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PSICOLOGÍA

Ludopatía, ansiedad o alcoholismo: las patologías que pueden complicarse durante las fiestas navideñas

El Colegio Profesional de Psicología de Aragón ha puesto en marcha la campaña #yocuidomisaludmental en Navidad con consejos tanto para quienes sufren alguna dolencia como para sus allegados

A. MORA /
El autocuidado es muy importante en estas fechas, más si se sufre alguna patología. / Canva
icono foto El autocuidado es muy importante en estas fechas, más si se sufre alguna patología. / Canva

Se venden como las fechas 'más felices del año': las sonrisas y la alegría invaden las calles, los anuncios invitan a consumir y la decoración brilla para demostrar que todo va bien. Sin embargo, el espumillón y los brindis no pueden ocultar problemas que incluso pueden verse agravados durante estos días, por eso es importante no darles la espalda. Es cierto que, en gran medida, la Navidad es sinónimo de amor, amigos y familiares, pero para quienes sufren determinadas dolencias relacionadas con la salud mental estas fechas son también sinónimo de mayor vulnerabilidad y necesidad de cuidarse a sí mismos.

"No hay datos ni estudios, pero en realidad cualquier patología que implique una dificultad psicológica se puede ver afectada durante las fiestas navideñas. Existe mucha vulnerabilidad para las recaídas, las crisis y una mayor inestabilidad emocional. Además, es uno de los periodos más susceptibles para la sintomatología ansiosa o depresiva. Así que son fechas de riesgo". Lo explica la psicóloga clínica y vocal del Colegio Profesional de Psicología de Aragón (COPPA), María Buil, quien indica que la ansiedad es una manera de expresar ese malestar psíquico.

La obligación de ser feliz y disfrutar estos días junto a la irreal perfección que se promociona pueden chocar con la realidad de muchas personas, que terminan por frustrarse al no cumplir esas expectativas. Además, son fechas con mucha socialización que pueden generar agobio, depresión o malestar por un duelo reciente; y el exceso de gastos y fiestas pueden agravar patologías vinculadas a la pérdida de control, como adicciones o compras compulsivas. Por otro lado, señala Buil: "Otro de los generadores de ansiedad son los encuentros con las familias, que se presuponen seguros, cálidos y afectuosos, pero hay muchas personas que no cuentan con eso, sino con reuniones familiares en las que hay reproches y cuestionamientos".

Es importante no someterse a las expectativas

Como norma general, aunque no se sufra ninguna patología relacionada con la salud mental, el consejo fundamental para afrontar la Navidad es no intentar alcanzar esas expectativas irreales sino "hacer unas fiestas a la medida de cada uno", incide la profesional. Es decir, evitar, en la medida de lo posible, las reuniones sociales si generan incomodidad, llevar un orden en las comidas y las horas de sueño, controlar la ingesta de alcohol, no derrochar en exceso a la hora de comprar regalos y, algo muy importante, "entender que se puede estar mal en estas fechas y es natural", puntualiza María Buil.

Y en el caso de que exista una patología psicológica previa, además de no hacer caso a la idealización navideña, el consejo general que ofrece la psicóloga es pedir ayuda a un profesional para que aporte directrices que sirvan para manejar la situación y anticiparse a las dificultades, algo que cada vez hacen más personas: "Desde la asistencia psicológica se percibe que la Navidad es un factor de riesgo y estrés, y un malestar muy presente en muchos de los pacientes".


Imagen de archivo de una celebración familiar. / Canva.

Son días tan familiares que no podemos evitar recordar a quienes ya no están

Las personas que están atravesando un proceso de duelo son uno de los colectivos más vulnerables durante la Navidad. Al tratarse de una fiesta en la que se ensalza el amor y 'estar con los nuestros', es un momento propicio para echar de menos a quienes ya han fallecido, cuya ausencia es especialmente pesada estos días, sobre todo si ha sucedido hace poco tiempo. Los profesionales en Psicología explican que el duelo es un proceso completamente natural para adaptarse y ser capaz de superar la pérdida, por eso no hay que renunciar a él.

En lugar de disimular o intentar que parezca que estamos bien, es bueno asumir la tristeza y hablar sobre los sentimientos, aunque sean dolorosos. Solo así se superará la pérdida, que no consiste en olvidar a quien ya no está, sino en aceptar que ha desaparecido. También es recomendable ser consciente de las cosas buenas que suceden en estos días y disfrutar del amor de familiares y amigos.

