El turrón, un producto de temporada al que afecta el cambio climático

A punto de entrar en noviembre, en algunos lugares la Navidad ya ha hecho acto de presencia. Muchos comercios, a dos meses de la cita, disponen de productos típicos y elementos de decoración. Sin embargo, todavía va a ser dificil encontrar turrón, porque el calor del otoño condiciona su fabricación.

Las fábricas de turrones se ven afectadas porque el otoño está siendo especialmente caluroso. En Ateca, la campaña de elaboración ha empezado de nuevo tarde por culpa del calor. De hecho, han tenido que esperar hasta este fin de semana para empezar a amasar y a cortar las tabletas. Un proceso para el que necesitan temperaturas de menos de 20 grados. Y, aunque tarde, aseguran que esta delicia estará a tiempo punto para endulzar tan destacables fechas. "Para empezar a elaborar el turrón  es muy importante el tiempo que haga. Tanto si hace mucho frío como si hace mucho calor. Entonces como los veranos se alargan no se corta bien el turrón y no podemos empezar hasta estas temporadas que ya ha bajado la temperatura", reconoce Nacho Atienza, representante de Chocolates Atienza. 

Porque la subida general detemperaturas demora hasta casi noviembre una tarea que se empezaba a realizar en septiembre. "Las temperaturas máximas tienen que ser menores de 20 grados y se tiene que mantener porque si un día hace más calor el turrón se queda más blando y no lo podemos envasar", sentencia Atienza.

Lo que está claro, es que más tarde o temprano el turrón llegará a los supermercados, porque un producto tan típico no puede desaparecer de la navidad.