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VERANO

El horario de verano: heladerías abiertas por la noche y bancos cerrados por la tarde

De junio a agosto los negocios alargan las horas de cierre para evitar el calor intenso y las empresas apuestan por los horarios continuos de mañana

R. R. /
Personas paseando por el centro de Zaragoza en verano.
icono foto Personas paseando por el centro de Zaragoza en verano.

Con la llegada del calor, muchos establecimientos comerciales, oficinas bancarias, empresas y negocios modifican sus horarios de apertura y cierre. Hay quien reduce la jornada, como en el caso de los bancos, que eliminan la atención al público los jueves por la tarde, y hay quien amplía su horario, como las heladerías.

Hace años, durante el verano era habitual ver el cartel de cerrado por vacaciones, pero en la actualidad los comercios y empresas se adaptan a la demanda, las fiestas y hacen lo posible por cambiar horarios para no sufrir las altas temperaturas. Además, la conciliación también está detrás de muchos de estos cambios. En empresas como Hiberus establecen la jornada intensiva entre junio y septiembre.

En Teruel y Huesca se adaptan a las fiestas

Las fiestas patronales de cada municipio también alteran las jornadas de los comercios durante estos meses, como en el caso de Teruel y Huesca.

En la capital turolense, las fiestas del Ángel son las responsables del aumento del número de clientes en tiendas de alimentación y de vestimenta "vaquillera". "La semana previa a la feria, y también durante ella, aumenta el volumen de compras, sobre todo las de última hora en pantalones o camisas blancas", afirma Rodolfo Pangua, gerente de la Asociación de Comerciante del Centro Histórico de Teruel, formada por 155 establecimientos. Por eso no reducen horarios estos días, pero tras las celebraciones, señala, la tónica habitual es cogerse vacaciones para reponer fuerzas. El resto del verano también estiran la hora del cierre, pero también durante el puente de agosto lo habitual es colgar el cartel de cerrado.

Una situación similar se vive en Huesca, donde el gerente de la Asociación de Comercio y Servicios de la capital oscense, Javier Udina, comenta que, debido al alto número de actos prelaurentinos la primera semana de agosto los establecimientos textiles tienen mucha demanda para comprar ropa blanca. También pasa algo similar con las tiendas de alimentación, que trabajan más para las comidas y cenas entre familiares y amigos.

Durante las fiestas de San Lorenzo, del 9 al 15 de agosto, los establecimientos suelen abrir con horarios más reducidos. Sin embargo, en julio y el resto de agosto es común hacer alguna pequeña modificación horaria. "Suele ser de una media hora para evitar el calor", detalla Udina, que subraya que, en verano, el objetivo de sus 274 socios es, al igual que el resto del año, estar siempre que se pueda abiertos y turnarse para coger las vacaciones.

Esas celebraciones laurentinas se hacen notar también en los centros deportivos. Es por ello que muchos echan el cierre la semana de fiestas. Un ejemplo es el del gimnasio especializado en entrenamiento personal Silban360. Aprovechan varias semanas de agosto para realizar tareas de limpieza y adquisición y colocación de nuevo material. "La afluencia baja alrededor del 25%", indica Alberto López, uno de los socios fundadores, lo que hace, añade, que en verano las tardes de los viernes sean de descanso. 

La asistencia en instalaciones deportivas, como en Silban360 en Huesca, es más baja en verano.

En Zaragoza, cada establecimiento tiene su peculiaridad

"La situación en el tejido comercial de Zaragoza y provincia es tan peculiar como tipos de establecimientos existen", destaca Antonio Tornos, presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincias (ECOS). En líneas generales, el cambio de horarios es muy similar al de Huesca: "Por la tarde suelen abrir sobre las 17:00 o 18:00 y cierran también más tarde, debido a las altas temperaturas".

Por su parte, los establecimientos dedicados al textil o muy especializados, como ferreterías o bricolaje, suelen colgar el cartel de "cerrado en agosto". Sin embargo, aquellos ubicados en el centro y dedicados a la venta de regalos y recuerdos viven el caso contrario: "En agosto hacen el mes y abren, incluso, los domingos", subraya.

En el caso del pequeño comercio o comercio de proximidad, las vacaciones no son sencillas, ya que los días de cierre repercuten directamente en su facturación. "Intentan cerrar lo menos posible y combinar sus vacaciones. Hay que dar el máximo y poder competir con las grandes superficies", destaca Tornos.

La semana en la que más establecimientos minoristas echan la persiana es la del 15 agosto. "Es la peor para el pequeño comercio. La ciudad se vacía y al precio que va la luz, no merece la pena abrir", lamenta el presidente de ECOS.

Helados Rico en Zaragoza amplía su horario de cierre durante el verano. / Facebook Helados Rico

Si se piensa en verano y calor, hay un establecimiento recurrente, ya sea en la playa o en plena ciudad: las heladerías. Son ejemplos de negocios enfocados íntegramente a la temporada estival. En el caso de Helados Rico, abierta desde 1998 en la avenida Salvador Allende, en el barrio del Picarral de Zaragoza, su temporada comienza en marzo y se prolonga hasta mediados de octubre. Es en junio, una vez finalizado el periodo escolar, cuando varía su jornada. "Abrimos de lunes a domingo, de 11:00 de la mañana a 23:00 de la noche, aunque a veces se puede alargar hasta la una o dos de la madrugada", explica su dueño, Eduardo Solana, que dedica la mañana a la elaboración de helados. "Por la tarde-noche hacemos la mitad de la venta diaria", estima. 

Jornada intensiva para conciliar en verano 

En el sector empresarial, grandes compañías, como la tecnológica Hiberus, apuestan por la modificación del horario de su plantilla y evitan los turnos partidos y de tarde. Desde el mes junio y hasta septiembre se instaura el horario de 8:00 a 15:00. 

"La adaptación del horario responde a criterios de productividad, ya que los episodios de calor afectan a todos los empleados. Además, tenemos muy en cuenta la conciliación, el ocio y la familia, para poder así disfrutar de las tardes de la época estival", explica Sandra Parrilla, 'dircom' de Hiberus. Y resalta que la flexibilidad horaria en la empresa "es total" y está a disposición de las necesidades del empleado durante todo el año. 

En el mundo de la banca también se adapta el horario a la jornada intensiva de mañana. La mayoría de las oficinas reducen su horario de atención al público, empezando el 1 de junio, aunque depende de cada entidad establecer el comienzo y el final. En general, el horario estival suele extenderse cuatro meses (septiembre incluido), cierran antes de lo habitual y eliminan la apertura de los jueves por la tarde. Una medida que favorece la conciliación de los trabajadores, aunque causa más de un quebradero de cabeza a los clientes, habituados a poder hacer gestiones los jueves por la tarde el resto del año.

Dinópolis cierra en las fiestas y abre en agosto

También los grandes referentes turísticos se adaptan a este periodo estival y sobre todo al calendario festivo. El parque de ciencia y ocio turolense Dinópolis, así como sus siete sedes, ubicadas en distintas localidades de la provincia, permanecen cerradas al público entre el 3 y el 11 de julio, con motivo de la celebración de las fiestas del Ángel. Sus puertas volverán a abrirse el 12 de julio, con el calendario de apertura establecido para la presente temporada 2023.

Durante los días restantes de este mes de julio, permanecen abiertos de miércoles a domingo, de 10:00 a 19:00, entre semana, y de 10:00 horas a 20:00 horas, los fines de semana. Pero cuando llegue agosto, a diferencia de muchos establecimientos comerciales, ampliará este horario a todos los días de la semana, de manera ininterrumpida, hasta el 4 de septiembre.