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Comuniones en 2022: más grandes y con más glamour

Más de 5.000 niños comulgarán este año en nuestra comunidad. Una celebración que, cada vez más, se parece a las bodas

ARAGÓN NOTICIAS /
Un grupo de niños en su primera comunión.
icono foto Un grupo de niños en su primera comunión.

5.300 niños harán la primera comunión en Aragón este año; 245.000 en el conjunto del país, según datos de la Conferencia Episcopal. Una celebración muy especial y esperada para las familias que conlleva un importante desembolso económico. De hecho, el gasto medio de una comunión con 20 invitados es de 2.000 euros.

Las comuniones de ahora han dejado de ser eventos sencillos y familiares y se han convertido en auténticas fiestas, más parecidas a una boda. Todo ha cambiado. Atrás quedaron aquellos modestos regalos con los que los más pequeños se conformaban, los recordatorios con postureos ochenteros sujetando cirios y biblias o las eucaristías donde se escuchaban tradicionales canciones de misa. El programa 'Objetivo', de Aragón TV, ha hecho este sábado un repaso por estas celebraciones.

Del encaje y los bordados a la comodidad

Los trajes de marineros y almirantes y los vestidos huecos con puntillas y volantes también forman parte del pasado. Lola y Enma, dos hermanas que van a comulgar este mes de mayo, visitan una tienda del barrio de Valdefierro, en Zaragoza. Las dependientas les dan la bienvenida: "¿Venís preparadas para probaros vestidos? ¿Tenéis ganas?". También les aconsejan: "Las coronas las podemos elegir... Estos van todos en tul...". Pero ellas ya han visto todo tipo de modelos por internet y tienen muy claro lo que buscan.

Al verlas saliendo del probador, su madre y su abuela, les dicen lo guapas que están en sus nuevos vestidos. "Yo me veo diferente. Yo me veo diferente de como me suelo ver día a día, pero me gusta vestirme así. A mi me ha gustado todo, el vestido, la corona, los zapatos, todo me ha gustado", apuntan Lola y Enma.

"Verlas ha sido muy emocionante porque claro estás acostumbrada a verlas de muchas maneras pero así la verdad es que me ha impactado e incluso me he emocionado, alguna lagrimilla ha caído", explica su madre, Olga Aznar.

Las propietarias de la tienda 'Tafurines', Arantcha Plou y Virginia Cabal, comentan: "Los vestidos de comunión han cambiado muchísimo, muchísimo. Ahora son más cómodos, más lisos, los tejidos más naturales, no tienen tanto bordado, por lo menos los nuestros, ni tanto encaje. Es muy cómodo, para disfrutar ese día. Y los niños también buscan más sencillez. Ya no se lleva tanto almirante, ni tan recargado sino trajes más sencillos. Un traje de chaqueta bonito, o un marinero pero muy sencillo también".

Un traje de niño cuesta unos 350 euros. El de las niñas asciende a 500 con complementos como la corona de flores.

Álbumes de fotos parecidos a los de las bodas

"Gírate un poco más hacia mi... de espaldas y te vas a girar por este ladito. Muy bien, ¡ahí! Cerramos, abrimos, sonrisa". En el barrio de La Almozara, Asia Lette está en su salsa posando para el álbum de fotos que le van a preparar por su primera comunión. Como todos los niños de hoy en día, pertenece a la generación de la imagen y las redes sociales. "Me estaba diciendo la chica cómo posar y yo le hacía caso y posaba como me decía", señala.

Diana Cebrián, la fotógrafa, explica que ahora la gente pide de todo, tanto fotografías de estudio como de exterior, e incluso acude a los restaurantes el día de la comunión porque hay corte de tarta "como si fuera una miniboda". Además, ya no se reparten recordatorios a la familia. Ahora lo que se lleva es un álbum de fotos igual de espectacular que el de las bodas. Su precio oscila entre los 300 y los 1.000 euros.

Consolas, cámaras de fotos o móviles como regalo

Otro concepto que ha cambiado radicalmente para los comulgantes es el de los regalos. Antes eran prácticos y modestos donde la muñeca de la comunión era todo un clásico. Pero las nuevas generaciones piden dinero o regalos tecnológicos a través de una lista de comunión que funciona como una lista de bodas. 

Isabel Paricio, directora de comunicación de El Corte Inglés en Aragón, explica que "los productos más demandados son los productos tecnológicos como por ejemplo las consolas, las cámaras de fotos, los móviles cada vez más, con algún smart watch vinculado a esos propios móviles, tablets, ordenadores y el gran viaje por la primera comunión a Eurodisney o a Portaventura". 

Banquetes con más glamour

Los entremeses, el ternasco y la tarta solían ser el menú preferido por las familias. Hoy en día, la ensaladilla rusa ha evolucionado hasta convertirse en una obra de arte y la paletilla de ternasco sigue triunfando. Eso sí, ahora tiene más glamour.

José Pueyo es chef del restaurante Hábitat Sella, en Villanueva de Gállego. Dice que "se buscan elaboraciones más ligeras pero al final también lo que se quiere es que sea espectacular. Que esté rico y que a la vista podamos subir la fotito a Instagram".

Según el gerente de este espacio, Ángel Guerrero, "el precio medio por persona podemos empezar a hablar en torno a los 60-65 euros y se puede llegar a 100 ciento y pico, como si fuera una boda".

Y, para finalizar el banquete, una idea importada de Estados Unidos: barra libre de chucherías, que cuesta entre 70 y 300 euros.

Lola Moreno, directora de entretenimiento de Hábitat Sella, asegura que las celebraciones "han cambiado mucho y ahora son como mini bodas". "Disco móvil para los niños, pero para los papás abrimos la discoteca donde allí pueden venir amigos después y tienen recena en discoteca, todo esto contratado antes, recena en discoteca y copas y pueden estar aquí desde por la mañana después de la misa hasta las diez de la noche".

En total, una comunión con 20 invitados sale por unos 2.000 euros de media.

Eucaristías más modernas

En la iglesia San Ignacio, situada en uno de los barrios más jóvenes de Aragón, en Valdespartera, comulgan este año más de 150 niños.

María Agostoni, comulgante, se muestra nerviosa y emocionada porque "va a recibir a Dios por primera vez". Iván Moreno asegura que ha decidido hacer la comunión porque "Jesús me ha dado felicidad y amor". Y entre los padres, sentimientos parecidos por tratar que sus hijos pasen un día bonito que recuerden siempre.

Sin embargo, las tradicionales canciones de misa han dejado paso al reguetón. Los curas ya no son distantes y serios, sino modernos y saben cómo conectar con estos niños.

Pero, si hay algo que no ha cambiado a lo largo de los años es el esfuerzo de los párrocos para que las familias no se olviden del sentido espiritual y religioso de la primera comunión. Uno de ellos es Antonio Moreno, quien apunta: "Muchas personas no tienen muy claro el objetivo fundamental. Porque si al final el objetivo es un gran restaurante que se reserva con tres años, muchos regalos y una fiesta familiar, pues hombre, se quedaría muy mermado. El gran objetivo de hoy es que Cristo Jesús entra en estos chicos y chicas, y que estas chicas y estos chicos forman una comunidad y entran en el corazón de Cristo Jesús".