente los jóvenes y eso puede tener su riesgo. Uno de cada tres adolescentes hace un uso problemático de las tecnologías; es decir, una utilización nociva que puede convertirse en una adicción. "Estoy mucho con el ordenador y, cuando quieres desconectar, luego viene el móvil", explica un menor, mientras otro admite que pueden darle "hasta las 5 de la mañana con el móvil".

Para Mercedes Bermejo, miembro del Colegio Oficial de la Piscología de Madrid, el problema llega cuando "las personas dejan de hacer actividades, ejercicio físico, alteran su vigilia y sueño. Muchas veces, por la noche también están consumiendo pantallas y no descansan adecuadamente, dejan de realizar actividades de ocio". 

Según los datos, el 60% de los jóvenes duerme con el móvil, y si hablamos de videojuegos, uno de cada cinco está enganchado y más de la mitad utiliza juegos no aptos para su edad. La OMS acaba de clasificar esta adicción como enfermedad mental.

"Pasan más tiempo en la vida virtual que en la vida real. Se pierde la noción del tiempo y termina siendo un abuso. Muchas veces se retira esa adicción y genera agresividad, violencia y dificultades intrafamiliares, como nos estamos encontrando", explica Bermejo. La experta destaca que los jóvenes "pasan más tiempo en la vida virtual que en la vida real. Se pierde la noción del tiempo y termina siendo un abuso. Muchas veces se retira esa adicción y genera agresividad, violencia y dificultades intrafamiliares, como nos estamos encontrando".

Establecer normas de uso, colocar el ordenador en una zona común de la casa o fomentar otras actividades entre todos los miembros de la familia pueden ser gestos que ayuden a frenar estas adicciones.