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ECONOMÍA

El absentismo laboral se disparó en Aragón a 122 horas por trabajador en 2022

La Comunidad supera la media nacional y las bajas por incapacidad temporal conllevan un coste de 390 millones de euros

ANTONIO PARDO /
icono foto El ausentismo representó en Aragón el 7,3% del total de las horas pactadas efectivas. / Canva

El número de horas no trabajadas por motivos ocasionales en Aragón creció de manera significativa en 2022, situándose la media por primera vez por encima del centenar y llegando a las 122 por empleado, tal como refleja un informe sobre absentismo laboral del Instituto del Grupo Adecco. Este documento coloca a la comunidad aragonesa como la sexta autonomía con mayor tasa de ausentismo, a cierta distancia de la media nacional, de 113 horas. Por otro lado, el 'Informe Trimestral sobre el Absentismo Laboral' elaborado por la empresa de recursos humanos Randstad, que analiza la ausencia del profesional de su puesto de trabajo durante el primer trimestre de 2023, muestra que cerca de 36.588 aragoneses faltan cada día a su empleo, de los cuales 27.178 lo hacen con baja médica y 9.409, sin causa justificada.

Durante el año pasado, el ausentismo representó en Aragón el 7,3% del total de las horas pactadas efectivas. Este último término comprende la suma de las horas de trabajo y las extraordinarias menos las no trabajadas por vacaciones, festivos y ERTE. En España, el porcentaje de absentismo (6,8%) conlleva un coste que equivale al valor 3,1% del Producto Interior Bruto, tal como recoge el XII Informe Adecco sobre Empresa Saludable y Gestión del Absentismo.

Las mayores tasas se dan en la zona norte de España, donde se registra una importante actividad industrial. En muchas de las empresas de este sector "existen complementos a las incapacidades temporales, por lo que algunos empleados perciben el mismo salario de baja que trabajando en la empresa", apunta Javier Blasco, director del Instituto del Grupo Adecco. También influyen otros factores como el envejecimiento de la población activa, que sufre más enfermedades comunes, y el buen funcionamiento de la economía con un menor desempleo, "lo que hace que muchos trabajadores no vean peligrar sus puesto de trabajo", añade.   

Por su parte, la patronal aragonesa lamenta que el absentismo laboral por incapacidad temporal se ha duplicado entre 2015 y 2022 debido a la excesiva carga burocrática de los procesos y su dilación en el tiempo por retrasos en la atención, el diagnóstico y el tratamiento. "Si un trabajador puede curarse en tres meses debe hacerlo, no estar un año esperando", expresan en CEOE Aragón.  

La sanidad y otras actividades relacionadas con la salud son las que registran mayor absentismo en España, con 177,6 horas no trabajadas al año, que representan el 11,2% de las horas pactadas efectivas. Por sectores, la industria encabeza las tasas nacionales, con 126,3 horas, seguida de los servicios (112,5) y la construcción (95,4). 

Crece el coste por incapacidad temporal

El absentismo laboral derivado de las bajas de incapacidad temporal por contingencias comunes (ITCC) tuvo en 2022 en Aragón un coste total de 390,07 millones de euros, según refleja un informe elaborado por CEOE Aragón con los datos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT). "Esta cuantía equivale a más de 28.000 trabajadores que no acudieron a trabajar ningún día del año, o lo que es lo mismo, seis de cada 100", precisan desde CEOE. En total, la Comunidad contabilizó 208.266 procesos de ITCC, que representan un 23,87%.

El comercio al por menor, la fabricación de vehículos de motor y los servicios de comidas y bebidas, atendiendo a la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), son los trabajos con un mayor absentismo en Aragón, con 14.604, 10.110 y 8.493 procesos iniciados, respectivamente.  

En relación con las principales patologías traumatológicas que motivaron casos de incapacidad temporal por contingencia común en Aragón, destacan las alteraciones de la espalda no especificados (8.350 procesos iniciados), alteraciones de la columna cervical (6.011), trastornos de artropatía neurógena (4.360) y tendinitis (2.745). Estas dos últimas superan la duración media de 82 días.  

Soluciones

Reducir el ausentismo laboral por enfermedades de incapacidad temporal, ajenas a las enfermedades profesionales y a los accidentes ocurridos durante el trabajo, es una tarea compartida por la patronal y los sindicatos. El rápido diagnóstico y tratamiento de muchas patologías que sufren los trabajadores es el primer paso. "En la actualidad, hay personas que están de baja en sus trabajos durante más de cuatro o cinco meses debido a los retrasos en las listas de atención de la Sanidad Pública", señala Pablo Castillo, secretario de Acción Sindical de CC. OO. Aragón. 

La creación en Aragón de una red centinela de médicos especializados en salud laboral es una de las propuestas que pone encima de la mesa el sindicato. Reducir la burocracia en torno al absentismo, dotar de más recursos a las mutuas para que puedan facilitar a los trabajadores un proceso de curación más rápido e, incluso, proporcionarles capacidad para otorgar altas laborales son otras de las medidas planteadas por los empresarios.  

Precisamente, el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) 2023–2025, suscrito por los sindicatos UGT y CC. OO. y por la patronal CEOE y Cepyme, incorpora medidas para que empresas y trabajadores estudien las causas y medidas que permitan reducir este problema, y demanda a las administraciones que impulsen convenios de colaboración con las mutuas laborales para atender procesos de traumatología y neurocirugía

La salud mental como causa

Otro de los fenómenos asociados al aumento del absentismo por incapacidades temporales son los problemas de salud mental. En los últimos años, los episodios de ansiedad, depresión u otro tipo de trastornos se han incrementado y desde la pandemia han comenzado a visibilizarse con mayor normalidad en vez de ocultarse dentro de la empresa. El problema, sin embargo, es que la atención clínica de estas enfermedades es más lenta que en otras especialidades. "Debemos asignar más recursos públicos a los centros asistenciales para el diagnóstico y el tratamiento en el ámbito de la salud mental y, de manera paralela, hemos de realizar acciones de bienestar emocional en las empresas", propone Blasco. 

La Estrategia en Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, actualizada para el periodo 2022-2026, dedica un apartado a la salud laboral, donde hace hincapié a realidades crecientes como "el teletrabajo, el empleo de las tecnologías de información y comunicación, el incremento en el volumen y velocidad de información, la utilización creciente de la externalización y la subcontratación". Estos aspectos introducen demandas crecientes de flexibilidad para el trabajador en términos del número y tipo de capacidades que se le exigen y generan tensiones sobre la distribución del tiempo de trabajo en horarios difícilmente compatibles con las necesidades familiares y sociales, recoge el documento del Ministerio de Sanidad.