Las patologías relacionadas con las adicciones pueden empeorar en Navidad

Por supuesto, puntualiza Buil: "No hay recetas generales para las personas que están sufriendo alteraciones emocionales, conductuales o una enfermedad mental". Por eso, cada caso debe estudiarse de manera personal por un psicólogo para encontrar una solución. Pero sí pueden darse algunas pautas para ayudar a quienes padecen alguna de ellas. Por ejemplo, quienes sufren un trastorno de la conducta alimentaria afrontan en estos días fechas muy peligrosas, por la relación existente entre celebración y banquete y por los típicos reproches en la mesa para quien ha comido poco o la insistencia de algunos familiares en volver a llenar el plato. En Navidad se producen muchas comidas y cenas pesadas en muy pocos días, además hay multitud de dulces típicos que constituyen una tentación para quienes deben esforzarse por mantener una relación sana con la comida.

Una manera de gestionar esta situación puede ser, explica María Buil, hacer un "trabajo previo" de concienciación para minimizar los riesgos y anticiparse. También es aconsejable optar por un orden en la alimentación y mantener una rutina, sobre todo los días en los que no haya una gran comida. Los nutricionistas también aconsejan, por ejemplo, no comer "de picoteo", algo que suele hacerse con los entrantes en Navidad, sino servir en un plato lo que vayamos a comer para así ser conscientes de las cantidades.


Imagen de archivo de una mesa navideña. / Canva.

También las personas alcohólicas afrontan en estas fechas uno de los peores momentos del año. Es habitual celebrar los días señalados con brindis, y en las mesas no faltan el vino o el cava. También en este campo, por nuestra cultura mediterránea, hay reproches para quienes no beben, a quienes se acusa incluso de no querer participar en las celebraciones. Es importante ser consciente de que tras un "no" a una invitación a beber puede esconderse una lucha contra la tentación, así que lo mejor es no insistir para evitar poner a la otra persona en una situación comprometida.

De nuevo, María Buil destaca la importancia del trabajo previo: "Lo primero es tomar consciencia de que es una situación de riesgo, proclive a un mayor consumo y a una sensación de flexibilidad por el contexto festivo. Además, el consumo de alcohol se utiliza como regulador del malestar, por lo que es necesario no exponerse a relaciones tóxicas y seguir con las pautas o medidas. Es una situación de riesgo, por lo que hay que apoyarse en las personas de referencia y los psicólogos".

A un desafío similar se tienen que enfrentar cada final de año quienes sufren ludopatía, pues la Lotería de Navidad y la del Niño, que para muchos son sinónimo de festividad, constituyen para ellos una tentación presente en publicidad y medios de comunicación.

Nochevieja y Año Nuevo son buenos momentos para hacer propósitos, pero deben ser realistas

Además de la ansiedad que generan las situaciones externas, existe la que se provocan las propias personas. Sucede al exponerse voluntaria e innecesariamente a situaciones estresantes pero, también, al plantearse metas poco realistas. Esto es precisamente lo que le sucede a quienes hacen propósitos de Año Nuevo sabiendo que su cumplimiento es prácticamente imposible. Para evitarlos, los psicólogos recomiendan acortar las miras y plantearse pequeños pasos que sean asumibles y que, a largo plazo, nos ayudarán a alcanzar ese gran proyecto que tenemos en mente.

Además, como destaca la psicóloga, en estas fiestas la entrada del nuevo año se va a ver ensombrecida por augurios negativos derivados de la actual coyuntura económica y social. El aumento de los precios en el mercado, la subida de suministros como la luz y el gas, la inestabilidad social..."son factores que posibilitan el malestar emocional y pueden favorecer que muchas familias experimenten agobio, inseguridad e incertidumbre", asegura. 


Portada de la campaña #yocuidomisaludmental. / COPPA.

El autocuidado y la salud mental no deben irse de vacaciones en Navidad

Para afrontar todas estas situaciones es importante contar con las herramientas adecuadas y, si es necesario, con el apoyo de los profesionales. Para garantizarlo, estas Navidades el Colegio Profesional de Psicología de Aragón ha puesto en marcha la campaña #yocuidomisaludmental en Navidad con consejos tanto para quienes sufren alguna dolencia como para quienes van a estar con ellos estos días.