El fenómeno de 'El Niño' se dejará notar en noviembre con temperaturas suaves y lluvias torrenciales

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha anunciado el comienzo del fenómeno meteorológico conocido como 'El Niño', que modifica el patrón climático, aumentando las temperaturas y las lluvias, que no serán más frecuentes, pero sí más intensas. Quedan por ver sus consecuencias en España, pero ya advierten que 2024 podría ser el año más caluroso de la historia.

Las olas de calor son cada vez más intensas, los veranos se prolongan y las tormentas son violentas. Esos son los efectos que acompañan al fenómeno que aparece cada dos o siete años y del que ya ha avanzado su llegada. Una señal en el Pacífico Tropical avisa de su proximidad cuando los vientos alisios pierden fuerza, lo que hace que el agua en esa zona se caliente. 

Eso tiene su reflejo en el resto del planeta, como explica Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet): "Acaba teniendo repercusiones a escala planetaria porque tira de las temperaturas medias hacia arriba. Una temperatura oceánica más calida se traduce en más evaporación de agua y, por lo tanto, mayor probabilidad de lluvias torrenciales en muchos puntos del planeta". 

Eso en algunas zonas, mientras que en otras, 'El Niño' refuerza la sequía. "La idea es que se vaya incrementando hasta llegar a moderado. Normalmente, se desarrolla en noviembre, que es cuando vamos a tener ese pico", resalta el meteorólogo de la Aemet José Luis Camacho.

La ONU ha alertado a los gobiernos del mundo que deben estar preparados para sus consecuencias.

"Tenemos de fondo el calentamiento global antropogénico y, entre estos dos factores, el fenómeno de 'El Niño. Podemos tener un 2023 y sobre todo un 2024 que podrían ser los más cálidos desde que hay registros", subraya Campo.