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TURISMO

Cuatro de los pueblos medievales más bonitos de España están en Aragón

Daroca, Albarracín, Alquézar y Aínsa forman parte de la lista de National Geographic de los 30 pueblos medievales más bonitos de España

ARAGÓN NOTICIAS /
Daroca es uno de los pueblos medievales más bonitos de España.
icono foto Daroca es uno de los pueblos medievales más bonitos de España.

Sus calles empedradas y sus murallas hacen viajar en el tiempo a todos aquellos que se pierden por ellos. Concretamente hasta esa época de armaduras, castillos, caballeros y doncellas: la Edad Media. Todos tienen su encanto, pero National Geographic ha reconocido a los 30 pueblos medievales más bonitos de España y cuatro de ellos están en Aragón.

1. Daroca (Zaragoza)

Es una de las localidades medievales más visitadas de Aragón. Está situada en la provincia de Zaragoza y se encuentra bien resguardada por su muralla de 4 kilómetros de perímetro, que le da la condición de recinto fortificado. Se trata de un conjunto amurallado construido entre los siglos XIII y XVI y presume de ser el más extenso de toda la Comunidad Autónoma, además de alcanzar un sobresaliente grado de conservación. La Feria Medieval se celebra a finales del mes de julio con músicos, recreacionistas, juglares y gastronomía de primer nivel.

Además, su riqueza monumental se puede percibir por las calles de su Casco Histórico, tras el paso por las mismas de musulmanes, judíos y cristianos. Las iglesias de Daroca son prácticamente únicas, también sus catorce torres o las puertas Alta y Baja. National Geographic ha destacado que tiene mucho que presumir, "las torres más bellas de la península, estoicos recuerdos de la que un día fue una de las murallas más largas del país y que hoy aún circunvalan esta bella localidad y desembocan en su ajado, pero aún así impresionante, castillo". El Castillo Mayor, de pasado musulmán, ofrece una de las mejores vistas de la comarca.

Se puede completar la ruta turística visitando Gallocanta, laguna que sirve de paso para miles de grullas y atrae a amantes de la naturaleza y la fotografía.

2. Albarracín (Teruel)

Este municipio turolense considerado desde hace años como uno de los pueblos más bonitos de España. Santo y seña de la provincia turolense, sus empinadas y empedradas calles te transportan a la Edad Media, además de acercarte a una arquitectura singular que convierten a la capital de la comarca Sierra de Albarracín en un lugar único. Un ejemplo, la Casa de la Julianeta, punto de encuentro para lugareños y visitantes. "Con vestigios celtas y romanos, debe su nombre a la presencia musulmana que se dilató durante casi un siglo, hasta el siglo XII", indican desde la página.

Tampoco conviene borrar de la visita la Catedral y el Palacio Episcopal, o el Museo de Albarracín, que está ubicado en el antiguo hospital y te acerca a la historia de la localidad. Incluso el Museo de los Juguetes por si te acompañan en el viaje los más pequeños de la casa. Para la mejor fotografía se encuentran, en lo alto, las murallas de la época árabe que se encuentran en buen estado de conservación.

Ya en sus alrededores, Albarracín es idóneo para rutas senderistas. En sus inmediaciones se encuentran los Pinares de Rodeno, paisaje protegido, o cuevas de arte rupestre. También la excursión por el sendero fluvial del río Guadalaviar, completando una oferta que combina lo monumental con la naturaleza.

Fuente: National Geographic.

3. Alquézar (Huesca)

El gran atractivo de esta localidad oscense es la Colegiata de Santa María la Mayor, declarada Monumento Nacional en 1931. Además, la arquitectura y trazado medieval de su casco urbano es Conjunto Histórico Artístico desde 1982.

Perderse por Alquézar es hacerlo por un pueblo medieval auténtico y disfrutar, entre otras cosas, de la arquitectura e increíble patrimonio de la Iglesia de San Miguel Arcángel de estilo barroco y bóvedas que dan un armonioso juego de volumen. Desde National Geographic recomeindan hacer una visita al detalle, "comenzando con esas vistas impresionantes de su estampa ocre al borde del abismo para luego empezar a perderse entre callejones, plazoletas y ermitas".

En el municipio también se puede disfrutar de la naturaleza más bella y auténtica con las Pasarelas del Río Vero, un impresionante recorrido en el que los paisajes rocosos y la fuerza del agua hacen de este uno de sus mayores reclamos.  Además, en el Museo Etnológico Casa Fabián, el visitante podrá viajar en el tiempo y sumergirse en las costumbres del siglo XVII como las actividades de labranza o la economía de la época.

Fuente: National Geographic.

4. Aínsa (Huesca)

Ubicado en la comarca del Sobrarbe, el municipio une el patrimonio cultural con un encanto que sale de su impresionante castillo y hasta la Plaza Mayor. Su castillo está declarado como BIC y desde su muralla exterior se puede ver la pequeña villa al completo. Además, es una de las puertas de entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido.

Una de las características de su pintoresca Plaza Mayor son los porches laterales que, con una sucesión arcos de medio punto, crean una armoniosa construcción. Allí se celebran numerosos mercados y festivales pues es un paraje único para ello.

En Aínsa también se puede admirar la Iglesia parroquial de Santa María que data de finales del siglo XI y mitades del siglo XII y es uno de los símbolos del románico más impresionantes del Alto Aragón.

Fuente: National Geographic.