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VIOLENCIA SEXUAL

Al menos 25 millones de personas son víctimas de explotación sexual y trata en el mundo

Los expertos calculan que por cada afectado identificado hay otros 20 que no lo están. España es uno de los principales países de tránsito y destino de trata

ARAGÓN NOTICIAS / EFE /
Se calcula que en el mundo hay 25 millones de personas tratadas. / Europa Press.
icono foto Se calcula que en el mundo hay 25 millones de personas tratadas. / Europa Press.

Por cada víctima de trata identificada hay al menos veinte que no lo están. Escapar de las redes de tratantes es muy complicado, y ni siquiera garantiza la recuperación y el acceso a una alternativa vital digna: las trabas administrativas, la escasez de recursos y las graves secuelas que deja la explotación sexual abocan a muchas víctimas a volver a la prostitución para subsistir. Este sábado se celebra el Día Internacional contra la Explotación Sexual y la Trata de Personas.

"Es habitual que haya supervivientes de trata que salen de las redes y muchas veces, cuando terminan fuera del control de estas, se ven obligadas a volver al contexto prostitucional. El Estado fracasa en su protección", explica Celia López, experta de Médicos del Mundo.

Esta organización, que trabaja desde hace 30 años con víctimas de trata, explotación sexual y mujeres en situación de prostitución, llama la atención sobre las diversas causas que subyacen a esta terrible realidad.

Se calcula que en el mundo hay 25 millones de personas que sufren esta lacra y que por cada víctima identificada hay al menos 20 que no lo están. España es uno de los principales países de tránsito y destino de trata con fines de explotación sexual. Sin embargo, son poquísimas las víctimas que las autoridades identifican. En 2022, fueron 253 las víctimas, según la Fiscalía General del Estado.

Y escapar es muy difícil. Las mujeres son amenazadas (a menudo chantajeadas con el pago de una deuda ingente o con hacer daño a su familia) y obligadas a consumir drogas, convirtiéndolas en adictas. La mayoría está en situación administrativa irregular y sin red, su autoestima está destruida y las secuelas físicas y psicológicas de la explotación son enormes.

Muy pocas logran salir de ese infierno y su camino está lleno de dificultades. Para empezar, cuenta López, el sistema prostitucional ha cambiado, trasladando su actividad de clubes y calles a pisos, lo que dificulta su detección.

La experta de Médicos del Mundo alerta de que hay "fallas" en el sistema de identificación porque las víctimas no suelen tener asistencia gratuita letrada ni son atendidas por profesionales especializadas, ya sean juristas o de traducción e interpretación, algo vital para su identificación. Además, los trámites de acreditación "son farragosos" y sin ellos no pueden acceder a ayudas y recursos públicos como la asistencia sanitaria integral o el ingreso mínimo vital. A eso hay que sumar que muchas no tienen formación o no pueden convalidar sus títulos en España.

La Ley de Extranjería, comenta López, dificulta la regularización de estas mujeres, la mayoría de fuera del país, y eso condiciona su acceso a ayudas. Y el estigma social asociado a las mujeres en situación de prostitución (más el racismo, la xenofobia y/o la transfobia) se ceban con ellas y minan sus alternativas vitales.

La experta sostiene que el Estado fracasa en su protección y la principal decepción reside en no haber sacado adelante la ley integral contra la trata, impulsada la pasada legislatura, pero que no llegó a aprobarse: "Perdimos una oportunidad histórica para garantizar sus derechos", afirma.

Una ley con perspectiva de género, infancia y derechos humanos que aborde el proceso judicial, el acceso a atención sanitaria especializada o a recursos económicos, laborales y de alojamiento apropiados es esencial para que puedan recuperarse y rehacer sus vidas.

En 2022 se impulsó un modelo de acreditación de víctimas de trata que no exigía la denuncia, pero desde Médicos del Mundo indican que hay diferencias de aplicación según la comunidad autónoma.

Y el Plan Camino, que persigue su recuperación e inserción sociolaboral, tiene aspectos a los que solo pueden acceder mujeres en situación administrativa regular.