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TRIBUNALES

Comienza el juicio por el intento de asesinato de un Guardia Civil a un compañero de trabajo

El procesado se enfrenta a una petición fiscal de 20 años de prisión, tras asestar hasta 14 puñaladas en plena calle

ARAGÓN NOTICIAS/ AGENCIAS /
icono foto Imagen de la primera sesión del juicio ocurrido en Huesca.

El guardia civil acusado de la tentativa de asesinato de un compañero al que en mayo de 2020 apuñaló de forma reiterada mientras paseaba a su perro en compañía de su hija, que también resultó herida al tratar de interponerse, ha achacado su comportamiento a un delirante complot contra él orquestado por el Instituto Armado en el que participaba la víctima en la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Huesca por estos hechos. 

El acusado, de baja psicológica en el Cuerpo desde 2013, ha explicado que su compañero, que vivía en una planta superior a la suya, en un bloque ubicado en el paseo Martínez de Velasco de la capital altoaragonesa, se sirvió de distintos sistemas para perjudicarle y trastornarle. El procesado, que se enfrenta a una petición fiscal de 20 años de prisión, ha asegurado que comenzó a ser acosado en el Cuerpo tras denunciar que las cámaras de los calabozos estaban giradas y que desde entonces fue objeto de diversas situaciones en su contra que le llevaron a solicitar la baja psicológica.

Según ha relatado, la víctima, por orden de los "jefazos" del Cuerpo, se servía de una "extraña plataforma" desde el suelo de su casa para emitir radiaciones contra él, manipuló una tubería general para verter ácido sulfúrico con el fin de envenenarle o emitía ultrasonidos para alterar su estado. Tras insistir en el complot del que era objeto, ha admitido que estaba en tratamiento psiquiátrico desde años atrás, pero que había decidido dejar de tomar la medicación antipsicótica porque creía que se encontraba bien.

"Le hubiera cortado el cuello"

En relación al día en que ocurrieron los hechos, la tarde del 2 de mayo de 2020, la primera jornada tras la suspensión del estado de alarma, el procesado ha explicado que al darse cuenta de que la víctima y su hija andaban delante de él, sacó la navaja que portaba y se abalanzó sobre él. Ha asegurado que se lanzó sobre su compañero, pero ha negado que quisiera matarle porque, ha subrayado, "le hubiera cortado el cuello", pero también ha asegurado que no apuñaló de forma intencionada a la hija cuando trataba de interponerse entre ambos.

Este testimonio ha sido desvirtuado por las manifestaciones tanto de la víctima como de su hija, quienes han relatado que el agresor insistía en todo momento en que les iba a matar hasta que se detuvo debido a la intervención de dos personas que paseaban por la zona. El guardia civil apuñalado, que recibió 14 cuchilladas, ha relatado que el acusado se lanzó de forma sorpresiva, por la espalda, y que mientras se encontraba caído en el suelo, continuó agrediéndole al tiempo que le espetaba: "hola, cabrón, ¿qué tal? ¿cómo estás?". Ha asegurado que notó como se le nublaba la vista y que ya, en estado de pérdida de consciencia, vio que se le "iba la vida".

La hija de la víctima ha manifestado a su vez que trató de defender a su padre, que profería "gritos de angustia y de dolor", y que el agresor le sujetó por la espalda y le apuñaló en glúteo, cuello y espalda al tiempo que le gritaba: "te voy a matar". Por su parte, la esposa de la víctima ha afirmado que esa misma mañana había oído desde la ventana de su cocina una conversación en el patio del inmueble entre el agresor y unos vecinos a los que había denunciado en diversas ocasiones por los ruidos que provocaban que "algo gordo iba pasar".

Petición de hasta 20 años de prisión

Uno de los testigos que intervino para detener la agresión ha explicado que previamente vio al acusado encima de la chica mientras la apuñalaba y que, posteriormente, volvió a dirigirse a la víctima, que estaba inconsciente ya, y le acuchilló tres veces en el cuello. Por su parte, los policías que tomaron parte en el registro de la vivienda del procesado han comentado que el estado del inmueble revela un pensamiento "no lógico, apartado de la realidad", con la nevera vacía y los alimentos ocultos en su coche ante el temor de ser envenenado y la presencia de placas de plomo en algunas zonas como forma de evitar las supuestas radiaciones de las que aseguraba ser víctima.

El fiscal tipifica los hechos como presuntos delitos de tentativa de asesinato y de lesiones, en ambos casos con la atenuante de enajenación mental, y solicita penas de 14 años y 11 meses y de 5 años, respectivamente, así como órdenes de alejamiento a más de un kilómetro de distancia por tiempo superior a ambas condenas. Además, reclama una indemnización de 150.000 euros para el padre por las heridas y secuelas sufridas, así como de 60.000 para su hija menor, representados ambos por los letrados zaragozanos Carmen Cifuentes y Enrique Trebolle.

Por su parte, la representante de la defensa ha orientado su argumentación a acreditar que el acusado estaba influido por un estado de enajenación que distorsionaba su visión de la realidad. El juicio continuará este miércoles con las declaraciones de los peritos. 

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