De Aragón a Gambia: 'Baaluwo' o cómo crear vida combinando arquitectura, sanidad y trabajo social

Natalia Gascón es enfermera y fisioterapeuta, Laia Guerrero es trabajadora social y Pedro Torres es arquitecto. Estos tres veinteañeros se conocieron como voluntarios en 'Bokatas', una asociación que acompaña a personas que se encuentran en situación de sinhogarismo -entre otras acciones-, para dignificar y visibilizar esta problemática social estructural. Ahora, han decidido emprender juntos su propio proyecto en Gambia, en el que aunarán los conocimientos profesionales de los tres. 

Viajarán a la comunidad gambiana de Jirong entre el 8 de enero y el 9 de febrero, con el soporte de la fundación "Kalilu Jammeh" para hacer el trabajo de campo. "Es un proyecto totalmente exploratorio, vamos a adentrarnos en su cultura, intercambiar saberes con los locales y extraer información para hacer un estudio de necesidades y llevar a cabo un proyecto de futuro que cuente con la aportación de los gambianos", explica Laia Guerrero, de 22 años.

Su idea es "construir algo", pero siempre en función de las necesidades que detecten. "El proyecto no tiene forma porque no nos cabe en la cabeza llegar desde España y decidir que queremos hacer, por ejemplo, un colegio", asegura Pedro Torres, de 27 años, quien añade que "quizá, en lugar de un espacio nuevo, necesitan reforzar sus tejados o mejorar el acondicionamiento de las entradas de sus casas". Su proyecto se llama 'Baaluwo', que significa 'vida' en mandinga -uno de los idiomas que se hablan en el país- porque van a hacer una "exploración desde las tres partes para crear algo juntos y dar vida a algo nuevo, contando sobre todo con los locales", apunta Laia, quien ha participado anteriormente en proyectos de voluntariado con la Fundación Kalilu Jammeh. 

"A partir de la información recabada se desarrollará un proyecto sólido que tenga una línea de intervención con sus objetivos, sus medidores de impacto social, de innovación... y todos los métodos de evaluación en materia de cooperación", señala Natalia Gascón, que tiene 29 años y, además de ser enfermera y fisioterapeuta, cursó el máster propio de Cooperación para el desarrollo de la Universidad de Zaragoza, y actualmente ejerce de ello de forma profesional.

En esa parte del proceso, el enfoque desde la arquitectura -en el que se contará con las aportaciones de los vecinos de Jirong, de la Fundación y de los tres jóvenes- van a estar vinculados profesores de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) de la Universidad de Zaragoza, que aportarán sus conocimientos al proyecto, ya que Pedro, que está terminando sus estudios de Arquitectura, podría utilizar esta iniciativa como proyecto de construcción de una de sus asignaturas.

Botes de vida

Completar el proceso hasta la construcción será un largo camino del que todavía desconocen los plazos, pero estiman que hasta después del próximo verano no se podría comenzar a edificar. En ese momento, tendrán que definir el proyecto final y reunir la financiación necesaria. Por el momento, y para cubrir los primeros gastos de la iniciativa, ya están recaudando dinero. "Hemos montado una exposición en el restaurante vegano A Flama, en el barrio de la Magdalena en Zaragoza, de fotos de viajes anteriores a Gambia. En ese establecimiento se pueden comprar postales, fotos polaroid o unos 'botes de vida' que hemos preparado", indica Pedro. Estos botes también se pueden comprar contactando con la cuenta de Instagram @toubabs.project y se pueden pagar a través de Bizum.

Con los 'botes de vida' se intentó simular un ecosistema dónde los elementos presentes en la creación de vida como la tierra y el agua hacen germinar esa semilla que simbolizaría el Proyecto 'Baaluwo'. Por lo tanto, el bote de vida refleja ese "querer crear vida desde el explorar conjunto con la población local, y, además, relacionarlo con la creencia de la leyenda asiática de los lazos rojos que dice que todas las personas destinadas a apoyarse en un momento concreto de su vida, están unidad por un hilo rojo". Con esto, el equipo de tres jóvenes busca "crear redes de apoyo y conexión entre las diferentes propuestas, esos ecosistemas, que puedan surgir o estar ya presentes en esa exploración que vamos a llevar a cabo en Gambia", explican.

Otras iniciativas

Además del proyecto común de los tres jóvenes, Natalia y Laia están preparando otras intervenciones en la zona vinculadas a su formación profesional. Natalia, que es enfermera y fisioterapeuta, está decidida a llevar a cabo dos cuestiones:  "Desde la fundación 'Kalilu Jammeh' se ha valorado y diseñado con anterioridad proyectos de promotoras de salud o impulso a los centros rurales sanitarios y me gustaría retomar ese proyecto, ver cómo se puede encauzar con un criterio más técnico, qué puntos de mejora tiene, si tiene solidez... ", explica Gascón.

Por otro lado, quiere impulsar un programa de concienciación de hábitos de higiene: "Incidir en un correcto lavado de manos o el cepillado de dientes, áreas que no se están trabajando por la falta de recursos y sobre todo por la desinformación acerca de cómo esto podría cortar muchas cadenas de contagio, no solo del coronavirus, sino de otros muchos virus que producen problemas graves de salud en estas comunidades", indica Natalia. "Puede ser un proyecto que tenga sostenibilidad y pertinencia, que realmente genere un impacto positivo en estas personas desde una intervención muy sencilla, muy común y muy básica", asegura. Eso sí, Natalia tiene claro que sobre el terreno puede encontrarse con "otras necesidades sanitarias con las que trabajar".

Laia Guerrero, que es trabajadora social, tiene varias cuestiones en mente: "Por un lado quiero hacer un estudio acerca del ocio. Ver cuál es el rol de la mujer en las relaciones interpersonales, si tienen tiempo libre, qué hacen con él... ". En este informe, que realizará a través de entrevistas personales y que servirá de apoyo al proyecto común, también analizará la percepción del ocio y las rutinas en hombres y en niños. Por otra parte, Laia quiere hacer otro estudio sobre los procesos migratorios: "Saber si conocen las condiciones de los viajes migratorios, cómo y dónde se informan sobre ello, qué creen que se van a encontrar cuando lleguen..."

Además, va a colaborar con un grupo de profesores y profesoras gambianas y 15 estudiantes que acaban de hacer la selectividad. "La idea es que como trabajadora social valore qué opciones tienen para estudiar, porque allí tienen tres universidades y son muy caras", explica Laia, que indica que esta actividad se enmarcaría fuera del proyecto 'Baaluwo'. "Mi rol será analizar los distintos tipos de estudios que podrían cursar, hacer un análisis de sus aptitudes, hablar con ellos, ver qué les motiva...", detalla Guerrero. 

Muchas ideas, muchas ganas y, sobre todo, mucha disposición es lo que une a este grupo de tres amigos, que están a punto de embarcarse en una aventura en la que solo ellos podrán ir escribiendo capítulos y, por supuesto, decidir su desenlace.