Publicidad
RELACIONES

El coste de ser infiel: 4.600 euros al año, ansiedad y el riesgo de perder a la pareja

Un tercio de la población ha tenido o tiene un amante, pero solo el 5% lo llega a confesar. Los psicólogos apuntan a la rutina y al estancamiento de la relación como principal causa

TERESA P. ALBERO /
El 21,7% de los infieles busca huir de la rutina. / Canva
icono foto El 21,7% de los infieles busca huir de la rutina. / Canva

A la consulta de Santiago Frago, codirector del Instituto Amaltea de Sexología, llegan parejas con la sombra de la infidelidad amenazando su relación. No en vano, es el tercer motivo por el que las personas acuden al centro. "En el 95% de los casos acaban descubriéndolo", señala. De hecho, un tercio de la población se declara infiel, lo que lleva a hacerse una pregunta: ¿hay más infidelidades ahora? La respuesta del especialista es clara: "No, pero es más fácil que te pillen. Las redes sociales exponen mucho más cualquier desliz". Y razón no le falta porque el 25,6% de las veces, el móvil actúa de "chivato", según la empresa de análisis de mercado Sigma Dos. 

En la mayoría de los casos, el 65%, la culpa y la ansiedad hacen mella en el infiel, tal y como destaca este estudio. A esa carga mental se suma el miedo a perder a la pareja principal y el coste económico que supone mantener una segunda relación, ya que si esta es recurrente, puede superar los 4.600 euros anuales, entre salidas a comer, hoteles y regalos, según la plataforma de citas para parejas Ashley Madison. Con estos datos parece difícil que queden motivos para tener un desliz.

"Cuando se comete una trasgresión, generalmente, no se deja de querer a la pareja principal, sobre todo cuando se trata de un encuentro físico. En esos casos se piensa en que no hay repercusiones, no genera riesgo", apunta Frago. Una conclusión que hace que la repetición sea una opción plausible. De hecho, el 27,1% de los encuestados por Sigma Dos confiesa haber sido infiel entre una y tres veces, y el 17,2%, más de cinco. 

¿Qué se busca cuando se es infiel? Para el 21,7%, huir de la rutina, mientras que el 18% busca nuevas experiencias y el 17%, sexo. 

"Parece que tengamos que estar mal en la pareja para hacerlo, pero es todo lo contrario. Cuando algo no va bien, tratamos de solucionarlo o rompemos. Cuando todo está en calma, es rutinario... Es cuando se producen más deslices", explica el experto. 

La comunicación, clave para que una relación dure o se rompa

Entonces, ¿cómo surge la infidelidad? "Una comunicación deficitaria está detrás de muchos casos. Si no hay una comunicación clara y dinámica, con un apoyo constante en la pareja, una parte puede empezar con una crisis emocional", expone Elisa Múgica, experta en pareja, que ejemplifica la situación: "Si tenemos problemas en el trabajo, estrés, y lo compartimos o no sabemos llevarlo, optamos por modelos de ocio que llevan a la distancia con la pareja". Y, a menudo, ese camino acaba en traición. 

La base de una relación saludable reside en la confianza y en la comunicación, haciendo que la pareja sea un entorno seguro donde poder sentirse vulnerable. "Es un trabajo diario. La pareja hay que cuidarla, hay que trabajar en los valores, en las creencias y objetivos comunes, en las metas vitales, etc. Pero incluso en una relación que tenga todo eso puede existir la atracción por otra persona", mantiene Múgica, que subraya el hecho de que mantener la fidelidad es una decisión de las dos partes. 

Cuando el engaño sale a la luz, los psicólogos coinciden en que suele ser más fácil perdonar un desliz erótico que una relación sostenida en el tiempo con un claro componente emocional. "Es muy complicado reponerse de eso", indica Frago. 

El perdón puede llegar, pero primero debe restaurarse la confianza que se ha roto, tanto en la persona como en la pareja como concepto. Algo que no resulta tan sencillo. De hecho, casi la mitad de los que han sufrido una infidelidad corta la relación, mientras que un 14,5% perdona, aunque con condiciones. Tan solo un 3,2% recurre a la terapia de pareja, remarca la encuesta de Sigma Dos. 

"La relación sexual ahora no es tan importante. Las parejas, en su mayoría, buscan reconducir, arreglar y superar la situación", mantiene el sexólogo. Lo común es, por tanto, dar una segunda oportunidad a la pareja, siempre que las bases que la sostienen sean firmes y que la conexión emocional sea férrea.